10 Consejos para Mejorar Nuestra Vida. ¡Nuevo! (Parte No. 2 de 3)


6. Perdonar y eliminar resentimientos.
Yo les perdonaré todas sus maldades, y nunca más me acordaré de sus pecados.” Hebreos 8:12
Miles de personas sufren por la falta de perdón. Andan cargas pesadas que molestan su camino, provoca heridas en ellas y en los que tiene a su alrededor, por lo que necesitan sanidad y la mejor forma hacerlo es dejando libre al prisionero del rencor, amargura y depresión, que en todos los casos es la persona que no perdona. Es por ello que para evitar la carga se debe:


Confinar a la venganza lo más lejos de tu vida, desechando el dolor que esto conlleva.
Arrancar las raíces de amargura por la maldad cometida en tu contra.
Extirpar el rencor para siempre.
Pedir perdón para que la culpa no se desarrolle y multiplique en el corazón.
Permite que el perdón tome el control de tu vida para sanar tus heridas.
Al hacer estas acciones, te habrás despojado de una carga enorme y así lograrás avanzar hacia el propósito de Dios.

7. Servir en todo momento.
Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno.” Hebreos 10:24
Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido” en esta frase se resume la filosofía de vida de una persona que a través de su amor por los demás, dejó una huella imborrable en la sociedad. El servicio engrandece. Hace fijarnos en el bien que podemos hacer a los demás y evitar que nuestra vida se encaje en la búsqueda de la satisfacción propia y siempre piense en los demás.

En ese sentido, el servicio cambia al mundo. Nos saca de la zona de comodidad y nos hace entender nuestro propósito: hemos sido llamados a ser luz, sal y soldados. Todo esto tiene una función. La luz aparta a la oscuridad, La sal da sabor y el soldado se entrega por su causa. Todo es un servicio y por ello, nunca dude en hacerlo. Deja grandes satisfacciones. Eliminemos la idea de que los cristianos buscamos satisfacer nuestras necesidades y sigamos cumpliendo el legado de Jesús haciendo el bien a todos sin importar las recompensas.

8. Marca la vida de otros, haciendo una diferencia en ellos.
No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo.” Proverbios 3:27
Todos tenemos héroes que recordamos y nos motivan a tener una vida exitosa. La mayoría son famosos personajes que vencieron obstáculos, que dijeron no al placer, que vivieron lo que predicaron, en fin, muchas situaciones de impacto. Pero hay muchos otros que nos han dejado un recuerdo imborrable, personas de carne y hueso, conocidos, cercanos y que podemos tomar su ejemplo para marcar la vida de otros:
Ese maestro que se tomó el tiempo en ayudarnos a vencer el temor a hablar en público.
Esa madre que dejó todo por criar a sus hijos a pesar de que su esposo se fue del hogar.
Ese padre que con un sueldo miserable sacó adelante a una familia, sin quejas y lloriqueos.
Esa persona que tendió su mano, en el momento que más lo necesitábamos.
Esa persona que colocó su hombro para que lloráramos la pérdida de alguien importante o de la frustración de una derrota.
Aquella señora que tomó unas monedas, sin saber que teníamos necesidad.

Personas que marcaron nuestra vida. Aquellos que confiaron en nosotros a pesar de que sólo había “potencial”. Eso es lo que debemos hacer. Mirar el futuro y apoyar a los que lo necesitan. No sabemos si esa palabra, ese tiempo dedicado, esa moneda o billete, esa apuesta por ellos, edifique una persona que logre impactar muchas otras vidas. Debemos convertirnos en un Pablo en la vida de muchos. No sabemos que esa diferencia en una vida, haga una diferencia en el mundo.

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