7 Responsabilidades de un Soldado de Jesucristo. (2a. Parte) ¡Nuevo!

4. 
Ser obedientes al 100%
Salomón, hijo mío, Dios conoce todos tus pensamientos, y sabe cuáles son tus intenciones en todo momento. Por eso, obedécelo con amor y de buena gana. Él siempre responderá tus peticiones; pero si no lo obedeces, él te rechazará para siempre.” 1ª Crónicas 28:9 TLA

Debemos seguir las instrucciones al pie de la letra y la única forma de hacerlo es leyendo su Palabra y meditando en ella. Recuerda que una obediencia a medias es desobediencia, por lo cual, como soldados debemos cumplir, aunque no nos guste y nos duela, su palabra porque sabemos que quiere lo mejor para nosotros.

5. Cuidar nuestras armas.
"Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones  y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él." 2a. Corintios 10:5 DHH

Un soldado que descuida sus armas está escribiendo su sentencia de muerte, porque en el campo de batalla quedará sin formas de defenderse y atacar. Así es la vida espiritual, si descuidas la oración, dejas de creer y de ser hacedor de Su Palabra, el fracaso es inminente. Una vida de adoración es capaz de dar la capacidad de no temer a los ataques del enemigo. La oración nos mantiene comunicados con nuestro Señor para identificar las mejores estrategias para la victoria y su Palabra es la guía exacta que indica sus mandatos que ayudarán a mejorar nuestra vida.

6. Dar el 100% en todo momento.
"Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un hombre de valor comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad" 2a Timoteo 2:15 DHH

Un soldado se siente orgulloso de cumplir el mandato proporcionado. La vergüenza viene cuando llenamos nuestra vida de mediocridad e hipocresía, porque al final es un peso tan grande que no nos deja ser mejores y darle todo a Dios.

7. Nunca hacer alianzas con el enemigo.
“No se unan ustedes en un mismo yugo con los que no creen. Porque ¿qué tienen en común la justicia y la injusticia? ¿O cómo puede la luz ser compañera de la oscuridad?  No puede haber armonía entre Cristo y Belial, ni entre un creyente y un incrédulo.” 2ª. Corintios 6:14-15 DHH

El diablo es nuestro enemigo mortal, pero con su sutileza ya artimañas nos ofrecerá un pacto que nos conducirá a la ruina: La tolerancia. Nos dirá que podemos cumplir nuestros deseos, que nos falta sentir el placer sensual, no todo es tan malo como parece, que nadie es tan firme y puro, que son cosas del pasado. Nos envolverá en sus mentiras hasta que parezca verdad. Sólo un buen soldado de Jesús no se deja rodear de dichas falacias, sino que permanece fiel todos los días de su vida.

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