“Dios mío, tú cumplirás en mí todo lo que has pensado hacer. Tu amor por
mí no cambia, pues tú mismo me hiciste. ¡No me abandones!” Salmos 138:8
1. Hemos sido creados con un propósito.
“«Yo
te elegí antes de que
nacieras; te aparté para que hablaras en mi nombre a
todas las naciones del mundo».” Jeremías 1:5 TLA
Nadie
nace al azar. No es una cuota del destino ni un error. Todos los que tenemos la
oportunidad de vivir en esta Tierra hemos sido creados para hacer algo. Sea
pequeño o grande. Para sobresalir o para impactar a nuestra familia o personas
cercanas.
Dios
nos ha dado un propósito, ha entregado habilidades y talentos que son
diferentes entre sí. No ser muy bueno en matemática o ciencia exacta no es
impedimento para hacer la diferencia. Por ello, siempre da el 100% en todo
momento, disfruta el camino y siembra en otros.
Descubrir
el fin es difícil, pero aclara nuestro camino. Sea que hayamos tenido una vida
dura sin oportunidades, con una familia desintegrada, o todo lo contrario.
Ninguna de las dos es impedimento para que Dios sea glorificado.
Por
ello, ocupa tu tiempo de la mejor manera. Aprende todo lo provechoso. Levanta
tu vista, planea y consulta con Dios. Eso se hará realidad en tu vida.
2. Hemos sido hechos para adorar.
“Todo
lo que respira alabe a JAH. Aleluya.” Salmos 150:6 RVR
1960
A
Dios le encanta la adoración. Sea con un canto, con una aclamación o con un
hábito, con un trabajo. Todo lo que hagas es una buena forma de exponer a Dios
nuestra gratitud, admiración y respeto. Es por ello que tenemos una visión
clara de Dios en nuestra mente. No hay que perder la oportunidad de adorarle.
La adoración es demostrar el corazón, depender de Dios y confiar en sus
palabras.
La
adoración está compuesta de los siguientes ingredientes:
Cuando
adoramos demostramos el deseo de vivir con y para Dios. Depender de Él al 100%
y desarrollar un nivel de confianza tal que se disfruta su Presencia.
“Más
que vivir, prefiero que me ames. Te alabaré
con mis labios.” Salmos 63:3
Dedicación:
La
adoración permite separar tiempos a solas para conocerse mejor con Dios. Entre
más relación, mejor comunión. Con más comunión, sólo hay una entrega total.
“¡A ti me entrego por completo, porque tu
gran poder es mi apoyo!” salmos 63:8
Obediencia:
Cuando
hay una relación estrecha de adoración, Sus Palabras no son mandatos o leyes a
cumplir para evitar castigo. Son consejos que nos ayudan a tener una mejor
calidad de vida.
“¡Tanto amo tus enseñanzas que a todas horas
medito en ellas!” Salmos 119:97
Rendición:
Un
corazón enamorado de Dios, no es capaz de irse en busca de su propia fortuna,
suerte, deseos o capricho. Simplemente vive para su Amado y su Amado vive para
él o para ella.
“Jeremías le dijo a Dios: «Dios
mío, con lindas palabras me llamaste, y yo acepté tu invitación. Eres más fuerte
que yo, y por eso me convenciste.” Jeremías 20:7
Admiración:
La
adoración es la única manera de traducir el asombro humano sobre la grandeza de
Dios. Su peculiar amor por sus hijos. Su singular creatividad. Su misericordia
extrema. Su poder ilimitado. Su Gracia infinita. Estas son algunas cosas por
las cuales el hombre sólo puede dedicarle un altar en su corazón a Dios, que
hace grandes todas las cosas.
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la
obra de sus manos.” Salmos 19:1
Confianza:
Sólo
a través de la adoración, se puede eliminar las barreras de falta de fe en lo
que Dios puede hacer.
“Mas
yo en ti confío, oh
Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.” Salmos 31:14
Integridad:
Un
verdadero adorador es capaz de exponer lo que realmente es delante de Dios,
puede dejarse examinar, quita su corazón de lo que los demás pueden decir y lo
único que le importa es lo que Dios opina de él o de ella.
“Examíname,
¡ponme a prueba!, ¡pon a prueba mis pensamientos
y mis sentimientos más profundos!” Salmos 26:2
Ofrenda:
La
actitud correcta en la adoración es la fragancia que llama la atención de Dios.
“Por
su parte Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas, y se las
llevó a Dios como ofrenda. Dios
recibió con mucho agrado la ofrenda
de Abel,” Génesis 4:4
Necesidad:
Cuando
una vida de adoración se desarrolla. No hay forma de escaparse de su presencia,
se dibuja una sonrisa sólo pensar que se tendrá un momento para derramar
nuestra alma en Su Presencia.
“Así como un
venado sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios mío, busco estar cerca
de ti.” Salmos 42:1
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