En esta segunda parte de estos beneficios, nos damos cuenta que Dios nos da nuevas oprtunidades, nos llena de su amor, siempre nos da lo mejor y nos fortalece.
c) Nos
da nuevas oportunidades:
“El
que rescata del hoyo tu vida…” salmos 103:4 a
Otra oportunidad. Palabras mágicas
que llenan de esperanza. Hemos sido redimidos. La palabra redención se deriva
de dos vocablos en latín que significa
re- de nuevo y émere comprar. Dios lo
hizo con nosotros. Le pertenecemos y nos alejamos de su Presencia y caímos en
el lodo del pecado, nos revolcamos, nos rebajamos, pisoteamos el nombre que nos
había entregado. Nos vendimos (o más bien dicho nos regalamos) a una vida
distante de su amor. No podíamos alcanzarlo, no había forma de lograr salir
adelante.
Pero a Dios no le importó, nos
siguió amando como el primer día y nos volvió a comprar al mandar a su Hijo a
pagar el precio que nos correspondía. De esclavos a príncipes. De malhechores a
nobles. No fue por algo que hicimos, no lo hizo por nuestra capacidad o la gran
inteligencia, ni mucho menos por el dinero de nuestras cuentas bancarias.
GRACIA. Cuando algo no se merece se define con esa palabra y esa palabra nos
alcanzó. Pasamos de muerte a vida en un instante. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna.” Sn. Juan 3:16
Y lo sigue haciendo. Nuestros más grandes
problemas, los resuelve, nos da vida nueva, una nueva oportunidad de vivir, de
respirar, de vivir para su gloria y honra.
d)
Nos
llena de su amor:
“El
que te corona de favores y misericordia…” Salmos 103: 4 b
Tenemos su favor. Una de la “leyes
sine qua non” de la familia es que un hijo recibe, no por lo que da, sino por
el amor que sus padres le tienen. No importan las materias aplazadas, los
juguetes regados, los lloriqueos sin razón. Un hijo siempre está bajo la
cobertura del amor de sus padres. Con Dios no cambia nada. Cada mañana nos hace
crecer y ser mejores, nos abre puertas, nos conduce hacia el éxito, cumple su
voluntad en nuestra vida. Su amor es inagotable. Sin embargo, entre más lejos
de Él estemos, menos disfrutamos de su amor. Recuerda cada día que si
estás cerca de Dios sus favores siempre te seguirá, su misericordia te hará
brillar y recibir muchas bendiciones de su mano.
"Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos." Sofonías 3:17
e)
Nos
da siempre lo mejor:
“El
que sacia de bien tu boca…” Salmos 103:5 a
Para este versículo, en la versión
Dios Habla Hoy, lo resume así: “quién me satisface con todo lo mejor.”
Para que sus hijos nunca los olvidemos, Dios no sólo nos da. Lo que nos da es
lo mejor que tiene para nosotros. No sólo material, sino espiritual. Nos ayuda
a educarnos y aprender que no podemos vivir a nuestra manera o a bajo los
mismos estándares del mundo. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2. El mundo te ofrece placer, que siempre acaba en dolor. Te
ofrece éxito y prosperidad pasajera. Parece que es lo mejor, pero no lo es.
Enfoca tus prioridades. Primero lo espiritual, luego lo material. Nos ha dado a
su Espíritu Santo, para consolarnos. Nos ha llenado de su Gracia y nos da un
nombre nuevo.
Cuando la gente nos culpa o nos
ridiculiza, Dios nos viste con ropas reales y manda a reservar los mejores
alimentos.
Dios da lo mejor, aunque no lo
parezca. Recuerde que los problemas y las dificultades es la mejor forma de ver
que la mano de Dios está con los que le temen.
f)
Nos
fortalece
“De
modo que te rejuvenezcas como el águila…” Salmos 103:5 b
La vida es difícil, pero
Dios nos remite a su palabra cuándo estamos cansados. Él es la fuente de
energía, es el que nos dota de nuevas fuerzas para continuar. Estar en su
Presencia es lo que nos llenará de la fuerza que necesitamos, la fe que nos
fortalece para enfrentarnos a la vida con nuevos brillos:
“Dios les da nuevas fuerzas a los débiles y cansados. Los jóvenes se
cansan por más fuertes que sean, pero los que confían en Dios siempre tendrán
nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y
correr sin fatigarse” Isaías 40:29-31
Muchos son los beneficios de ser
un Hijo de Dios: Su perdón, su gracia, la salvación, lo que nos da.
- En momento de debilidad, recuerda que tienes un
padre fuerte que te ayudará a mejorar tu carácter, aunque esto implique
disciplina.
- En
momentos que no te sientas amado, recuerda que te ama con todo su amor y nunca
lo dejará de dar.
- En la
dificultad, si confías en Él te fortalece.
- Nunca hará nada para dañarte, siempre te da lo
mejor.
- Te invita a que compartas con otros, estos
beneficios.
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