Susurro del Cielo: 4 Preguntas Fundamentales. ¿Hacia dónde va tu vida? (Parte No. 2) ¡Nuevo!


“En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;” Salmos 23:2-4

Necesitamos ser guiados, como las ovejas, necesitamos que satisfagan nuestras necesidades, que alguien esté pendiente de nosotros, porque realizando una autogestión, somos un desastre. ¿Se imagina un rebaño de ovejas sin un pastor?, es probable que no duren más de 48 horas vivas, ya sea por el peligro, ya sea por su propia ineptitud e inexperiencia para sobrellevar la vida.
Dios, en el Salmo 23 nos detalla 4 lugares que debemos pasar en la vida:

a)      Delicados pastos, me hará descansar (alimentación)
La alimentación es básica para el ser humano, sin ella moriríamos de desnutrición y de inanición. Nuestra alma también necesita ser alimentada, no sólo con comida rápida, sin nutrientes, necesitamos de abastecerla con la oración y su palabra. No un par de frases mal dichas, sino una conversación directa, amena y sincera con el Creador. “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Sn. Mateo 6:6 Además, debemos buscar en su palabra, palabras de edificación, consuelo y confrontación. Se deshace mi alma de ansiedad;
Susténtame según tu palabra.” Salmos 119:28.
Si nos llenamos de comida en mal estado o mal preparada, nos enfermamos, así es el alma. Debes darte un tiempo para alimentarte y crecer, fortalecer el espíritu y el alma a través de una relación directa con Dios que incluya la dieta básica y más sana para el alma: Una adoración genuina, una oración simple pero directa y una lectura sana de su palabra. El pan de vida es Cristo, es el único que satisface las necesidades del alma.
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.” Sn. Juan 6:35

b)     Aguas de Reposo, me pastoreará (sed)
Así como un venado sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios mío, busco estar cerca de ti. Tú eres el Dios de la vida, y anhelo estar contigo. Quiero ir a tu templo y cara a cara adorarte sólo a ti” Salmos 42:1-2.
La sed es terrible, seca la garganta y provoca náuseas. Necesitamos el agua para vivir, para refrescar nuestra vida. Dios nos conduce a lugares llenos de aguas refrescantes. Es muy difícil refrescar nuestra vida en un mundo lleno de problemas, dudas y dificultades. Es muy difícil respirar tranquilo en una vida llena de turbulencias, que golpea, que entristece, con personas que traicionan, que mienten que fallan.
Saber de qué agua beber, es lo que nos puede dar sentido a la vida. Ante el sequedal, ante la sed, el Señor nos propone satisfacer nuestra necesidad de agua para ya no tener esa necesidad. pero el que beba del agua que yo doy nunca más tendrá sed. Porque esa agua es como un manantial del que brota vida eterna.” Sn. Juan 4:14.
Acércate sediento a la fuente de agua vida, en Su Presencia es el único lugar donde refrescarás tu alma, cuándo anheles más que nada estar allí lleno de Él, nunca más tendrás que quejarte por beber. Acércate confiadamente, con un corazón sincero, una alabanza franca y con Él en el primer lugar de tus prioridades. Nunca más tendrás sed.

c)      Confortará mi alma. (Nos llena de fe y descanso)
Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.” Isaías 58:11.
Cuando nos dejamos guiar por el Señor, hayamos descanso. Esto no significa que nos tenemos que desconectar de la vida y “vivir por fe” esperando que nos dé todo lo que necesitamos. Esto significa qué nos llena de vigor, que nos levanta, que nos motiva a seguir adelante, que fracasar no significa ser un fracasado; sino que es una experiencia aprendida para no volverla a cometer.
Nos hace entender Romanos 8:28 “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito”, y sobre todas las cosas nos llena de gozo, que lo que ocurre, todo está bajo su control y podemos encontrar confianza que Él continuará haciendo su obra en nuestro corazón y en nuestra vida, hasta que podamos reflejar a Cristo.

d)     Me guiará por Sendas de Justicia, por amor de su nombre. (Nos llena de fuerzas)
“Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” Números 23.19
Dios jamás te mentirá, jamás dejará una obra a medias en tu vida, jamás fallará a una promesa. Su justicia es recta y firme, por lo que, tiene un propósito claro para nuestra vida: Es regalarnos salvación y vida eterna, para que vivamos con Él por la eternidad. Lo demás, es añadidura. El éxito, los reconocimientos, deben quedar en segundo plano.

Dios siempre te dará lo mejor. Él nunca dejará de amarte. No te mostrará atajos, ni te engañará, ni hará tropezar tu pie para que caigas. Siempre te guiará a casa y curará tus heridas sufridas en el camino y estará pendiente de ti. Él cumplirá sus promesas. Todas y cada una. Las 3,573  que aparecen en su palabra.


e)      Aunque ande en Valle de sombras y de muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo. (nos llena de valor y confianza)
¡Inmenso es tu amor por mí! ¡Me has librado de caer en el sepulcro!” Salmos 86:13
Has escuchado está frase: - tengo dos noticias, una mala y una buena, - ¿Cuál quieres escuchar?, siempre se usa cuándo queremos contar algo. Este versículo encierra dos noticias. La primera: tendremos que pasar tormentas y problemas, escucharemos malas noticias, perderemos algo o a alguien que amamos, nos traicionarán, la tristeza inundará nuestra vida, nos enfermaremos.
 La segunda noticia: Dios siempre estará a tu L-A-D-O, por lo cual, mira al temor y tómalo por el cuello y lánzalo lejos de tu vida. Observa lo siguiente:
“Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás  porque yo soy tu Dios y te pondré a salvo. Yo soy el Dios santo de Israel. Isaías 43:2-3 TLA. Dios está contigo S-I-E-M-P-R-E.
Dios está presente en todo momento de tu vida, en los momentos bellos, en las necesidades, en las fuerzas, en el temor. Prepara tus botas y camina de la mano de tu Padre Celestial, ese recorrido terminará siempre con una sonrisa en tu boca y en la de Él.

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