3 Consejos de Oro para enfrentar la Vida con Sabiduría.


3 Consejos de Oro para enfrentar la Vida con Sabiduría.

Aprovecha las oportunidades.
“El que es precavido guarda comida durante el verano; el que duerme durante la cosecha termina en la vergüenza.” Proverbios 10:5 TLA

La palabra oportunidad proviene del término latino opportunitas, que a su vez está compuesto por otros dos términos: ob, que significa “hacia”, y portus, que significa “puerto”. Una palabra que usaban los marineros para identificar que con las condiciones climáticas perfectas y saber el lugar dónde se va se tenía una “oportunitas”.

Así son las oportunidades. Cuando se sabe que se quiere o hacia dónde se va, toda situación que se atraviese puede clasificarse como tal. Sin embargo, la oportunidad pierde su valor cuando no conocemos o hemos trazado el rumbo de nuestra vida. Este punto se puede clarificar con una pequeña fábula sobre el león y la gacela que se describe a continuación:
“Cada mañana en África, una gacela despierta. Sabe que debe correr más rápido que el león más rápido o se la comerán.
Cada mañana en África, un león despierta. Sabe que debe ser más rápido que la gacela más lenta o morirá de hambre.
No importa que seas león o gacela,  cuando llegue el nuevo día es mejor que te encuentre corriendo.”

Aprovecha tus oportunidades. Observa el cuadro completo. Realiza tu mapa y define el destino al que quieres llegar. Todo esto hará crecer el número de oportunidades que visualices, no porque tengan más, sino porque tu GPS está conectado con la meta trazada.

Siembra bondad, cosecha misericordia. Desprecia a otros y ganarás menosprecio.
“Compadécete de los demás y te harás bien a ti mismo; pero si les haces daño, el daño te lo harás tú.” Proverbios11:17 TLA

La ley de la siembra y la cosecha. La más simple pero más irrefutable ley de la naturaleza existente. Una semilla sembrada se puede convertir en un gran árbol, en una hermosa planta o en espinos y cardos. Cualquier posibilidad. Sin embargo, el poder está al inicio. En el sembrador. Este tiene la capacidad de lanzar muchos tipos de semillas al campo y al final, tendrá una recompensa o una consecuencia.

Nuestros actos tienen el mismo poder. Jesús lo detalló en la hermosa regla de oro: “Lo que hagas a otros tiene recompensa o consecuencia. Lo que dejes de hacer tiene el mismo resultado. Haz lo que te guste recibir.” Sin ambigüedades. Con una claridad absoluta.

Así que, cada vez que desees o por alguna razón totalmente “lógica” alguien se merezca un airado grito, ante un error alguien merezca ser descartado, ante alguien que generó algún inconveniente y merezca un castigo, recuerda que algún día cometerás un error y buscarás comprensión. Ante un problema, necesitarás una mano llena de ayuda. Ante un mal día, necesitarás un fuerte abrazo. No dudes en dar lo mejor de ti. Algún día tu buena obra será retribuida.

Desafía tu vida a cada día ser mejor persona.
“Hacer lo bueno da larga vida; haz el bien y vivirás.” Proverbios 12:28 TLA

¿No ha notado que cuando se hace un acto de bondad, siempre hay una enorme satisfacción?
¿No ha notado que luego de decirle no al pecado, hay un sentimiento de victoria enorme?
¿No ha notado que ser fiel, brinda un bienestar ilimitado?
¿No ha notado que después de un acto de honradez, siempre se delinea una sonrisa en nuestros labios?
¿No ha notado que al amar y mostrar afecto, nuestro corazón se llena de gozo?
¿No ha notado que luego de un trabajo duro y una meta alcanzada, hay un contentamiento indescriptible?
¿Verdad que después de pedir perdón hay un sentimiento de libertad extrema?
¿Verdad que luego de dar una felicitación queda un espíritu de entusiasmo?
¿No es cierto que posterior de hacer lo correcto se desarrolle una felicidad enorme?

Cuando te sientas triste y sin sentido, visita a alguien y apóyalo. Volverás a encontrar tu camino hacia el gozo. Llena tu vida de cosas buenas y tus días serán más largos porque diste lo mejor siempre, dejarás un legado, bendecirás a otros y llenarás de satisfacción a tu vida.

Derrota al orgullo, ya que exacerba tu propia imagen y trata de llenarte de cosas vanas como la envidia y la codicia, conduciéndonos a una vida de insatisfacción y descontento.

Destruye la amargura con detalle de bondad, perdón y misericordia. Te evitarás la cárcel del enojo que causa dolor y un sufrimiento que nunca debimos llevar.

Llena tu día de lo mejor y el resultado será la felicidad. Llena tu vida con el carácter de Cristo y encontrarás una vida plena y abundante.

Publicar un comentario

0 Comentarios