Cinco Consejos Sabios para Una Vida Mejor. (No. 2)

No. Uno

“Dios bendice a los hijos del hombre honrado, cuando ellos siguen su ejemplo.” Proverbios 20:7

 Además de la herencia genética que pasa de padres a hijos, hay un legado que también debe pasar de generación a generación y es la integridad. La integridad ayuda a construir en nuestra familia una excelente reputación y nos evita los problemas de proyectar una imagen falsa. Es decir, combate la hipocresía y la doble moral.

Es por ello, que la única forma de lograr cumplir con este sabio consejo dictado por Dios a Salomón, es a través del ejemplo. Nuestros hijos verán nuestras actuaciones y las reproducirán en los ambientes que se muevan. Recuerde: las palabras convencen, pero el ejemplo, arrastra.

No. dos

“Dios no soporta dos cosas: que engañes al que te vende, y que engañes al que te compra.” Proverbios 20:10

Dios detesta la mentira porque siempre hay alguien que sale herido. Siempre hay dolor después de mentir, y ese dolor se expande en ambas direcciones: El mentiroso, está congojada porque sabe que al darse a conocer la verdad, quedará en evidencia y perderá la confianza de los demás; y la persona que le mienten, al enterarse de las farsas, queda dolido porque siempre creyó en los demás. Por lo cual, la mentira destruye la confianza y derriba las relaciones.

Es por ello que cada día, aunque sea difícil, la verdad debe estar en nuestra boca. Sea en lo poco, como en lo mucho. Habrá dolor al decir la verdad, pero ese dolor es mínimo al confrontarlo al que ocasiona una mentira sostenida en el tiempo.

No. Tres

“El que habla mucho no sabe guardar secretos. No te juntes con gente chismosa.”  Proverbios 20:19

Cuida tus palabras. Alguien dijo una vez: “Sé amo de lo que callas, para que no seas esclavo de lo que dices.” Es decir, Somos dueños de nuestras palabras, con ellas podemos destruir la estima de otros, edificar y motivar a otros. Es por ello, que debemos ser prudentes. La persona prudente es aquella que “ve por adelantado” o sea, es capaz de valorar las consecuencias de una palabra dicha correctamente o algo que sale en el calor del momento. 

Por lo cual, atiende tus conversaciones, observa tus palabras y define si hablas más de lo debido y con ello estás arruinando tu vida y la de los demás.

No. Cuatro:

“Nadie sabe cuál será su futuro; por eso debemos dejar que Dios dirija nuestra vida.” Proverbios 20:24

¿A quién le ha entregado el liderazgo de su vida? Es una pregunta que nos pide reflexión, porque dependiendo de la respuesta, sabemos el destino de nuestra vida. Muchos somos dirigidos por nuestro ego, por lo cual nuestra vida es un carrusel de emociones y sentimientos. A veces se encuentra en el cénit de la misma con triunfos y grandes victorias, pero al siguiente momento estamos atribulados y en la cueva de la depresión.

Otras veces dejamos que los demás sean nuestros guías. Lo que dicen los demás: si la opinión es esta, lo hacemos; si cambia lo que los demás hacen, debemos cambiar. Vivimos la vida de otros. Comemos lo que otros comen. Una vida prestada, una vida en alquiler. Al final, pasa la moda y nos dejan solo y abandonado.

Pero este consejo sabio nos dice que hay alguien interesado en nosotros. Alguien que nos creo, que nos dio un nombre, un camino y un destino. Alguien que se preocupa por cada uno de los seis mil millones de individuos que poblamos este pequeño cuerpo celeste llamado planeta. Alguien que quiere liderar nuestra vida y nos lleva en caminos delicados y buenos, pero que también nos guía en el dolor y nos deja sólo. Un Dios personal, capaz de entender nuestros errores, conocer nuestros tropiezos y amarnos con amor eterno. Es por ello, que si no sabe a dónde va, ha entregado la guía de su vida a la persona equivocada.

No. 5:

“La tristeza y la alegría se reflejan en la cara.” Proverbios 15:13

El ánimo es ese pequeño timón que tiene una gran influencia sobre la vida. No sé puede ocultar, ya que lo ojos son las ventanas del alma. Ayudan a identificar que es lo que sucede en el corazón.

Es por ello, que el gozo debe reinar en nuestra vida en lugar de la alegría. El positivismo, en lugar de la apatía. Disfruta las 24 horas, los 1440 minutos o los 86,400 segundos de vida que Dios te da. No deje que la ira, la depresión y la amargura se instale en su mente porque todos lo notarán y perjudicará nuestro día a día.