El matrimonio. Se ha escrito, hablado, aconsejado sobre este tema por la gran importancia que tiene en la sociedad. Es por ello que también aquí se hace un pequeño aporte, para aquellos que estamos aprendiendo a disfrutar de una de las etapas más hermosas de la vida.
Es por ello que se detallan los primeros 5 puntos del decálogo de una vida matriomonial:
1.
La fidelidad debe ser tu prioridad. No dejarás brecha alguna para coqueteos con
personas ajenas a tu matrimonio.
“Si
quieres disfrutar del amor,
disfrútalo con tu esposa. ¡Guarda
tu amor sólo para ella! ¡No se lo des a ninguna otra!
No compartas con nadie el gozo de tu
matrimonio. ¡Bendita sea tu esposa, la novia de tu juventud! Es
como una linda venadita; deja que su amor y sus
caricias te hagan siempre feliz.” Proverbios 5:15-19
2.
Utilizarás el tiempo correctamente para fortalecer tu matrimonio. Apagarás el
teléfono, desconectarás tu acceso a internet o cualquier cosa que no te permita
conversar, ayudar o desempeñar los roles delegados por Dios en tu matrimonio.
“Puesto
que Dios nos ha dado una corta vida en este mundo, disfrutemos de cada momento
con la mujer amada. ¡Disfrutemos cada día de esta vida sin sentido, pues sólo
eso nos queda después de tanto trabajar!” Eclesiastés 9:9 TLA
3.
Aprende a escuchar. Aprende a prestar a atención a los gestos, palabras y
actos, no sólo escuches lo que te conviene y pregunta si algo no quedo claro.
Muchos problemas matrimoniales se dan porque no escuchamos activamente.
Recuerde que una conversación involucra a dos personas y debemos ocupar la
mayoría de nuestros sentidos para que el mensaje quede claro y no haya
problemas de interpretación.
“Mis
queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben
estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse
y hablar mucho.” Santiago 1:19
4.
No menospreciar a tu esposo (a). Desde el momento que lo elegimos para
compartir nuestras vidas era porque lo considerábamos importante y valioso, por
lo que no debemos perder el enfoque. Entrégale el valor que merece, el lugar
que le corresponde en tu corazón y que él o ella se sienta amada (o), valorada
(o) y dignificada (o) en nuestras acciones.
Habla
bien de ella o de él, preséntala a tus amistades, nunca la dañes con palabras
groseras, ni la desmotives por sus pensamientos, deseos o sueños.
“Vosotros,
maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que
vuestras oraciones no tengan estorbo.” 1ª Pedro 5:7
5.
Lucha por destruir los “asesinos del amor”. La pornografía, el alcohol, los
juegos de azar, las drogas y todo aquel mal hábito pelearán todos los días por
robarte tu tiempo, apego y quitar la mirada de tu esposa(o). No darán treguas,
destruirán la visión santa del matrimonio y te llevarán a un precipicio de
tristeza, amargura y desilusión. Aparentemente te piden poco, pero al final se
llevan todo. Déjalos afuera de tu vida y probablemente todo se reedificará.
“Atrapen
las zorras, las zorras pequeñas
que arruinan nuestros viñedos, nuestros
viñedos en flor.” Cantar de los Cantares
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