Saúl le rogó: —Reconozco mi pecado pero, por favor, ¡trátame como rey delante de
los jefes del pueblo y de toda la gente! ¡Ven conmigo y hagamos un culto para
adorar a Dios!” 1ª Samuel 15:30 DHH
La
integridad es la piedra angular del carácter de todas las personas. Para un
líder todavía, más. La integridad aglutina a las palabras, los hechos y - es posible que hasta- el pensamiento, como
los mayores exponentes de una persona. Declara quién en verdad somos y cómo nos
comportaremos antes diferentes circunstancias.
En
el mundo actual, liberal y desenfrenado, es normal que las personas que
proclaman la integridad como un valor necesario, son señaladas como retrógradas
y se les analiza con una lupa su conducta, de tal forma que cualquier error es
motivo suficiente para tumbar la imagen de dicha persona.
La
falta de integridad es una plaga mortal que utiliza todas las armas necesarias
para seducir y hacer que más líderes caigan en sus redes. Utiliza la sed de
poder, las necesidades, el orgullo, la satisfacción sexual. Todo esto para
llenar el ego. Es allí que debe partir el cuidado del líder, en que su puesto
dentro de una organización o ministerio es para una meta en común y no para sí
mismo.
Ante
esos motivos, el líder debe enfrentarse a la decisión de darle valor a sus
principios, con las siguientes acciones de vida:
1.
Decidir vivir bajo los estándares de Cristo.
“…y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en la carne, lo
vivo en la fe del Hijo de Dios…”
Gálatas 2:20
2.
Entregar sus pensamientos a que sean gobernados por el Señor Jesús.
“…llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo.” 2ª. Corintios 10:5
3.
No descuidar su crecimiento espiritual y darle el valor que corresponde a la
oración y la lectura bíblica.
“…Nunca dejes
de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica…”
Josué 1:8
4.
Enfrentar cualquier tentación que venga a su vida. (Para las tentaciones
sexuales, la Biblia da otro consejo: ¡Huye!)
“…Huye también de las pasiones
juveniles…” 2ª Timoteo 2:22
5.
No dejarse llevar por impulsos o emociones.
“…Pues vi…lo cual codicié y tomé…” Josué 7:21
6.
Pedir perdón por los errores cometidos.
“…y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” 1ª Juan 2:1
7.
Fortalecer sus valores y dinámica de vida. No dejarse llevar por lo que el
mundo juzgue conveniente.
“No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento…” Romanos 12:21
8.
Entregar en todo momento lo mejor de sí mismo.
9.
Cuidar sus pensamientos, sentimientos y emociones.
“Sobre toda
cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él
mana la vida.” Proverbios 4:23
10.
No tener relaciones privilegiadas con otras personas. Mantener la igualdad con
todos.
“Hacer acepción de personas no es bueno…” Proverbios 28:21
11. Nunca esconderse , ni mantenerse en soledad,
ni dejar la actividad. Conocer a tu enemigo es importante. La tentación llega
al mismo momento, hora y lugar.
“Y aunque
todos los días ella le insistía, él la rechazaba.” Génesis 39:10 TLA
12.
Nunca invalides tus palabras con tus hechos. Vive lo que prediques. El ejemplo
impacta.
“…¿No has
considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón
perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” Job 1:8
Al
realizar todos estos consejos, tendrá una vida de rectitud. La batalla es
diaria. El líder debe hacer un recuento de su avance y nunca bajar la guardia
de que ya alcanzado el nivel más alto de integridad. La confianza en que no se caerá,
es la puerta que conduce a la caída. Nunca hay que olvidar, que siempre hay una
forma de empezar de nuevo. “Porque siete veces cae el
justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.” Proverbios
24:16
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