Para describir a un líder se han proclamado
cientos de cualidades, desde el carisma pasando por vivir los principios y
convicciones. Brillante y determinado. Ágil y visionario. Muchos tratan de
establecer estándares para ellos, para seguirlos e imitarlos. Es por ello que
entraremos a sus profundidades, para determinar cuáles son las características
principales de grandes líderes de la antigüedad bíblica. Hombres que demostraron
su valía y su entrega por cumplir con su llamado, de tal forma, que cada día se
logre reproducir sus acciones y así cumplir con la visión y propósito de Dios
para su generación.
El liderazgo es complicado, pues más que un
puesto, es un estilo de vida. Más que un símbolo de autoridad, es un emblema de
pasión. Así que, se listarán 11 características con las que nos podemos
identificar y llegar a crecer como un líder conforme al corazón de Dios.
1.
Un líder
es un estratega. (Nehemías)
Nehemías con su vida y su obra nos regala el
compendio más maravilloso de liderazgo. Un líder capaz. Un líder que no
necesitó de nombramientos, jerarquías y emolumentos para activarse. Un líder
que no dejó nada al azar. Un gran estratega. Alguien capaz de ver la
destrucción y animar a un pueblo sumido en su miseria económica, moral y mental
a construir. Capaz de hacer más allá. Su estrategia fue la siguiente:
a)
Oyó las
noticias, movió su corazón y buscó a Dios:
“Y me dijeron:
El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en
gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a
fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por
algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.” Nehemías 1:3-4. Un
líder debe entender que debe emocionarse y actuar. No vale de nada quejarse de
lo que otros no hacen, si está al alcance de nuestra mano hacer algo. Además,
entendió que debía buscar un aliado y no fue a un hombre, fue a Dios.
Especificó su requerimiento en menos de 250 palabras y pidió éxito, en lo que
parecía, ya había decidido hacer.
b) Identificó las
necesidades.
Nehemías
no se dejó llevar por todas las necesidades. Enfocó su pensamiento haciendo una
visita nocturna a lo que debía prestar atención. Tomó el tiempo para visitar,
tomar decisiones y encauzar la motivación de los habitantes de su tierra.
“Entonces
llegué a Jerusalén. Tres días después, me escabullí durante la
noche, llevando conmigo a unos cuantos hombres. No le había dicho a nadie acerca
de los planes que Dios había puesto en mi corazón para Jerusalén. No llevamos
ningún animal de carga, con excepción del burro en el que yo cabalgaba. Salí
por la puerta del Valle cuando ya había oscurecido y pasé por el pozo del Chacal
hacia la puerta del Estiércol para inspeccionar las murallas caídas y las
puertas quemadas.” Nehemías 2:11-13 NTV
c)
Arengó al pueblo para motivar a
trabajar… y lo logró.
Llamó a todos y los unió bajo un solo propósito.
Todos habían visto la necesidad, solo faltaba que se formará un equipo basado
en un fin común.
“Les dije,
pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus
puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y
no estemos más en oprobio. Entonces les declaré cómo la
mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey
me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos
para bien.” Nehemías 2:17-18 RVR1960.
d)
Formó
equipos pequeños homogéneos y con una misión específica.
La
construcción del muro no fue al azar. No consistió en hacer que parecía una
misión imposible. Fragmentó la construcción. Formó equipos familiares y les
instruyó y les delegó la función de construir una parte del muro cerca de sus
casas. Motivó a permanecer alerta y pendientes.
No dio más trabajo que aquel que podían realizar. Mantuvo la alerta y los
protegía. Cada quién hacia su trabajo de la mejor manera.
“ Salum hijo de
Colhoze, gobernador de la región de Mizpa, restauró la puerta de la Fuente; él
la reedificó, la enmaderó y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos,
y el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que
descienden de la ciudad de David.
Después de él
restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de
Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado,
y hasta la casa de los Valientes.
Tras él
restauraron los levitas; Rehum hijo de Bani, y junto a él restauró Hasabías,
gobernador de la mitad de la región de Keila, por su región.” Nehemías 3:15-17
RVR1960.
e)
Enfrentó
el desánimo.
Nehemías retomó la motivación del pueblo que había
decaído luego de llegar a la mitad del trabajo. El cansancio, la adversidad y
la falta de recursos empiezan a minar en el corazón y hacen que finalizar la
obra se vea como algo complicado. Nehemías logró tener una estrategia para
evitar que el desánimo hiciera mella en el trabajo. Formó una estrategia de
seguridad donde todos se sintieran protegidos, desarrolló una estrategia para
unirse y no se quedará nadie sin escuchar la llamada de emergencia. Fortaleció
la unidad y emergió nuevamente el ánimo del pueblo por terminar la
construcción.
“Nosotros,
pues, trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la
subida del alba hasta que salían las estrellas.
También
dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén,
y de noche sirvan de centinela y de día en la obra.
Y ni yo ni mis
hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos
nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.” Nehemías
4:21-23 RVR1960.
f)
No
dejó de trabajar.
