Reflexión: Restaura tus Fuerzas y Renueva tu fe

"Mas los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." (Isaías 40:31) 

 

¿Sientes que no puedes más?, ¿Sientes que la vida te golpea fuertemente y no tienes ni un respiro?, ¿Te sientes que haces mucho, pero no logras las metas? Hay días e incluso épocas que el alma está agotada. Esto genera ansiedad y destruye nuestro enfoque. El peso del mundo nos aplasta, las tormentas nos desgastan, pero es importante destacar que el agotamiento no es tu destino. 

Como la palmera en la tormenta, la vida golpea, nos dobla, pero no nos quebranta y eso tiene un solo por qué. Dios está contigo. No solo ha estado, ni solo estará. Él siempre está presente, solo espera en Él. Parar y recalcular no es rendirse, es recargar las energías. Esto se hace alzando la vista al cielo, tomando un tiempo y descasar en sus brazos. Recuerda algo muy importante: “tus fuerzas no vienen de ti; vienen de nuestro Señor”. 

 Toma el control y entrégalo a Dios. Que el cansancio tiemble ante tu fe. Renueva tus energías. Camina con firmeza, entereza y pasión. Su poder es el combustible, Su promesa de Su Presencia es la armadura. Cuando caminas con fe, no hay límite porque es Dios quién te impulsa. 

¿Acabarán las dificultades y los obstáculos? No, es probable los senderos serán más complicados y complejos, pero ahora estarás acompañado, con fuerzas renovadas y una fe restaurada. Así que, hay que levantarse, sacudir el polvo del fracaso, enderezar rumbo, sujetarse el pantalón y continuar. No hay caída que Él no transforme en vuelo. No te detengas, confía que tu fe sostendrá tu propósito y Él está (ha estado y estará) pendiente de ti.