“Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2ª Timoteo 1:7
Vivimos en una
época donde buscamos cumplir nuestros deseos. La publicidad nos envía mensajes
de que todo, cuánto nos guste y nos proporcione placer, debemos poseerlo. No
hay límites, nos hablan de que no hay fronteras entre lo bueno y lo malo. Que
lo bueno, no es tan bueno y lo malo, no es muy malo. Nos han vendido
(literalmente) la idea que el cumplimiento de mis deseos, no tiene
consecuencias y que si mi placer daña a otros, no debe importarnos. Nada más
falso que eso.
¿Cuál es el fin
de un automóvil sin frenos, controles y conductor a una velocidad de 100
KPH? Un desastre, ahora bien y una vida
sin control, hedonista, relativista ¿hacia dónde nos lleva?. Nos lleva al
fracaso y a la destrucción. Debemos controlar nuestros deseos y pensar en las
consecuencias que tendrán en el futuro. La infidelidad, lleva al divorcio y a
la destrucción de una familia y el futuro de
los hijos. Una mentira sólo se cubre con otra y otra hasta que se revela
la verdad. El sexo desenfrenado, nos conduce a una vida vacía y con secuelas
físicas, espirituales y emocionales que son muy difíciles de sanar.
No
nos dejemos dominar por nuestros impulsos. Siempre habrán
tentaciones que parecerán lo más conveniente, pero si podemos dominar nuestra
vida, tendremos mejores resultados al final. Nos evitaremos dolor,
insatisfacción, tristezas y depresiones. Huye de la tentación. Pide Dirección y
control al Espíritu Santo, que brinde las fuerzas para seguir adelante. “Los que viven sin controlar sus malos deseos, sólo
piensan en hacer lo malo. Pero los que viven obedeciendo al Espíritu Santo sólo
piensan en hacer lo que desea el Espíritu.” Romanos 8:5. Vive en el
Espíritu y tu vida dará un giro extraordinario y cambiará tu dirección.
La solución es
sencilla:
a) Huye de
las tentaciones. Lutero dijo: “No puedo evitar que
las aves vuelen sobre mi cabeza, pero si puedo evitar que hagan nido en ella.” Además, el Apóstol Pablo mencionó: “Huye de
las pasiones de la juventud, y busca la justicia, la fe, el amor y la paz,
junto con todos los que con un corazón limpio invocan al Señor.” 2ª Timoteo
2:22.
b) Si has caído recurre al perdón de Dios: “Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de
toda maldad.” 1ª. Juan 1:9
c) Cuida lo que entra a tu mente: “Por lo demás, hermanos, todo lo que
es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.” Filipenses 4:8
d) Vive a la manera de Cristo: “Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue
tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” Hebreos 4:15
e) Establece límites claros y aléjate de ellos: Los límites no se
colocan para vivir en sus linderos, se establecen para ir al lado contrario.
“No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres.” Proverbios 22:28.
Conclusiones de la Enseñanza (Lo que el Espíritu Santo Produce en Nuestras Vidas):
a) Cuándo el Espíritu Santo ha levantado residencia en el corazón de un
hombre o una mujer, los resultados se ven a simple vista. Mejora nuestra
relación con Dios, con nuestro prójimo y con nosotros mismos (estima).
“El
Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi
lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo
que les he enseñado.” Sn. Juan 14:26
b)
El Espíritu Santo siempre nos lleva a que nos autoevaluemos, para
identificar nuestras fortalezas y debilidades.
“Escudriñemos
nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová;” Lamentaciones 3:40
c) Si luego de la autoevaluación los resultados no son satisfactorios,
nuestro Consolador siempre nos llevará ante la presencia de Dios para pedir su
ayuda y cambiar el rumbo.
“Cuando
venga el Espíritu Santo, él les dirá lo que es la verdad y los guiará, para que
siempre vivan en la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les
dirá lo que oiga de Dios el Padre, y les enseñará lo que está por suceder.” Sn.
Juan 16:13
d)
No dejes de seguir al Espíritu Santo. Deja que continúe haciendo su
obra completa en tu vida, porque siempre habrán mejoras que hacer, pero no cabe
duda que esa labor impactará positivamente en nuestra vida.
“Dios
empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando
hasta el día en que Jesucristo vuelva.” Filipenses 1:6 TLA
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