10 retos para Disfrutar la Vida: No Pierdas la Fe (No. 2)

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera,
La convicción de lo que no se ve.”
Hebreos 11:1.RVR1960

León Tolstoi, un escritor ruso considerado uno de los más grandes de la literatura universal mencionó: No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo.”

Creer. Ver lo que no existe. Esperar para recibir algo. Confiar que todo mejorará. Viajar al futuro sin dejar el presente. Hay muchas definiciones para la fe y en todas lo invisible o intangible se convierte en algo real. Dar el primer paso, sin garantías, sin confirmaciones.

Hay muchas definiciones para la fe y todas ellas nos sirven para saber que todo tiene un propósito y tiene un final. Las crisis se traviesan y no hay desvíos ni atajos, pero es la fe la que nos ayuda a seguir adelante y saber que todo tiene un término. Es la fe la única capaz de triunfar sobre el temor, la que nos permite a travesar los más oscuros y largos pasillos de la vida, la que transforma lo imposible en posible.

Ahora bien, el consejo actual es “Cree en ti”, “El poder está en ti”, “ten pensamientos positivos”, “Cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo.” Con lo cual se moldea a la fe para que nuestra confianza este en nuestra capacidad, que todo comienza y termina en nosotros. Una fe humanista, materialista y relativista. Una fe para lograr mi voluntad y disfrutar de “mi” éxito. Sólo hay que soñar. Por lo que es necesario preguntarse, ¿Qué enseñó Jesús sobre la fe?

“Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.” Lucas 17:6

“Jesús le preguntó: —¿Puedes confiar en Dios? Para el que confía en él, todo es posible.” Marcos 9:23

Cristo planteó la necesidad de tener una fe con propósito. La pregunta recurrente de nuestro Señor antes de hacer un milagro era: ¿Crees? Y todo dependía de la respuesta para que él actuara y terminará la obra. La fe nace en nuestro interior pero a través de tener los ojos puestos en nuestro Señor. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios.” Hebreos 12:2
 
La fe no es determinación. La determinación está llena de coraje, arrojo y valor pero que no se tiene certeza de lo que va a ocurrir. La fe es moverse dispuesto a que hay un plan trazado y aunque no se vea el fruto al corto plazo, se avanza seguro.

La fe es más que convencimiento. Estar convencido es darle pruebas a la mente que todo saldrá bien. La fe como dijo el escritor de los Hebreos va más allá: Sin embargo, ninguno de ellos recibió lo que Dios había prometido, aunque fueron aprobados por la fe que tenían” Hebreos 11:35. Con la fe no hay pruebas ni señales que se logrará, sólo nos indica el camino a seguir.

La fe es más que la declaración positiva. La fe nos asegura que Dios actuará. La declaración positiva nos dicta que dependamos de nosotros. “Por la fe conquistaron países, impartieron justicia, recibieron lo que Dios había prometido, cerraron la boca de los leones,” Hebreos 11:33

Así que para disfrutar la vida, es necesario que identifiquemos hacia donde está volcada nuestra fe o en quién está nuestra fe. Es una fe materialista o tiene un propósito. Nos capacita a pasar por las crisis y los problemas. No puedes vivir solamente confiando en ti. Cuando David confío en sí mismo, terminó asesinando y adulterando. Cuando Joás confío en el rey Asirio, Dios le arruinó sus planes.

Así que no pierdas la fe. Dios tiene algo preparado para ti, pero no esperes, no sólo te convenzas, ni sólo pienses positivamente. La promesa de Dios es que te dará algo, sólo enfoca tu fe y camina, buscando tener una intimidad, de acercarte a él, para que sus agendas se fusionen en una sola. Tal como le sucedió a Josué:

Sueño de Dios: Cumplir la promesa hecha a Abraham, Isaac y Jacob.
“Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.” Josué 1:3-4

Sueño de Josué: Conquistar la Tierra Prometida
“y Josué y Caleb, que habían estado explorando el país, se rasgaron la ropa en señal de dolor y dijeron a todos los israelitas:
—¡La tierra que fuimos a explorar es excelente! Si el Señor nos favorece, nos ayudará a entrar a esa tierra y nos la dará. Es un país donde la leche y la miel corren como el agua. Pero no se rebelen contra el Señor, ni le tengan miedo a la gente de ese país, porque ellos van a ser pan comido para nosotros; a ellos no hay quien los proteja, mientras que nosotros tenemos de nuestra parte al Señor. ¡No tengan miedo!” Números 14:7-9

Promesa de Dios a Josué:
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.” Josué 1:5

Cumplimiento de Dios a Josué:
No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.” Josué 21:45

Palabras de confianza y dependencia hacia Dios de parte de Josué
“Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.  Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” Josué 24:14-15

¿Cuál es el veredicto?

Josué disfrutó su vida. Dios cumplió su palabra a través de Josué. Josué entendió que su fe estaba depositada en el banco de los Cielos. Así que está conclusión debe quedar como un pedreñal en su corazón y jamás la saque de tu vida. Que tu agenda de vida se integre a la de Dios, deposita tu confianza en Él y ninguna promesa se quedará sin cumplirse.

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