Jehová cumplirá su propósito en mí. Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre ; no desampares la obra de tus manos. Salmos 138:8
El propósito de Dios para tu vida
Es fácil dar gracias a Dios cuando hace lo que deseamos. Pero Dios no siempre hace lo que deseamos. Pregúntale a Job.
Su imperio se vino abajo, le mataron a sus hijos, y lo que era un cuerpo saludable se convirtió en un montón de llagas. ¿De dónde vino ese torrente? ¿De dónde vendrá alguna ayuda?
Job va directamente a Dios y le plantea su caso. Le duele la cabeza. Le duele el cuerpo. Le duele el corazón.
Y Dios responde. No con respuestas sino con preguntas. Un mar de preguntas.
Después de varias docenas de preguntas, Job se queda en la playa empapado y con ojos desorbitados … Ha captado la idea. ¿En qué consiste?
La idea es esta. Dios no le debe nada a nadie. No hay razones. No hay explicaciones. Nada. Si las diera, no podríamos entenderlas. Dios es Dios. Sabe lo que hace. Cuando no puedas ver su mano, confía en su corazón.
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