7 Versículos para Una Semana Victoriosa. (No. 67)

1. La fe no es pasiva. 

    No espere que algo ocurra.

    Haga que lo que espera, suceda.

“Pero como había mucha gente y no podían acercarlo hasta Jesús, quitaron parte del techo de la casa donde él estaba, y por la abertura bajaron al enfermo en la camilla en que estaba acostado.  Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo: —Hijo mío, tus pecados quedan perdonados.”

2. Ante una decisión, la desesperación es una mala consejera.

“Sin embargo, si esperamos recibir algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo con paciencia.” Romanos 8:25 TLA

3. Mientras más te quejes de tu pasado, menos tiempo tendrás para construir un buen futuro.

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.” Isaías 43:18

4. El pecado tiene una excelente área de marketing. 

Publica lo oculto. 

Destruye tu imagen. 

Desnuda tu integridad.

“Porque todo lo que esté escondido se descubrirá, y todo lo que se mantenga en secreto llegará a conocerse.” Sn. Lucas 8:17 TLA

5. Inculca en tus hijos la disciplina, el trabajo duro, la bondad y el amor a Dios, así jamás te preocuparás del camino que ellos tomarán.

“Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado,  y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes.” Deuteronomio 6:6-7 TLA

  

6. Cuando adores recuerda que no depende quién la dirige; sino a Quién va dirigida.

“pero él me dijo: « ¡No lo hagas! Adora a Dios, pues todos somos servidores de él: tanto tú como yo, y los profetas y todos los que obedecen la palabra de Dios.»” Apocalipsis 22:9

7. La salvación y el perdón de nuestros pecados son gratuitos pero no porque carezca de valor, sino porque nadie es capaz de pagar el castigo por ellos, nadie tiene los bienes suficientes para adquirirla ni nadie tiene la integridad para conseguirla por sus méritos. Sólo Jesús.

“Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló.” Efesios 2:8