Disfruten
cada etapa
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su
madre y se unirán a su mujer y serán una sola carne.” Génesis 2:24 RVR 1960.
A
un grupo de chicos y adultos se les preguntó en un programa de televisión cuál
es la mejor edad en la vida.
El
primero contestó: “Dos meses, porque te llevan en brazos, y te aman y te cuidan
mucho”.
“Tres años, porque no tienes que ir a la escuela. Puedes hacer casi todo lo que
quieres y juegas todo el tiempo”.- afirmó otro.
“Dieciocho años, porque ya terminaste el secundario puedes conducir un
automóvil”.
“Veinticinco, porque tienes más entusiasmo”.
Una niña de seis años dijo: “La mejor edad es los veintinueve años, porque
entonces puedes quedarte en casa, dormir y no hacer nada”.
“Cuarenta, porque estas en la cúspide de tu vida y tu vitalidad”.
“Cincuenta y cinco años, porque ya has cumplido con la responsabilidad de criar
hijos y puedes disfrutar de la vida de los nietos”.
“Sesenta y cinco, porque puedes disfrutar la jubilación”.
La última persona, una señora mayor comentó: “Todas las edades son buenas, por
lo tanto, disfruten la edad que tienen ahora”.
Es muy probable que esta reflexión
nos indique con claridad que cada persona se encuentra desesperada por entrar a
una nueva etapa de su vida que deja de disfrutar lo que actualmente está
experimentando, los aprendizajes, los deslices, los triunfos, entre otros.
Llegando a la etapa que se desea se da cuenta que era preferible esperar y
disfrutar.
En el noviazgo es igual. Un
consejo para los que se encuentran en esta etapa maravillosa de la vida es: “No
te desesperes por actuar como un matrimonio”. Ese momento llegará y traerá sus
bemoles y sus beneficios. Sus retos y oportunidades. En fin, cada pareja debe
comprender que el noviazgo es la piedra angular para un matrimonio y que se
debe vivir cada etapa de la vida con sabiduría y con el propósito de vivirla
bien. En esta etapa te conviertes en el ingeniero. Dibujas los planos del amor.
Planificas la inversión del tiempo. Proyectas el futuro. Adquieres madurez y
confianza. Identificas debilidades y fortalezas. Cada obra en su tiempo y cada
decisión son tomadas con prudencia. Ambos definen el rumbo que su vida tomará
para compartirla hasta el último día de su existencia. Ese es el noviazgo.
Durante la etapa del noviazgo, hay
algunas pautas que deben seguirse, que son muy parecidas al matrimonio, y estas
son:
a)
Hay un pacto de fidelidad:
Cuando se entra en el noviazgo hay
un acto de reciprocidad acerca de la fidelidad. El respeto que ambos se deben a
cuidarse el corazón y considerar que mientras se esté en esta etapa de la vida,
se deberá “tener ojos para una sola persona”. Sin embargo, es importante
destacar que en el noviazgo se puede dar por finalizado. El matrimonio ya no.
Hay jóvenes que se enamoran
rápidamente y con mucha frecuencia. El consejo para ellos es que, mientras
tenga sentimientos de afecto por muchos(as) chicos(as) no formalicen una
relación de noviazgo, hasta que prudentemente tomen una decisión respecto a lo
formal de una relación. Esto debido a que no puede andar dañando muchos
corazones, sólo con el propósito de “investigar” o “probar” quién será su
“media naranja”. Este es un pensamiento demasiado egoísta que sólo deja heridas
emocionales que dificultan que se haga lo correcto. Lo adecuado es tomar esta
decisión con cabeza fría y a una edad en la que los pensamientos o la razón
logren dominar a las emociones.
Evita el coqueteo con personas del
sexo opuesto sólo por pasar el rato. Si haces esto, es probable que no estés
preparado para un noviazgo. Debes cuidar el corazón de una persona y pensar lo
que tú sentirías si tu novia(o) hiciera lo mismo.
La fidelidad en el noviazgo es
importante y una manera de desarrollarte como persona y estar preparado para el
matrimonio.
“Hice un pacto con mis ojos, de no mirar con codicia sexual a ninguna joven” Job
31:1
b) Búsqueda de acuerdos:
Cada persona es un mundo. Tiene sus gustos, preferencias,
necesidades, deseos, favoritismos, valores, entre otras. Si todos pensáramos
igual, todo sería más fácil. Sin embargo, biológicamente Dios dispuso que tanto
hombres como mujeres sean completamente diferentes. En ese sentido, en la
preparación para el matrimonio, se deben buscar acuerdos que coadyuven a ser
una pareja exitosa y dibujar el camino al futuro con solidez y constancia.
Así que el noviazgo debe presentar un trabajo arduo, en el
que ambos no se limiten a pasar el tiempo, sino a aprender a discutir.
¿Discutir? -se preguntarán- Si porque habrá diferencias y se deben respetar
esos desacuerdos. Recuerde que existen patrones culturales diferentes en ambos,
aprendizajes completamente dispares, pero lo importante es comunicarse y no
dañar a la persona, sino al acto que probablemente no sea correcto. Si en el
noviazgo se logra ser sincero y tomar decisiones consensuadas, el camino a una
vida juntos será mucho más fácil.
“Arregla tus negocios en la calle y realiza
tus tareas en el campo, y luego podrás construir tu casa.” Proverbios 24:27
¿Qué
cosas tienes en común con tu novio(a) o tu prospecto?,
¿Comparten
sueños, expectativas y deseos?,
¿Disfrutan
las mismas cosas?,
¿Se
divierten estando juntos o sienten una enorme pesadez y terminan enojándose
muchas veces después de conversar?
¿Tienen
proyectos en común?
¿Las
peleas y discusiones aumentan conforme avanza su relación?
Estas
son algunas preguntas que se tendrán que contestar para saber si existe
compatibilidad emocional. La palabra compatibilidad viene del latín “compatibilis”. La palabra designa a todo
aquello que puede tolerarse mutuamente, soportarse juntos, o aquello que puede
tolerarse juntos.
Las
tres palabras claves. Sufrir. Tolerar. Soportar. De hecho Pablo en su salmo del
amor en 1ª. Corintios 13, establece que el amor es sufrido, todo lo espera y
todo lo soporta. Estas tres palabras están sujetas por el “juntos”. La
compatibilidad siempre tiene que ver con dos. Así que debe de existir en el
noviazgo la capacidad de identificar aquellas situaciones que se deben
atravesar juntos y que cada uno dará lo mejor de sí para que la vida sea mejor.
“Si dos caminan juntos, es porque están de
acuerdo;” Amós 3:3
...continuará... (parte No. 1 de 3)
Segunda parte: El matrimonio se diferencia del noviazgo en dos aspectos.
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