“No
vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su
manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y
lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es
grato, lo que es perfecto.” Romanos 12:2
El error más catastrófico para un líder es
acomodarse por lo éxitos pasados y no estimular el debate y el cambio entre su
equipo de trabajo. Esto ayuda a permanecer consciente de los desaciertos y errores
cometidos o los riesgos de quedarse rezagados ante el nuevo horizonte.
Es por ello, que el líder debe desarrollar una
visión panorámica que ayude a identificar las falencias y fortalecer lo bueno
que se ha alcanzado e incitar a mantenerse viendo al futuro. Dios hizo eso con
Josué. El primer capítulo de libro de este conquistador es una oda al cambio.
El líder anterior ha muerto. El nuevo líder se
enfrenta a un desafío nuevo: trasladar a todo un pueblo a que luche por la
Tierra Prometida. Ya no había más maná, pues al entrar en la tierra, Dios
dispuso que recibieran los réditos de su trabajo. Ya no había columna de fuego
y una nube para guiarlos por el camino, ahora Dios le propone a Josué lo
siguiente: “Yo les
entregaré todo territorio donde pongan el pie, tal como se lo prometí a Moisés.”
Josué 1:3 TLA Es decir, antes era el guía, ahora es
el que les ayuda a alcanzar sus metas.
No es fácil adaptarse al cambio.
No es fácil ser el propulsor del cambio. Las personas se acomodan, establecen
su status quo y no desean ser
molestados. Josué tuvo luchas internas, pero sabía que tenía una misión por
delante, sabía lo que hacía y trabaja como uno más por conseguirlo. Esa es la
clave para que el equipo de trabajo no le tema al cambio.
Hay que recordar que lo que hoy es bueno, mañana
puede dejar de serlo. Y en nuestro ministerio, club u organización es lo mismo.
Se debe promover:
a) La
insatisfacción de haber llegado a la meta. Nunca detenerse por nada. Crecer es
la única respuesta. “Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he
decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en
lo que me falta por recorrer.” Filipenses 3:13
b) Llegar al
corazón y a la mente. Esto impulsa el cambio de actitud. “…cambien su manera de pensar para que
así cambie su manera de vivir…” Romanos 12:2 TLA
c) Tener un
propósito. Ver el horizonte. “Así que sigo adelante, hacia
la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de
Jesucristo.” Filipenses 3:14 TLA
d) Echar
fuera el temor. Lo nuevo siempre produce dudas, rechazo y temor, pero
después de pasar con cada una de estas fases, las personas están dispuestas a enfrentarse porque tienen
seguridad y confianza que el líder ha tomado la mejor decisión. “Pero tú debes ser fuerte y
valiente, porque serás tú quien guíe al pueblo de Israel para que reciba el
territorio que les prometí a sus antepasados.” Josué 1:6
Como conclusión, en un proceso de avance, el líder
es clave ya que depende de él, ser como Josué, convertir el miedo en confianza,
reducir la tolerancia a la apatía, eliminar la indiferencia y proponer que la
fe en Dios es la que nos ayuda a tener un ministerio sólido, una empresa
rentable y una vida de éxitos, recordando que: “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.” Filipenses 4:13
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