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Para ver la primera parte de clic aquí
En esta segunda parte veremos como Pablo uso cinco pasos para mantenerse siempre altamente motivado.
No fue su motivación los aplausos
ni los reconocimientos. Las mismas iglesias que había fundado, tenían dudas de
su autoridad. Su misión no era la fama, sino llevar a Cristo a los rincones más
inhóspitos del Imperio Romano. La vida de Pablo se resume: De fariseo a perseguidor.
De perseguidor a perseguido. De perseguido a encarcelado y de allí hasta su
muerte.
La vida de Pablo nos deja una gran
enseñanza sobre la motivación, la que se puede usar como el combustible que
transfiere poder para luchar, es importante saber que nadie nos apoyará hasta
el final, sino seguimos con una fuerte preparación para alcanzar las metas. Es
importante entonces aprender de la vida de Pablo, aquellas claves básicas para
mantenerse motivado y luchar hasta el final.
1. No perder el enfoque:
“Los
que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que pueda
perjudicarlos. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho! Nosotros,
en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para siempre.
Yo
me esfuerzo por recibirlo. Así que no lucho sin un propósito.” 1ª. Corintios
9:25-26 TLA
Muchas metas dispersan nuestras
fuerzas y energías. Cuando hay pocas metas, pero que son claras y retadoras,
todos los esfuerzos se aglutinan para la consecución de las mismas. Cuando
sientas que has perdido el rumbo, observa lo que estás logrando, compáralo con
lo planificado y ejecuta las acciones correctivas para lograrlo.
2. Alimentar la pasión y la
determinación:
“Y
yo con mucho gusto gastaré lo que tengo, y hasta yo mismo me gastaré,
para ayudarlos a ustedes. Si yo los amo tanto, ¿por qué ustedes me aman tan
poco?” 2ª Corintios 12:15 TLA
Darlo todo cada día hasta ver que
se ha logrado lo planificado. Que en lugar de ir en decadencia, la pasión debe
ir en aumento, hasta finalizar con éxito. La pasión será esa chispa que no te
permitirá quedarte atrás, rezagado, ni mucho menos te hará desanimarte. Por el
contrario te dará las fuerzas para continuar y desarrollar tus dones y
talentos.
3. Busca siempre el crecimiento
constante.
“No permitas que nadie te desprecie
por ser joven. Al contrario, trata de ser un ejemplo para los demás cristianos.
Que cuando todos oigan tu modo de hablar, y vean cómo vives, traten de ser
puros como tú. Que todos imiten tu carácter amoroso y tu confianza en Dios. Haz
todo eso y dedica tiempo para ello, para que todos vean que cada día eres
mejor” 1ª Timoteo 4:12,15 TLA
Hay una
frase muy extendida en El Salvador y es “entre más se prepara el hombre, Dios
más le usa.” Una persona que está motivada no se puede quedar estancada, esperando
que las cosas sucedan, siempre hace que pase algo. Sin embargo, es importante
seguir creciendo y desarrollándose, ya que nunca se llega a aprender todo,
siempre hay nuevas situaciones oficios, habilidades y destrezas. Esto te
ayudará a que al pasar una oportunidad frente a ti, puedas abalanzarte sobre
ella y triunfar.
4. El esfuerzo es el padre del
éxito.
“Sé bien lo que es vivir en la
pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase
de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea
que tenga de todo o que no tenga nada.” Filipenses 4:12 TLA
No hay
triunfo sin trabajo duro. No hay éxito sin fervor. Saber manejar cada
circunstancia que se nos presenta nos ayudará a continuar motivados. Algunos
los llaman milla extra, otros lo llaman el placer del dolor. Dolor en el
presente, pues es necesario enfrentarse con osadía y carácter a lo que se viene
enfrente y el placer futuro de ver conseguido por lo que tanto se luchó.
5. Dejar que el Espíritu Santo
guíe nuestras emociones, sentimientos y pensamientos.
“El
cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu
Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños.” 1ª Corintios 6:19 TLA
Cede el
control de tus emociones, sentimientos y pensamientos al Espíritu Santo. Él es
nuestro Consolador que nos da fuerzas para continuar, quién nos ayuda a
entender lo correcto, a saber la verdad y a luchar. Cuando la motivación viene
de Dios, nadie es capaza de quitarte la motivación. Muchas veces, cuando
nuestra motivación no es la correcta, caemos en la desesperación.
Así que
para lograr las metas hay que salir de la zona de comodidad, luego a travesar y
vencer el temor para así iniciar un proceso de aprendizaje continúo hasta llegar
a cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas. La motivación nos ayudará a
fastidiarnos de estar estáticos, a enfrentarnos en una lucha encarnizada con el
temor y a sacar lo mejor para aprender y desarrollarnos y enfrentar la vida con
decisión, optimismo y entrega total. Pablo nos dejo su ejemplo de que “todo
ayuda a bien a los que aman a Dios”
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