“Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo. Mateo 20:26-27.”
Hola! ¿Qué tal? Soy Espíritu Santo, precisamente deseo hablar a tu corazón, para entregarte la clave de cómo ser un buen gobernante.
Un buen gobernante no sólo es capaz de gobernar a otros, sino que se gobierna así mismo, con firmeza, construye su carácter, afirma su madurez, aplica la ley de Dios para cuidar sus emociones, sus finanzas, etc. “por que Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2ª. Timoteo 1:7. Además, busca de un buen consejero que se encargue de entregarle los principios básicos para controlar todo aquellas situaciones que por si mismo no puede dominar (ese es Mi Trabajo.) “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Sn. Juan 14:26.
Cuando ya puedes someter tus impulsos, estás listo para poder guiar a otros, para hacerlo la palabra clave para es el S-E-R-V-I-C-I-O. Una persona que gobierna, se le delega poder para que busque el bien común, pero lo que hacen es trabajar para su propio fin, tú no busques eso sino ser un buen gobernante “No es servirte de las personas, es servirle a las personas.” Gobernar no se maneja como una exigencia o imposición sino como un don. No es sólo dejarse ver para ocasiones especiales, inalcanzable, solo enviando órdenes y directivas. Es colocarse a nivel de los demás e incluso, es colocarse la toalla para lavar los pies. “(Jesús) se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.” Sn. Juan 13:5.
El servicio no es solo hacer cosas, es una actitud que nace en el corazón; no es un compromiso, es humildad, no es una carga, se hace por amor. “...Sino Servios en amor los unos a los otros.” Gálatas 5:17.
Desde ahora construye tu gobierno, no te preguntes que harán los demás por ti, pregúntate que darás tú a los demás. Constrúyelo sobre bases fuertes: AMOR, SERVICIO Y HUMILDAD. Verás que cuando te llegue la oportunidad, no se te hará difícil esa enorme tarea de dar a conocer, que eres un hijo de Dios, dentro de las esferas de Gobierno, recuerda que siempre estoy contigo. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10.
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