Siete Versículos Bíblicos para Motivar Nuestra Vida (No. 106)

Si amas a alguien, demuéstralo. No esperes el momento perfecto para abrazarlo. Ábrete espacio entre la multitud. No finjas nada. Sé auténtico. Si amas, enójate y perdona rápido. Si amas, llora y sana. No dejes de amar por nada del mundo. No pierdas la oportunidad de dejar una marca en el corazón de otra persona. Usa la bondad con quién la necesita. A veces más que justicia, se necesita misericordia. Más que venganza, es necesaria brindar una segunda oportunidad. El amor no se pierde aunque no sea correspondido. El amor nos enseña a creer y a vivir un pedacito del Cielo en la tierra. Nos hace ver a Cristo en los demás. Nos hace sembrar semillas que tienen un potencial ilimitado. 
“Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión.” Colosenses 3:14 TLA 

Las bendiciones no son para acumularlas. Son para compartirlas. 
“Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros.” Génesis 12:2 NTV 

No hay corazón más fértil que aquel que está lleno de gratitud. 
“Haz que la gratitud sea tu sacrificio a Dios y cumple los votos que le has hecho al Altísimo.” Salmos 50:14 NTV 

La adversidad nutre nuestra fe con entereza, firmeza y valor. 
“Aunque el Señor te dio a comer adversidad y a beber sufrimiento, él seguirá contigo a fin de enseñarte; verás a tu maestro con tus propios ojos.” Isaías 30:20 NTV 

Le tememos al mañana porque descuidamos nuestro hoy. 
“Mantente al tanto del estado de tus rebaños y entrégate de lleno al cuidado de tus ganados, porque las riquezas no duran para siempre, y tal vez la corona no pase a la próxima generación.” Proverbios 27:23-24 

No le pongas precio a tu integridad porque estás regalando tu libertad. 
“Las personas con integridad caminan seguras, pero las que toman caminos torcidos serán descubiertas.” Proverbios 10:9 NTV 

Todos compartimos. Quien tiene un sano corazón reparte perdón, entrega esperanza, llena de amor. Sus palabras acarician al desfallecido, impregna valor al decaído y construyen fortalezas que dan cuidado al espíritu abatido, al solitario y al necesitado. Quien ha descuidado su corazón castiga a su hermano, ofende al desamparado y al humilla a su amigo. Lo que compartas impactará una vida y demostrará dolor o revelará lo mejor. 
“Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. Lo que uno dice brota de lo que hay en el corazón.” Sn. Lucas 6:45 NTV

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