Una
vida de una persona promedio puede alcanzar los 80 años. Es decir, 960 meses,
28800 días, 691,200 horas, 41, 472,000 minutos y un poco más de 2 mil 400
millones de segundos y muchos de ellos los desperdiciamos en la tristeza, el
orgullo, la preocupación, la amargura, la ira, celos, o cualquier cosa que
causa un gran daño a nuestra vida. Santiago nos dicta una amarga realidad: “cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que
se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.”
Esto puede ser desalentador. Sin embargo, si se
ve con optimismo, este tiempo se puede disfrutar. No es necesario hacer algo
extraordinario, ser millonario o ganar un premio o lograr el reconocimiento mundial.
La vida debe disfrutarse. Esto no quiere decir desgastarle en el placer ni en
satisfacer nuestros deseos. Es algo más. Es por ello que a través de lo que
leeremos, podremos encontrar 10 cosas que podemos hacer para disfrutar la vida.
Como dijo Séneca: “La vida es como una leyenda: no importa que sea
larga, sino que esté bien narrada.”
- Entrégate a Dios:
“¿A
quién tengo en el cielo?
¡A nadie más que a ti!
Contigo a mi lado,
Nada me falta en este mundo.” Salmos 73:25
No
podemos pasar por esta vida ignorando a Dios. Incluso no podemos vivir si
sabemos que Dios existe, pero no le conocemos, no disfrutamos su compañía y no
vivimos para buscar Su Presencia. Él da sentido a la existencia, le da color a
la vida. David lo dijo: “Tú
me enseñaste a vivir como a ti te
gusta. ¡En
tu presencia soy muy feliz! ¡A tu lado soy siempre dichoso!” Salmos 16:11
TLA.
El punto de esto no es que Dios se convierta en
nuestro proveedor, sanador, benefactor o otra cosa que cubra nuestras
necesidades. Esto es añadidura. Él ya lo hace, no importa si crees o no crees en
Él. “…Él
es quien hace que salga el sol sobre los buenos y sobre los malos. Él es quien manda
la lluvia para el bien de los que lo obedecen y de los que no lo obedecen.”
Mateo 5:45 TLA. Lo importante de la entrega, está en el
significado de la palabra: no es lo que Él haga, es lo que hagamos por Él. Que
nosotros seamos sus hijos, siervos o amigos. Que nos deleitemos en Él. Que lo
amemos con todo el corazón. Que nuestro cuerpo, alma y espíritu sean capaces de
entender que no hay nada mejor. “Entrégale a Dios tu amor…” Salmos 37:4 TLA
dijo David, porque entendía que lo mejor que le había pasado en la vida no era
su reino, sus canciones, su éxito como guerrero, su familia, sus riqueza y gran
nombre. Su felicidad residía en que Dios no lo había ignorado, que lo acompañó
en sus tristezas, que le dio la oportunidad de conocerlo en verdad y David no
lo desaprovechó.
Es por ello que para disfrutar este paso por la
vida, es necesario encontrarse con Dios. Habrá muchas oportunidades, algunas
buenas, otras quizás no tan buenas, pero Él estará esperando. Su amor no cambiará.
Puedes pasar de creer en Él, a convertirte en su hijo, su siervo y amigo. Él ya
lo hizo todo al darnos la oportunidad de vivir, de ser salvos por su gracia.
Sólo nos falta, acercarnos con todo el corazón y vivir.
Si ha perdido el sentido de la vida, sino
encuentra el propósito, recurra a su Hacedor. Conoce nuestros talentos.
Nuestros defectos. Lo bueno, lo malo y tiene planes para nuestra vida: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Jeremías 29:11.
Sólo
hay que acercarse. Hablar con Él. Ser parte de su familia y no cabe duda que la
vida dé un giro de 180°.
1 Comentarios
esto es muy bueno, amen
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