Siete Versículos para Una Semana Victoriosa (No. 56)

Dios nunca renuncia a amarnos. Él hará hasta lo imposible para que te cobijes en su amor.

“Dice el Señor: «Voy a curarlos de su rebeldía; voy a amarlos aunque no lo merezcan, pues ya se ha apartado de ellos mi ira.” Oseas 14:4 DHH

La búsqueda de la santidad simboliza que amas a Dios más que a ti mismo.

“Yo tengo presente tu amor y te he sido fiel.” Salmos 26:3 DHH

El llamado de Dios no será grandilocuente, probablemente no sea una visión o una palabra profética. Simplemente será un: S-I-G-U-E-M-E.

“Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.” Lucas 5:27-28 RVR1960

La cruz destruyó la muralla que nos aislaba de Dios, nos reveló que para el amor no hay nada imposible, nos tendió la oportunidad de disfrutar la eternidad y mostró que lo imposible es posible. De instrumento de muerte se convirtió en el símbolo de nuestra salvación.

“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” 1ª Corintios 1:18 RVR1960

Llegará el momento que optarás entre ser seguidor o discípulo de Cristo. Muchos seguidores volvieron atrás, otros pidieron su crucifixión. En cambio, los discípulos cambiaron al mundo. La elección es tuya.

“pero como no los encontraron allí, llevaron a rastras a Jasón y a algunos otros hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: — ¡Estos hombres, que han trastornado el mundo entero, también han venido acá.” Hechos 17:6 DHH

La santidad y la gracia van de la mano.

“Ella le respondió: —Así es, Señor. Nadie me ha condenado. Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar.” Juan 8:11 TLA

Un carácter moldeado, un corazón fiel y unos oídos atentos son los componentes esenciales para el Llamado de Dios.

“y poco después, Dios mismo se le acercó y lo llamó como antes: -¡Samuel, Samuel! Y él contestó: —Dime, Dios mío, ¿en qué puedo servirte? 1ª. Samuel 3:10.