Una Palabra de Dios Para Tu Vida: 10 Cualidades de Un Padre. (Día 21) 1a. Parte ¡Nuevo!


1. Ama a Dios:


Cuando Dios habita en el primer lugar del corazón de un hombre, no hay mejores condiciones para que su familia aprenda a ver a Dios como el Señor y Salvador de sus vidas. Un hijo nunca olvida cuando un padre o una madre (o juntos) se toman su tiempo para desarrollar una relación firme con Dios, a través de la oración, aprovechando cada momento para ser fieles y demostrar que Dios no es sólo un Arregla-problemas o un genio (o mago) que se debe aparecer para conceder mis deseos o caprichos, sino que, nuestra vida le pertenece al Señor y por agradecimiento y por amor leemos su palabra, oramos, nos congregamos. 

Un padre debe enseñar a sus hijos a través de su ejemplo a tener comunión con Dios, ha que en su vida, Dios debe reinar. Un hijo jamás olvida cuando un padre es sincero en su relación con Dios.

“Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes. Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente. Escríbelas en la puerta de tu casa y en los portones de tu ciudad.” Deuteronomio 4:6-9 TLA

2. Integro y ético: 

Los hijos aprenden a comportarse según observa a su padre. Un padre que busca cambiar el rumbo de su familia debe borrar de su vida la mentira, la discriminación y situaciones que no ayuden a mejorar la ética de la familia. 

La mejor herencia que un padre puede dejar a sus hijos: 

a) aprender a trabajar y hacerlo con excelencia, 

b) que paguen sus compromisos a tiempo, 

c) que no se escondan ante un error, 

d) y que sean responsables de sus actos

La televisión no enseña nada de esto, sólo se puede aprender en el hogar. Esto se aprende a través de un padre. Ser padre es un asunto serio. 

“Camina en su integridad el justo; Sus hijos son dichosos después de él.” Proverbios 20:7

3. Coach:

Esta cualidad es muy importante porque un padre se convierte en el mentor de sus hijos para enfrentar la vida y tomar las mejores decisiones. No lo hace por ellos, no les entrega todo lo que quieren sin esfuerzos, ni sacrificios. Existe una gran diferencia entre dar las cosas que necesitan y las cosas que quieren. Un padre debe ser un guía que aplique la disciplina en el momento justo, sin llegar al maltrato, pero tampoco a la alcahuetería.

Un padre como coach aconseja, enseña, llora las derrotas y celebra los triunfos. Nunca se va, siempre está pendiente de sus hijos. Les muestra el camino y las situaciones que afrontará en la vida, facilitando experiencias que contribuyan a que su hijo o hija salga delante de situaciones que parecen insalvables.

La palabra clave de esta cualidad es: instruye y enseña el mejor camino. Nunca lo olvide.

“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6
4. Promueve los retos:

Un padre de familia debe lograr que su familia salga del status quo, desarrolla un ambiente en el cuál se debe mejorar todos los días, sea el trabajo, los estudios, las relaciones familiares, entre otras. Esta cualidad está ligada al optimismo, ya que trata de que su familia se enfrente a nuevas situaciones, combata el miedo, el desánimo, y sobre todo al conformismo. Si hay dificultades lucha con ellas y aprende de las mismas.

Un padre que asume retos, que desafía la vida, que pone su confianza en Dios, contribuye a hijos llenos de fe, con autoridad y liderazgo para emprender grandes cosas.

“Esfuérzate y sé valiente; porque t
ú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.” Josué 1:6


5. Nunca se Rinde:

Un padre jamás deja a su familia sola. Es el capitán de ese barco llamado: S.S. Familia, que puede estar a punto de naufragar, pero acude a su Roca (Dios)aun cuando parezca que no hay esperanza, ni solución; siempre hay una palabra de ánimo en su boca, siempre hay una acción realizada, para sacar adelante a su familia.

Se enfrenta a la vida de manera tal que demuestra entereza y autocontrol. Siempre da lo mejor de sí y su familia (esposa e hijos) nunca lo ven triste y sin esperanza. Si un hijo se va del hogar para perderse en su vida, "disfrutar de los placeres" y "a vivir su vida", nunca se rinde, siempre oara por él y deja la luz enecendida esperando su regreso, no para inculparlo, sino para darle una nueva esperanza y volver a comenzar.

"¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor!” Salmos  27:14 DHH.


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