Tema: El Corazón de un Servidor
“[Jesús] se levantó
de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso
agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a
enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.” Sn. Juan 13:4-5
Servir
es indispensable para todo ser humano. Demuestra que somos parte de una
comunidad y que nos debemos a los demás. Teresa de Calcuta nos dejó la siguiente
frase: “El
que no vive para servir, no sirve para vivir”. Es por eso que se detallan las
siguientes características de un servidor de Cristo:
Sincero:
No hay
fingimiento en su servicio. No espera que haya fotografías, ni reconocimientos
por lo que hizo. Hace lo que debe hacer por amor y no por una recompensa o solicitud, siempre dando lo mejor de sí,
haciendo todo para la Gloria de Dios.
“Y
todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” Colosenses 3:17
Espiritual:
En el
servicio a Dios, no se puede dejar a un lado esta cualidad. No significa ser
religioso o ser libertino. Significa que Dios está al centro de su vida y su
estilo de vida lo marca Jesús. No busca experiencias sobrenaturales, no vive del
pasado, todos los días toma la cruz y sigue a Cristo.
“Y decía a
todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame.” Sn. Lucas 9:23
Responsable:
Toma un
compromiso y cumple su palabra, tomando con seriedad cada una de ellas. Sabe
decir no o si, dependiendo de su capacidad, pero jamás deja que su palabra sea
invalidad por un encargo incumplido.
“Cuando
a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los
insensatos. Cumple lo que prometes.” Eclesiastés 5:4
Visionario:
Un
servidor ve más allá de lo actual. Sirve a otros porque puede cambiar la
historia de otros. Una sonrisa, una clase bien preparada, una oración, una
atención puede llevar a Cristo a una persona y que la vida de su familia,
comunidad y hasta la nación pueda ser cambiada.
“No os olvidéis
de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.” Hebreos 13:2
Integro:
El
corazón de un servidor vive lo que predica. No tiene medias tintas ni matices.
No desarrolla diferencia con otras personas por edad, condición social o
económica.
“No
hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti,
por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría
contra Dios? Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse
al lado de ella, para estar con ella.” Génesis 39:9-10
Dadivoso:
No
espera recibir nada a cambio por lo que hace. Está dispuesto a servir a tiempo
y fuera de tiempo dando lo mejor de sí para que otros sea transformados y
puedan tomar el reto de seguir a Cristo.
“Y yo con el
mayor placer gastaré lo mío, y
aun yo mismo me gastaré del todo
por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.” 2ª Corintios 12:15
Obediente:
Escucha
la voz de Dios y está dispuesto a pagar el precio por ello. Tiene Voluntad,
convicción y emoción. Voluntad para cumplir el pacto hecho con Dios, convicción
para creer y emoción para ejecutar.
“Y Samuel dijo:
¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se
obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que
la grosura de los carneros.” 1ª. Samuel 15:22
Re-amoroso:
Un
servidor ama el doble porque ama lo que hace y ama a la persona a quién sirve
(Dios y su prójimo). Sabe que muchas veces será difícil pero lo hace con una
entrega total y eso es lo que llena su vida de satisfacción.
“El amor es sufrido, es benigno; el
amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada
indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la
injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta.” 1ª. Corintios 13:4-7
Estos son siete detalles
que Dios pide de nosotros y que nos hace
tener un corazón de servidor:
1.
Que
ame servir a los demás.
2.
Que
sea obediente
3.
Que
esté dispuesto a pagar el precio.
4.
Que
sea el primero en llegar y el último en irse.
5.
Que
sea un maestro de los detalles.
6.
Que
esté dispuesto a servir a tiempo y fuera de tiempo.
7.
Que
tenga voluntad, convicción y emoción.
Nunca olvide
este versículo; “Haz todo lo posible por ganarte la aprobación de Dios. Así,
Dios te aprobará como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, y que
enseña correctamente el mensaje verdadero.”
2ª. Timoteo 2:15
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