"Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién
servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro
lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra
ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor. Josué 24:15"
Amar u odiar a alguien.
Reír o llorar ante una situación.
Rendirse o continuar por una meta. Casarse o terminar una relación. Son decisiones
que no se toman en un momento
cualquiera. Dichas decisiones son las que se dedican mucha parte de nuestras
horas de vida. Si se postergan, llegará el momento de decidir hacerlo o no. Con
lamento o con felicidad eso llegará a la vida.
Dios nos pide lo mismo.
Si lo sigues o lo dejas… pero no puedes dejar esta decisión para después… es
una decisión para este día. Dios desea que se defina nuestra posición, que se
determinen lo que vamos a amar, porque no puede estar esperando más. ¿Por qué? observa:
Dios ya decidió: El
versículo más escrito, más predicado, más impreso de la historia, nos explica
su decisión: “Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en
entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca,
sino tenga vida eterna.” Sn Juan 3:16. Su decisión es eterna, no
cambiará por ningún motivo sus planes para el hombre. Pero nos deja escoger.
Pero hay algo en lo
que Dios no puede partirse, no puedes dejar que Cristo sólo sea tu Salvador, y
no tu Señor. “Porque en él (Jesucristo)
fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la
tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16.
Cristo debe liderar tu vida, tus pensamientos, tus emociones y tus actos.
No puedes pedir que
tener al Dios Protector, al Dios Sanador, el que es amor, el que bendice… y
dejar a un lado al Dios que es tres veces Santo, y que pide SANTIDAD “Traten de vivir
en paz con todo el mundo y tengan una vida libre de pecado. El que no tenga una
vida dedicada a Dios, no podrá ver al Señor.” Hebreo 12:14.
¿Quieres protección?….
Vive bajo la sombra de sus alas. “Vivamos bajo el
cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la
protección del Dios todopoderoso.” Salmos 91:1. Nos gusta el cuidado, pero no la cercanía.
¿Quieres amor?…. Debes
elegir entregarte a sus brazos. “Confortará mi alma; Me guiará
por sendas de justicia por amor de su nombre.” Salmos 23:3. Nos gusta el amor,
pero no ser dependientes de Dios.
¿Quieres sanidad?… Vive a la manera de Dios. “ Si obedeces al Señor, tu Dios, haciendo lo que él aprueba,
cumpliendo sus mandatos y observando todas sus leyes, no te enviaré las
enfermedades que he enviado a los egipcios, porque yo soy el Señor, quien cuida
de tu salud” Éxodo 15:26. Nos gusta la salud, pero no cumplir su voluntad, ni
mucho menos sus leyes.
¿Quieres perdón?… acércate
arrepentido y decidido a cambiar. “Vengan ya, vamos
a discutir en serio, a ver si nos ponemos de
acuerdo. Si ustedes me obedecen, yo los perdonaré.
Sus pecados los han manchado como con
tinta roja; pero yo los limpiaré. ¡Los dejaré blancos como la nieve!” Isaías 1:18. Nos gusta el perdón, pero no el
arrepentimiento, ni la consecuencia del mismo.
¿Quieres que te
conceda tus deseos?… amalo, sin esperar nada a cambio. “Disfruta de la presencia del Señor, y
él te dará lo que de corazón le pidas.” Salmos 37:4. Nos gusta que cumpla nuestros caprichos, pero no su presencia.
Al leer esto define tu relación, decide si
deseas ir más allá de una simple relación y disfruta la recompensa de la misma.
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