"Yo estaré contigo, y no te
abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por
dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra" Génesis 28:15
Si hay algo que Dios cuida son sus palabras. Ya que sus palabras tienen poder para crear (Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Génesis 1:3) para transformar (Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Juan 8:11), para inspirar Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9), para corregir (Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Nahúm 1:3) y para dar confianza a sus hijos, como en el versículo con que inicia este blog.
Dios brinda 4 certezas a Jacob, en su camino, las cuales nos dejan una enseñanza:
a) Yo estaré contigo. Al hablar por primera vez con Jacob, Dios renueva su pacto, le describe que en todo lo que haga Él estará con su hijo y no dejará de cumplir su promesa.
b) No te
abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. La promesa de Dios es que lo iba a bendecir y que lo iba a utilizar para ser bendición a otros. Dios sigue manteniendo su pacto con sus hijos. Sus promesas son eternas y nunca las abandonará.
c) Te cuidaré por
dondequiera que vayas. No le promete una vida fácil y color de rosa, su promesa aquí es la que David describe en ese bello Salmo 23:
"Me das nuevas fuerzas
y me guías por el mejor camino,
porque así eres tú.
y me guías por el mejor camino,
porque así eres tú.
Puedo cruzar lugares peligrosos
y no tener miedo de nada,
porque tú eres mi pastor
y siempre estás a mi lado;
me guías por el buen camino
y me llenas de confianza." Salmos 23:3-4
y no tener miedo de nada,
porque tú eres mi pastor
y siempre estás a mi lado;
me guías por el buen camino
y me llenas de confianza." Salmos 23:3-4
d) Te haré volver a esta tierra. Aquí Dios declara una promesa que no gusta mucho al ser humano y la podemos leer entre líneas: Aún no estás listo para recibir todo lo que tengo preparado para ti, tengo que procesar tu carácter, tu liderazgo y tu fe. Entrarás al proceso, te moldearé hasta que seas lo que quiero. Cuando eso suceda, no te preocupes mi promesa es firme para siempre, tendrás todo lo que hemos hablado. Esto es fascinante. Dios preparó a Moisés 40 años en el palacio de Faraón, 40 años en el desierto para que al final guiará por 40 años a su pueblo. Procesó a José para que supiera perdonara sus hermanos por 13 años como esclavo y como preso, para que llegará a ser alguien grande. Procesó al dulce cantor, David, para que durante 40 años fuera el rey de Israel. La reflexión es la siguiente: No temas al proceso ni cuánto dure, confia que aquel que inció su obra, la finalizará perfectamente. "Estoy
seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la
irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese." Filipenses 1:6
Con estas 4 promesas, cada día levantate renovado, creyendo que cada día estás más cerca de ser lo que Dios ha prometido y más cerca de recibir lo que Dios ha preparado para ti.
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