Una palabra de Dios para Ti (Día 15) 7 Cosas que Dios detesta (Parte No. 2 de 2) Final


Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti…” Apocalipsis 2:4

Esta es la segunda parte del tema "7 Cosas que Dios detesta" basado en los mensajes que están escritas en las cartas a las siete iglesias. Un mensaje confrontador, pero a la vez inspirador para realizar un auto-examen de nuestra vida espiritual y de la condición que cómo iglesia estamos experimentando y lo que Dios espera de nosotros.


E) La indiferencia. 
 “…Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.” Apocalipsis 3:1-2

Dios siempre habla a tiempo y da muchas oportunidades para dar un giro al mal que cometemos, pero no hay nada peor, que su reprensión o consejo, sea echado en un costal roto. Elí pagó la consecuencia de ser indiferente con el pecado de sus hijos. Como guía del pueblo y de su casa tenía la oportunidad de quitar del ministerio a Ofni y Finees, pero nunca lo hizo, a pesar del aviso dado por el Señor. Dios cumplió sus palabras tal y como se las detalló al principio y que por pereza o somnolencia espiritual, no se buscó cambiar el rumbo de la decisión tomada por Él. De este modo Salomón quitó a Abiatar del sacerdocio del Señor, y así se cumplió lo que el Señor había dicho en Siló en cuanto a la familia de Elí.” 1° Reyes 2:27.

El punto de inflexión es ahora, es el momento de abandonar la apatía en cuánto al mensaje de Dios para tu vida. Dios nos habla de diversas maneras. Él ocupa la necesidad, la enfermedad, la bendición para llamar nuestra atención, dándonos la oportunidad de entender que debemos cambiar algo de nuestra vida, rehabilitar las cosas que hemos abandonado (La oración y la lectura bíblica), regresar a ser humildes y entregar lo mejor a Él.

Debes estar alerta al mensaje, para que cuando llegué nos encuentre bien, cambiando esas cosas que están mal; ya que de no hacerlo, poco a poco la insensibilidad se apoderará de nuestro corazón y al final, las consecuencias estarán a flor de piel y podremos hacer muy poco para cambiar el destino.

“Ezequiel, los israelitas también hablan de ti. Hasta en las murallas de la ciudad, y en las puertas de sus casas, se les oye decir: “Vengan, vamos a oír el mensaje que Dios nos ha enviado por medio de Ezequiel”. Y así lo hacen: llegan, se sientan delante de ti, y te prestan atención. Para ellos, tú eres como un cantante de dulce voz, que sabe tocar bien su instrumento musical, y que le canta al amor. Les gusta mucho cómo hablas, pero les gusta más el dinero. Te oyen, pero no hacen lo que les dices.” Ezequiel 33:30-32.

f) La mediocridad y la inconsistencia.  
He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” Apocalipsis 3:11

Dios nos reta a ser mejores cada día, nos invita a ser constantes y a luchar por él todos los días. Lastimosamente nos hemos acostumbrado a promediar las cosas y valorar lo bueno y lo malo realizado y manifestar la comodidad de que no somos lo suficiente malos como para estar separados de Dios.

No se ponga límites para servir a Dios, para cuidar de su vida espiritual, luche contra la permisividad, ya que Dios pide todo o nada, lo que hasta hoy hemos podido alcanzar en nuestra vida espiritual que sólo sea una base para continuar dando lo mejor, sin ver atrás, sin detenerse y sin dejar de luchar.

Pon atención, Ezequiel. Los israelitas me critican y dicen que soy injusto, pero en realidad los injustos son ellos. Por eso quiero que les aclares esto: Si una persona buena hace lo malo, todo lo bueno que haya hecho no la salvará de morir; pero si una persona malvada deja de hacer lo malo, todo lo malo que haya hecho le será perdonado, y vivirá por hacer lo que es recto y justo. Si roba algo, o recibe algo en prenda, pero lo devuelve, no volveré a acordarme de sus pecados, pues habrá obedecido mis mandamientos, que dan vida. Si a una persona buena le prometo que vivirá muchos años, y confiada en eso empieza a pecar, yo no tomaré en cuenta todo lo bueno que haya hecho, sino que morirá por los pecados que haya cometido.” Ezequiel 33:12-19.

     g) La Tibieza espiritual. 
     “Yo sé todo lo que haces. Sé que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!  Pero como eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” Apocalipsis 3:15-16. DHH

Uno de los mensajes más fuertes de las cartas es para Laodicea, en la cual Dios demuestra que no tiene matices,  no hay jerarquías, ni promedios. O un lado o el otro. O todo o nada.

El compromiso con Dios debe ser total, la obediencia es un acto en el cual se debe cumplir a plenitud. Aquí es el momento que como discípulos de Cristo puntualizamos nuestro deseo de ser fieles, constantes y perseverantes, que no nos dejamos manipular por nuevas ideas o deseos pasajeros. La tibieza no es más que el último destino, cuando la indiferencia, la mediocridad, la tolerancia, las falsas enseñanzas, la doble vida y la falta de amor se agrupan, donde ya no queda más que fingir, seguir por costumbre, no sé peca mucho, el pecado no parece tan malo como antes, la adoración se vuelve una carga, la oración y la lectura bíblica parece que nos recarga en nuestra vida atareada y nos preocupamos por ser conocidos, exitosos y prósperos, pero al final nos sentimos vacíos porque la Gloria de Dios hace mucho tiempo que nos dejó. Somos un reflejo lejano de lo que Dios quiere, cuando Dios ya no nos refresca con una palabra de su boca, sino de la boca de otros. 

Pero siempre hay una nueva oportunidad, Dios está a la puerta y nos dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3:20. No hay mejor momento que hoy para revisar nuestros caminos y nuestras obras para regresar arrepentidos delante de Dios.

¿Cómo?
               a) Inspeccione su vida. “Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová” Lamentaciones 3:40
                       b)  Pida perdón. “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.” Apocalipsis 3:19
                   c)  Comience de nuevo.SEÑOR, restaura nuestra relación contigo y nosotros regresaremos a ti.  Haz que nuestra vida vuelva a ser lo que era en el pasado.” Lamentaciones 5:21 PDT

Publicar un comentario

0 Comentarios