Compromiso de un Padre No. 2: Liderazgo Espiritual

Compromiso de un Padre No. 2: Liderazgo Espiritual

Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes. Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente. Escríbelas en la puerta de tu casa y en los portones de tu ciudad.” Deuteronomio 6:6-9 TLA

Estamos en una era difícil para los cristianos. Por un lado nos enfrentamos a teologías novedosas que exaltan el culto a lo sensorial, a lo místico, a las sensaciones, donde se le da mucha importancia a sentir y no a vivir. En la otra esquina nos encontramos con el humanismo, hedonismo y relativismo que exalta al hombre por encima de cualquier cosa. Al otro lado, se encuentra la prosperidad y las riquezas materiales por encima de pagar el precio. Y para finalizar, para cerrar el cuadro, están aquellos que viven apegados a dogmas, tradiciones y culturas que no figuran en la Palabra de Dios y deben vivir ceñidos a dicha argumentación humana que esclaviza al hombre.

Ante esta situación nos encontramos. Esto no se da fuera en la sociedad. Ella ya tiene sus problemas. Esto lo encontramos en el cuerpo de Cristo y la familia está expuesta a todo esto. En ese sentido, la familia como núcleo de la iglesia y de la sociedad debe ser el garante de conducir a Cristo, no de traspasar la fe, porque es una decisión personal, pero sí de lograr que haya conciencia de la necesidad de un Salvador.

Es allí donde el padre (y madre, también) juega un papel preponderante. Un rol de liderazgo espiritual, capaz de influir a que la casa sea el lugar donde la Presencia de Dios more, donde las Sagradas Escrituras sean el modelo a seguir y los valores cristianos se traten de vivir de manera eficaz. Ese rol se podrá realizar a través de:

1.       El modelamiento:
“Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar.” Mat

eo 11:29 TLA
El modelamiento es aprendizaje por imitación a través de un modelo. Los padres deben ser el modelo a seguir por parte de los hijos. Muchos de los comportamientos de los hijos son “made in home” es decir hechos en casa. Es por ello que los padres deben garantizar que sus hábitos sean correctos y saber entender que nuestros hijos aprenden de lo que ven, oyen o perciben. Son cosas pequeñas que tendrán un gran impacto en la vida de los niños y jóvenes:

a)      Respeten a Dios. Es imperativo tratar que nuestros hijos aprendan a temer a Dios y respetar su Nombre y todo lo que sea necesario. Es importante dar lo mejor y enseñar a nuestros hijos que Dios se merece nuestro honor y respeto para acercarnos a Él.
“No usen mi nombre sin el respeto que se merece. Si lo hacen, los castigaré.” Exodo 20:7
b)      Obedezca las leyes y normas de la sociedad. Desde botar basura en la calle, sobrepasar un semáforo en rojo y otras normas de convivencia debe ser el patrón a seguir en nuestro comportamiento.
“Sólo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha dado poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos obedecer a las autoridades del gobierno.” Romanos 13:1 TLA

2.  El liderazgo:
Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas.” Proverbios 22:6
Los niños necesitan una dirección que deben seguir y los padres son los llamados a darle guía y trazar un camino a seguir por parte de ellos. Ellos no pueden tomar decisiones sobre sus vidas, se debe ser fuerte y vigoroso, dándoles una forma de convivencia que impacte su vida cuando lleguen a la independencia familiar y económica. Un niño sin un líder tiene altas probabilidades de llegar al fracaso y si el liderazgo es débil, sus probabilidades son mayores.

Educar, disciplinar (no maltratar que es muy distinto), aconsejar e instruir son las bases del liderazgo de un padre y de la forma correcta de llevar a un niño a ser instruido a caminar con Dios.

A veces es muy difícil leer las Escrituras pero se debe buscar el tiempo necesario, debe ser parte del hábito familiar lograr que una vez a la semana, diario haya una lectura bíblica y una oración. Además, de la búsqueda personal o de las visitas al templo. Esto hará que los niños busquen a Dios no por las necesidades o por solventar situaciones familiares, sino tratar que Dios tome el control del hogar.
 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8 RVR 1960

Evitar que haya componendas con los anti-valores de la sociedad actual. Nuestros hijos tendrán la tecnología suficiente como para tener un alto grado de privacidad que conlleve a tener material inapropiado para ellos, ya sea música, videos, lectura y  fotografías. Pero no puedo solicitar que no lo tengan si es parte de mis hábitos también tenerlo. Se debe romper con todo aquello que nos ate a nuestro pasado sin Dios para que nuestros hijos puedan ver que nuestra relación con Dios es genuina y auténtica.
“Por eso, ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir.” Efesios 4:22 TLA

Que logren un encuentro con Dios. Debemos motivar a nuestros hijos a conocer que el quiere ser el dueño de nuestras vidas y que debemos darlo todo por Él. Que caminar con Dios implica pagar el precio, renunciar a tratar de complacernos, de tener un compromiso real  para llegar su Presencia. Que no se deje llevar por las apariencias y que logren moldear su vida de una forma tal que Dios cumpla el propósito preparado para su vida.
“Dios me dijo que los reuniera delante de él, pues quería hablarles y enseñarles a obedecerlo todo el tiempo, para que del mismo modo ustedes enseñaran a sus hijos.” Deuteronomio 4:10.

Ese debe ser el liderazgo espiritual, no sólo cumplir con asistir a la iglesia, ofrendar y servir. Esto es una pequeña parte de todo el trabajo que se debe hacer para que nuestros hijos e hijas conozcan que Dios es el Señor de todo lo que existe y evitar que una generación se pierda en los lazos de una sociedad basada en valores materiales.

“Murieron también todos los israelitas de su época; por eso los que nacieron después no sabían nada acerca del Dios verdadero ni de lo que él había hecho en favor de los israelitas.” Jueces 2:10 TLA

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