Susurro del Cielo: 7 Consejos Para Llevar Nuestra Vida a Otro Nivel.

“Hagan todo sin quejarse y sin discutir. Así serán hijos de Dios, sin culpa y sin falta viviendo entre una generación perversa y mala. De esa forma brillarán entre ellos como estrellas en un mundo de oscuridad.” Filipenses 2:14-15 PDT 
El sermón del Monte. Bella exhortación para cambiar un paradigma de cómo vivir la vida. Palabras desafiantes para sacar a toda una generación religiosa de su zona de confort. Y no hablo de la generación de fariseos de la época de Jesús sino en la que vivimos actualmente. Un mensaje fresco y actual que nuestro Señor dejó para decirnos: ¿Quieres ser diferente? Cambia tu forma de pensar. Cambia tu actitud. Cambia tus actos. 

 Llevar nuestra vida a otro nivel no implica triunfar y ganar dinero. Implica transformar nuestro corazón. Vivir los valores eternos y construir la vida cristiana sobre las bases de la fe y una vida positiva. Llevar nuestra vida a otro nivel implica empezar de nuevo. Aprender a desaprender lo vano y regresar a los orígenes. 

En el Sermón del Monte, Jesús sentó las bases de la vida cristiana. Una vida en abundancia. Una vida con valores distintos. Una vida ejemplar. Aquí se dejan 7 perlas de sabiduría y guías para llevar nuestra vida a otro nivel bajo el modelo de Cristo: 

• Sé Ejemplo 
“De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.” Mateo 5:16 

Luego de las bienaventuranzas, Cristo hace una analogía de sus seguidores con la sal y la luz, pero les propone que revisen si continúan activos sus principios (en el caso de la sal) y que no se esconda (en el caso de la luz). Él nos dice: Son Luz y Sal. Brillen y den sabor. Recuerden su propósito. Recuerden que al introducirse al Camino y tomar la Cruz implica que hay que dejar todo atrás y perseguir la verdad, sintonizarnos con los valores eternos, forjar nuestro carácter, mantener nuestra fe viva, luchar las batallas con entereza e integridad, con cuidar nuestro vocabulario, en fin. Conducirnos en la rectitud. En esto, no estamos solos. El Espíritu Santo está con nosotros y en nosotros. Es una decisión personal. Vivir tratando de ser modelos, no implica ocultar nuestros errores. Significa regresar y pedir perdón. Retomar y continuar. No significa aislarnos. Significa qué retomemos el título de embajadores de Cristo. 

 • Mantente constante en tus principios y convicciones 
 “No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.” Sn. Mateo 5:17 NTV 

 En un mundo que cambia sus principios según las circunstancias, modelos y situaciones, es necesario mantenernos firmes en lo vital e importante. Mientras más fácil sea pecar, más necesitamos tomar decisiones que nos permitan que la prueba de nuestro carácter salga en sobresaliente. Recuerda a José: “Nadie aquí tiene más autoridad que yo. Él no me ha negado nada, con excepción de usted, porque es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer semejante maldad? Sería un gran pecado contra Dios.” Génesis 39:9. Se mantuvo firme a pesar de todo. O los jóvenes hebreos ante Nabucodonosor: “Sadrac, Mesac y Abed-nego le respondieron: —Su Majestad, eso no es algo que nos preocupe. Si el Dios que adoramos así lo quiere, es capaz de librarnos del fuego y del poder de Su Majestad. Pero aun si no quisiera hacerlo, nosotros no pensamos adorar esa estatua de oro.” Daniel 3:16-18 TLA. Puestos a prueba. Tres en medio de la multitud ¿Quién se daría cuenta? Un esclavo sin futuro y sin valor como persona ¿Por qué no hacerlo? El no vender sus convicciones tuvo sus frutos. Dios engrandeció sus nombres. Hoy son ejemplos a seguir. Nosotros podemos ser los siguientes. Lleva tu vida a otro nivel. 

