10 compromisos. 10 acciones. 10 responsabilidades que recaen
sobre los hombres en todo momento. La sociedad necesita de hombres que asuman
con valentía, el reto de guiar su propia vida, la vida de su esposa y la de sus
hijos. Un hombre jamás puede aislarse a fungir solamente como proveedores. Su
papel va más allá. En estos tiempos donde la sociedad está cuasi destruida, se
necesita de hombres que se levanten del sofá, que salgan de las oficinas, que
salgan de los gimnasios y de las canchas, para retomar su rol principal, el
legado que deben dejar a esta sociedad.
La importancia de un hombre es tal en la sociedad que, a
pesar del esfuerzo que muchas mujeres
hagan jamás podrán llenar el vacío de un padre en la vida de sus hijos. Es por
ello, que los hombre necesitamos tomar 10 compromisos para cambiar primero la
vida, luego la familia, llegando estos cambios a la comunidad y finalizando con
el país. Un compromiso con la responsabilidad de sus actos, de liderar y
modelar una familia, de caminar en fidelidad, de seguir a Cristo, mostrarse
íntegro, ser un hombre de oración, que se esfuerza por ser mejor cada día, con
la capacidad de pasar por alto la ofensa y saber perdonar, de seguir adelante
enfrentando los retos de la vida con gallardía y coraje y de siempre superarse.
10 compromisos que inician a escribirse hoy. Lo cual no es
una tarea fácil. Pero lo fácil es lo para aquellos que desean pasar por esta
vida. Sin embrago, estos compromisos al ser adquiridos, serán para aquellos
valientes que den un paso al frente y desean cambiar.
a) El
compromiso de la responsabilidad:
Dios delegó
exclusivamente al hombre la capacidad de gobernar la creación, es decir, le dio
una responsabilidad de guiar y dirigir con sabiduría todo lo que Dios había
hecho. Lo dotó de la fuerza física para emplearse a fondo en la construcción de
un destino, le dio la sabiduría necesaria para ser capaz de gestionar u
na familia
y la inteligencia emocional necesaria para conducirse con prudencia, diligencia
y fidelidad.
“El Señor Dios puso al hombre en el jardín de
Edén para que se ocupara de él y lo custodiara.” Génesis 2:15 NTV
Es por ello
que tiene el compromiso de ser responsable de sus actos, no dejándose llevar
por sus deseos, sino saber que todo acto tiene consecuencias y debe ser capaz
de tomar decisiones correctas y ante un error, debe reparar el daño y
conducirse con diligencia.
Además, es
responsable de la adoración y acercar a Dios a la familia. Aunque en la Biblia
no se le detalla como sacerdote, pero si le entrega una responsabilidad
compartida con su esposa de recordar la Ley de Dios a sus hijos, conducirlos
rectamente y disciplinarlos con sensatez.
“Algunos de
ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro que sí! Pero no
todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida cristiana.” 1ª
Corintios 10:23
No puedes
aparcar este compromiso. No puedes ser 50% responsable. No hay medias tintas.
Hay algo en el ADN del hombre que no permite quitarse las responsabilidades
inherentes al puesto que tiene dentro de la sociedad. El hombre es responsable
de satisfacer necesidades de protección, apoyo, amor y sostenibilidad familiar.
En un hogar sin padre se duplica la probabilidad de que los hijos abandonen la
escuela.
Otros
estudios afirman que los hijos que viven en una familia
monoparental muestran desajustes psicológicos, bajo rendimiento académico y mal
comportamiento, depresión, comportamiento antisocial (impulsivo / hiperactivo)
y dificultades para establecer y mantener relaciones cercanas, sobre todo con
los hombres. Los niños sin la presencia de su padre biológico tienen mayor
probabilidad de ser pobres, tener un hijo fuera del matrimonio y una tendencia
a experimentar la pubertad a una edad más temprana
Otras
estadísticas alarmantes son las siguientes:
ü Hijas sin un padre tienen 111% de más probabilidades para
tener un niño en su adolescencia.
ü Hijas sin padre pueden tener hasta el 164% de probabilidades
de tener hijo fuera del matrimonio.
ü Hijas sin padre pueden tener un 92% de probabilidades más alta
de divorcio.
ü Hijos sin padres tienen hasta el 35% de tener un fracaso en
sus propios matrimonios.
ü Hijos sin padre llegan hasta el 300% de probabilidades para
caer presos como delincuentes juveniles.
Es por ello
que no se puede huir o delegar la responsabilidad dada por Dios. Es un reto que
se asume desde el primer momento y que no admite actitudes cobardes. Es un
compromiso del corazón para reparar una sociedad destruida por la
irresponsabilidad de hombres que prefirieron satisfacer sus deseos a
comprometerse por una familia a dar lo mejor de sí y enfocarse en un futuro
mejor.
“Quien no cuida de sus parientes, y especialmente
de su familia, no se porta como un cristiano; es más, tal persona es peor que
quien nunca ha creído en Dios.” 1ª Timoteo 5:8
Un padre que
cumple sus responsabilidades está cumpliendo un de sus mayores desafíos y las
metas delegadas por Dios. Una sociedad con padres es una sociedad capaz de
cumplir con los estándares necesarios para siempre mejorar.
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