Para disfrutar la vida es necesario avanzar. Es por ello, que para mejorar debemos tener pasión y La segunda palabra que aprenderemos es DETERMINACIÓN. Con dos mujeres que dejaron huella.
«Reúne a todos los judíos que se encuentren en
Susa, y ayunen por mí, no coman ni beban durante tres días. También mis
sirvientas y yo ayunaremos. Después de eso, me presentaré ante el rey, aunque
la ley no lo permita. ¡Y si tengo que morir, moriré!» Ester 4:16 TLA
Este es una de los enunciados registradas en la
Biblia que nos permiten entender la palabra Determinación. Una mujer que logra,
a través de su belleza y carisma, conquistar el corazón del rey del imperio más
grande de sus días. Un hombre con un plan de destrucción para el pueblo de la
reina. Dios con un plan perfectamente planificado para dar salvación a su
pueblo. Una reina con una decisión que tomar. Una decisión tomada correctamente
que logró un efecto eterno en el propósito de Dios.
¡Y si tengo que morir, moriré!
Palabras audaces. Decididas. Arriesgadas. Llenas
de valentía, pero con un alto grado de incertidumbre. Hoy que conocemos el
contexto, se ven fáciles. Ya vimos la victoria; pero cuando alguien está
escribiendo la historia, no es capaz de ver el final… a menos que haya
determinación en sus palabras y hechos.
Es otras de las claves para tener una vida mejor,
porque la determinación se alimenta de la fe en Dios, se nutre de la pasión y
se fortalece con el carácter.
Es una decisión que nos permite enfrentar o
retirarnos.
Deshacernos del miedo y ser valientes.
Rut, otra mujer, nos permite ver las
características de una persona determinada:
“Pero Rut le contestó: — ¡No me pidas que te deje y que me separe
de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo,
y tu Dios será mi Dios. 17 Moriré
donde tú mueras, y allí quiero ser enterrada. ¡Que el Señor me castigue con
toda dureza si me separo de ti, a menos que sea por la muerte!” Rut 1:16-17 DHH
a) Toman decisiones difíciles:
“— ¡No me pidas que te deje y que me separe de ti!”
Entrega total. Abandono. Comodidad. Esta mujer iba a una tierra
desconocida donde su condición de extranjera y de sexo, le auguraba un solo
destino: Marginación. Sabía lo que le iba a tocar vivir. Sin un esposo, viuda y
con una suegra sin recursos. Todo lo que tenía que hacer era regresar a su
familia, volverse a casar y continuar su vida. Sin embargo, prefirió
encaminarse a un futuro prometedor que quedarse estancada en su vida ya
establecida.
La determinación nos lleva a tomar decisiones difíciles. Un
ministerio nuevo. Un nuevo trabajo. La creación de una empresa. Todo puede
pintar mal, pero el corazón de una persona determinada entiende que puede
existir una sola oportunidad de cambiar su historia.
b) Salen
de la zona de confort.
“Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú
vivas.”
Noemí y Rut tenían un camino pero no un destino. Regresar a la
patria de Noemí, sin nada y sin nadie. “Salí de aquí con las manos llenas, y
ahora las traigo vacías porque así lo ha querido el Señor.
¿Por qué me llaman Noemí, si el Señor todopoderoso me ha condenado y afligido?”
Rut 1:21 DHH
Sin un lugar a donde llegar. Sin nada en las
manos. Con una sentencia de marginación social. Sin embargo, Rut no iba
interesada en las heredades y otras cuestiones materiales. Llevaba una
mentalidad de iniciar de nuevo, de borrar el pasado y enfrentar un futuro con
una nueva mentalidad.
El confort de tener lo necesario nos impide ver
más allá. Nos impide tomar el llamado de Dios. La cruz de hoy, no nos permite
ver la corona del mañana (aunque no es una promesa concreta) Nos impide ver que
dejarlo todo puede llevarnos a cambiar el rumbo de la historia familiar.
c) Cambia sus hábitos, costumbres y tradiciones (cultura)
“Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.
Rut le dio vuelta a la página de su vida. Tenía hábitos y
costumbres completamente diferentes. Sus dioses pedían sacrificios humanos de
sus propios hijos. Sin un trato personal, indiferentes con su “creación”,
esperando recibir, sin darles nada a cambio.
Pero Rut se aferró a
lo verdaderamente importante: Dios. Cambió su mente. Cambió su forma de
comportarse. Su fe. Es decir, la determinación nos permite identificar cuáles
son nuestras debilidades, qué nos ata al pasado.
Nuestra familia no
puede dictaminar nuestra vida. Josías al igual que Rut, tuvo un padre,
idolatra, asesino, corrupto. Un abuelo brujo, que le gustaban las ciencias
ocultas, introdujo a un ídolo a la Casa de Dios. Una familia que no nos
enorgullece, que nos sonroja. Sin embargo, Josías decidió cambiar su historia
familiar. Buscó a Dios y un mentor que le enseñara que si se puede tener un
corazón limpio. Decisiones correctas, que lo llevarán a darle una oportunidad
de vida a todo un pueblo y dejar un legado de integridad.
“No hubo ningún rey, ni antes ni
después de él, que como él se volviera al Señor con todo su corazón y con toda
su alma y con todas sus fuerzas, conforme a la ley de Moisés.” 1ª Reyes 23:25
DHH
Nuestras
circunstancias actuales no pueden atarnos al pasado. Nuestras costumbres
pasadas no son capaces de destruir lo que Dios está haciendo en nosotros. Una
vida no puede dejarse llevar por los señalamientos del pasado. Un aborto no
puede destruir lo que Dios ha hecho. Un divorcio no significa que el Señor se
ha olvidado de ti.
“Estoy
seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá
llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese.” Filipenses 1:16
Un error, pecado o
falta no puede hipotecar nuestro llamado por Dios. Si no hay que preguntarle a
Moisés que mató a un egipcio y Dios jamás se lo recordó. Pedro después de negar
tres veces a Jesús, en el nuevo encuentro después de la resurrección no recibe
castigos, reprimendas o reproches. Todo lo contrario, recibe perdón y una nueva
visión.
Esa es la clave. Saber
pedir perdón y saber recibirlo. Eso marca la diferencia. Dejar las cosas que
nos dañan y seguir adelante. Dejar las maletas del pasado y enfrentar con Dios
lo que viene. Eso nos hará tomarnos de la mano correcta, sin cargas que hieran
el corazón.
d) Hacen pactos y los cumplen:
Moriré donde tú mueras, y allí quiero ser enterrada. ¡Que el Señor
me castigue con toda dureza si me separo de ti, a menos que sea por la muerte!”
La última característica de las personas determinadas es que
tienen palabra y la cumplen. Rut comprometió su palabra y siempre hizo todo lo
posible para cumplir sus promesas. Rut nunca dejó de apoyar a su suegra. Nunca
dejo padecer necesidad. Nunca dejo de trabajar con fidelidad e integridad.
Trabajo duro, tanto que llamó la atención del hacendado, con la consiguiente
recompensa de recibir apoyo en todo momento.
La final su vida cambia. Cumple su pacto y lleva a su suegra para
que cuide a su hijo. Que por cierto es bisabuelo del rey David. Al igual que
Rut, Dios no se quedó sin recompensar a Rut por el cumplimiento de su
determinación.
Rut logró cambiar su historia y es parte de la misma. Con un poco
de determinación, todo puede ser diferente.
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