“Dios mío, tú cumplirás en mí
Todo lo que has pensado hacer.
Tu amor por mí no cambia,
pues tú mismo me hiciste.
¡No me abandones!”
Salmos 138:8
Alguien escribió alguna
vez: “mientras haya una razón por la cual morir, vale la pena seguir viviendo.”
Resumiendo en una frase más concisa se puede decir que Si tienes una meta,
pelea con la vida, ataca, da lo mejor. Un legado se esculpe con metas
alcanzadas, por lo cual, es necesario identificar algunas formas con las que se
puede lograr cumplir las metas que nos ponemos para hacer algo extraordinario,
en nuestro paso por la vida.
1.
Pagar el precio.
“Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo
de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a
disfrutar de los placeres momentáneos del pecado. Consideró
que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues
tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría.” Hebreos
11:24-26 NTV
Aquellos
que han logrado un triunfo han tenido que dejar cosas. Una medalla en unas Olimpíadas
cuesta 4 años de dietas, ejercicio, disciplina y sacrificio personal. No es una
tarea fácil de sobrellevar, muchas veces nos pide más de los beneficios cortoplacistas
que brinda. Sin embargo, cada minuto,
cada lágrima o gota de sudor, tienen su valor, por lo que no debes darle la espalda.
El proceso es difícil y amargo como la hiel, pero el final es más dulce que la
miel.
2.
Clarificarlas:
“Tampoco
voy a sentirme orgulloso del trabajo que otros hicieron. Al contrario, espero
poder trabajar más entre ustedes, según vaya aumentando su confianza en Dios.
Ésa es la meta de mi trabajo.” 2ª
Corintios 10:15
Las metas son el alma de
los sueños. Si una meta no es clara, jamás podrás alcanzarla. Debe tener
tiempo, recursos a invertir, debe ser realizable y alcanzable. No digas quiero
ser doctor. Debes decir: “¡En 8 o 10 años debo convertirme en médico titulado!”
Debes escribir los recursos con los que cuentas, las actividades para llegar
lograrlas. Esto te dará claridad y mientras avances tendrás toda la oportunidad
de hacer oídos sordos a críticas, serás insensible al fracaso y evitarás pasar
frente al desánimo. Todo porque logró ver todo el panorama completo antes que
ocurriese.
3.
Evitar tolerar los
fracasos.
“Así
fuera un león o un oso, este servidor de Su Majestad lo mataba. Y a este
filisteo pagano le va a pasar lo mismo, porque ha desafiado al ejército del
Dios viviente.” 1ª Samuel 17:36 DHH
Los fracasos son el
aprendizaje para el éxito. Esto es una verdad. Sin embargo, tolerar ir de
fracaso en fracaso puede llevarnos a convivir y acomodarnos a ese estilo de
vida y al final desilusionarnos de seguir. Que la altura de tus metas sea igual
a su capacidad para convertirse en
realidad. Si en tu camino hacia tu propósito o llamado te tropiezas con un
fracaso, no te rindas; pero no te lleves a vivir contigo a esa roca llamada
derrota. Suelta cada victoria y cada revés en su momento.
2. Esfuerzo
y tenacidad.
“Dijo,
pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos
incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para
Jehová salvar con muchos o con pocos.” 1ª Samuel 14:6 RVR1960
Sin esfuerzo no hay
recompensa. Sin lucha no hay victorias. Cada meta lograda debe tener la sazón
de la osadía. David tuvo coraje para enfrentarse a Goliat. Pablo tuvo el
espíritu de levantarse luego de azotes, apedreamientos, cárcel, burlas,
intrigas, persecuciones, en fin. Tenía una meta de que muchos escucharán el
evangelio de la cruz de Cristo. No habrá garantías de éxito. No habrá visión
que confirme el sueño. En muchas ocasiones solo la tenacidad será la lumbrera
que mantenga con vida nuestro llamado o propósito. Esto requiere que demos todo
y un poco más.
3. Medir
los resultados.
“Porque
¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta
primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Sn. Lucas 14:28
Lograr el ascenso soñado a
costa de la familia, ¿se podrá contar como éxito?
Ser reconocido a costa de
nuestra salud ¿es una recompensa del trabajo duro?
Acumular riquezas para
pasarlas de mano ¿se considera un triunfo?
Jesús dijo: “De nada sirve
que una persona gane todo lo que quiera en el mundo, si al fin de cuentas
pierde su vida.” Sn. Marcos 8:36 TLA
De este punto pueden existir
dos enfoques: ¿Está dispuesto a perder lo más importante por aquello que le
desarrollará más problemas?, ¿Cuánto está dispuesto a perder por lograr cosas
vanas? Muchos pierden su vida en tonterías que su ego les pidió y terminaron
destruyendo su vida y su destino eterno. Mide y evalúa el costo-beneficio de tu
meta y si es necesario déjala y retoma lo más importante.
El otro enfoque es que
debes saber cuánto te falta para llegar a la meta. Así podrás tomar las
acciones correspondientes para mejorar. Calcula lo que tienes para lograrlo y
así te dará mayores satisfacciones el lograrlas.
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