Nehemías
nunca fue negligente, ya que siempre estuvo atento al llamado y fiel al
propósito. Sus tareas como líder se mezclaron como parte de los equipos de construcción,
seguridad y de apoyo ante las enormes dificultades económicas que enfrentan sus
conciudadanos. Si hay una crítica incesante contra los líderes de la actualidad
es su lejanía, su falta de interacción y enormes beneficios por conducir una
institución, empresa u organización. Un verdadero líder como Nehemías renuncia
a ello y pone siempre por delante el trabajo duro y el esfuerzo.
g)
Peleó contra la crítica, la adversidad y la intolerancia.
Nehemías nos da una cátedra de qué hacer cuándo se
está bajo el fuego de la crítica y las artimañas usadas por aquellos que desean
que el líder falle en sus labores.
En primer lugar, los adversarios tratarán de hacernos
perder el enfoque a través de reuniones sinsentido, pérdidas de tiempo, para
detener la obra, sin embrago Nehemías, no se desenfocó y les negó regalarles
tiempo para perderlo.
Luego tratarán de intimidar con indirectas,
chismes y habladurías que trasciendan la moral y desafíen la moral del líder.
Sin embrago, el líder no debe prestar atención ni tratar de dar la versión
oficial, simplemente debe continuar con esfuerzo su valor y no prestar oído a
ello.
Siguiente estratagema tratarán
de valorar las motivaciones del líder, de tal forma, que se cuestionarán las
convicciones y las razones de las labores, así internamente crear conflictos y
divisiones por “el poder”. En estos casos el líder es directo y con fundamento claro
evita caer en esas provocaciones.
La siguiente tarea de los
adversarios será amedrentar al líder y tratar de atentar contra su integridad
física. Esta es la última fase, en la que tratarán disipar la visión. Sin
embrago, el líder no debe prestarse a esos juegos y seguir adelante, porque los
resultados están al final del camino.
Así
es como llegó el final, si el desánimo ataca a la mitad, al final del camino
aparecerán los adversarios con la misión de acabar con el buen ánimo. El líder
debe evitar caer en la derrota.
“Pero yo respondí:
—¿Acaso debería una persona en mi posición huir del peligro? ¿Acaso debería
alguien en mi posición entrar al templo para salvar su vida? ¡No lo haré!” Nehemías
6:11 NTV
h)
Contrapuso cualquier gratificación
personal momentánea por su llamado.
Nehemías no
usó la autoridad delegada para mejorar su posición económica, de hecho, trató
de jamás utilizar los recursos que el puesto que tenía como privilegio para su
uso personal. Su liderazgo tenía como propósito cambiar la vida y la seguridad
del pueblo y no cambiar su vida y su seguridad a costa del pueblo.
“Me dediqué a
reconstruir el muro de la ciudad y no compré ninguna propiedad. Todos mis
ayudantes colaboraron en la reconstrucción. Además, yo
les daba de comer a ciento cincuenta judíos, incluidos sus jefes, sin contar a
todos los de otras naciones vecinas que también venían a mi mesa. Todos
los días se preparaba por mi cuenta un buey, seis de las mejores ovejas, y
también aves; cada diez días se servía abundante vino. Sin embargo, no cobraba
lo que me correspondía como gobernador, porque la gente ya sufría bastante.”
i)
Vivió fiel a sus principios y se
mantuvo fiel.
Nehemías jamás
cambió su carácter. Se mantuvo fiel a Dios. Siempre en cada decisión necesaria
oraba, usaba las Escrituras como su norma de vida. En los 13 capítulos de la
historia se mantiene firme y ecuánime. Ni la adversidad, ni el éxito, ni sus
tratos con Altas autoridades lo cambiaron. Eso hace que un líder sea efectivo.
“En cambio, los
gobernadores que estuvieron antes que yo, fueron una carga para el pueblo, pues
diariamente cobraban cuarenta monedas de plata para comida y vino. Además, sus
empleados oprimían al pueblo. Pero yo no lo hice así, por respeto a Dios.”
Nehemías 5:15
j)
Veló por las necesidades de las
personas.
Nehemías tuvo
dos estrategias básicas, la primera se mantuvo fiel a Dios y la segunda, es que
realizó una gestión del talento humano, donde se mantuvo pendiente de su ánimo,
seguridad, estabilidad y desarrollo. Esto es parte integral de un líder con una
estrategia clara que lo lleva a cambiar y dejar un legado a las personas.
“En la reunión les
dije:
—Estamos
haciendo todo lo posible para rescatar a nuestros parientes judíos que han
tenido que venderse a extranjeros paganos, pero ahora son ustedes los que los
someten a esclavitud. ¿Cuántas veces tendremos que redimirlos?
Ellos no
tenían nada que argumentar en su defensa. Entonces insistí:
—¡No está bien
lo que ustedes hacen! ¿Acaso no deberían andar en el temor de nuestro Dios para
evitar que nos pongan en ridículo las naciones enemigas? Yo
mismo, al igual que mis hermanos y mis trabajadores, he estado prestando dinero
y grano al pueblo, pero ahora dejemos de cobrarles intereses.” Nehemías 5:10-12 NTV
....continuará...
....continuará...
2 Comentarios
Muchas gracias....quedo pendiente de la parte final de este articulo.
ResponderEliminarMuchas gracias... Quedo pendiente de la parte final este articulo.
ResponderEliminarManda tus comentarios del blog, puedes escribir tus testimonios, o historias que desees.