 • Controla tus emociones:
“Pero, ahora yo les digo que todo el que se enoje con otro tendrá que responder ante el tribunal. El que insulte a alguien, tendrá que responder ante el Consejo; y el que maldiga a otro, tendrá que responder por eso en el fuego del infierno.” Mateo 5:22 PDT 

Muchas veces las emociones y las circunstancias nos esclavizan. Nos hacen servirles para satisfacer sus deseos. Dominar nuestras emociones debe ser parte integral de nuestra conducta. Con ello no decimos que debe ser una persona sin emociones. Sino que ellas no tomen el control de nuestra vida. Además, implica tomar responsabilidad de nuestros actos y palabras. Desafiar el “así soy yo” o el “así fui educado” por el pedir perdón, actuar y hablar con prudencia, evitar insultar y discutir sin sentido. Sea cual sea nuestro temperamento, este debe ser controlado por el Espíritu Santo. 

Haz que tus palabras sean invaluables. 
 “Si van a hacer algo digan que sí, y si no lo van a hacer digan que no. Todo lo que digan de más viene del diablo.” Sn. Mateo 5:37 TLA 

Habla lo necesario. No hagas que escucharte sea un momento molesto e innecesario. Reviste tu vocabulario con palabras que edifiquen, que deleiten, que valgan la pena ser escuchadas. Además, no le pongamos precio a nuestras palabras, si hacemos un compromiso, hagamos hasta lo imposible por cumplirlo. Si damos nuestra opinión que no sea para perjudicar a otros. Evita que tus palabras sean críticas sin razón, que traten de dañar la estima de los demás y sobre todo, trata de no mentir. Lograr construir una reputación es difícil y se logra con años de esfuerzo, pero con una sola mentira, con una sola palabra deshonesta se puede llevar eso a la basura. Recuerda este hermoso consejo de Salomón: “La mejor sopa se echa a perder si le cae una mosca. La menor tontería echa a perder tu fama de sabio.” Eclesiastés 10:1 TLA 

• Sé fiel en todas tus relaciones. 
“Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.” Sn. Mateo 5:28 NTV 

Es increíble como Jesús sube los estándares en las relaciones. Mientras nosotros nos preocupamos por el exterior, él trata de cuidarnos el interior. Combate la lujuria en donde se origina. Ve la envidia con un veneno que trata de hacer morir la bondad. Nos conduce a entender primero que lo que pensamos, de esa forma actuamos. Nos marca un antecedente interesante: El pecado no nos sorprende, el pecado nos acecha y no entra como invasor, sino como un compañero, sin dolor, nos hace perder los límites hasta que nos atrapa. Es por ello que nos dice: permanece fiel, sigue la verdad y no la dejes. Cultiva y atrapa lo verdaderamente importante. 

Evita darle entrada a la amargura, la venganza y el odio. 
“Han oído la ley que dice que el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño: “Ojo por ojo, y diente por diente”. Pero yo digo: no resistas a la persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla.” Sn. Mateo 5:37-38 

La venganza parece un elixir para sanar las heridas pero solo provoca que nunca se cicatrice. Jesús nos cambia el paradigma que debemos hacer pagar mal por mal y nos llama a sembrar semillas de paz. A transformar la sed de venganza en perdón. La crítica destructiva en apoyo. El dolor en paz. En medio de un mundo que busca satisfacerse, Jesús nos dice cambia el modelo. Edifica lo correcto y tendrás lo mejor. 

Decora tus actos con amabilidad, generosidad y bondad. 
“Si eres amable solo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo.” Sn. Mateo 5:47 

Se bueno con quien lo merezca y con quién no. Al ofensor entrégale la oportunidad de comenzar otra vez, a través del perdón. Deja las puertas abiertas para todo aquel que desea cambiar. Muestra compasión y tolerancia aquel que muestra las ganas de luchar por mejorar. Tiende la mano al caído. Una actitud compasiva detona lo mejor de nosotros. No dejes de hacer el bien, como sea, a quién sea y las veces que sea necesario. Esto llevará nuestra vida a otro nivel.

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