Nos
gusta el Dios que ama, que perdona, no nos gusta el Dios que
disciplina... recordemos el Salmo 23: Jehová es mi Pastor...su vara y su
cayado me infundirán aliento. Él nos atrae con su cayado cuando nos
hemos desviado, pero también disciplina con la vara para hacer recordar
que le pertenecemos. Lo bueno es que ambas acciones son para infundir
aliento a nuestra vida. Recordemos: Dios ama pero no consiente para
malcriar a sus hijos; pero tampoco disciplina para destruir. ¡Que bueno
es Dios!
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