Jabes
no pidió que Dios los auxiliará, ni mucho menos que estuviera cuando lo
necesitará. Este hombre pidió que Dios no lo abandonara. Solicitó que Dios
permaneciera en su casa, en su hogar, en su vida, mente y corazón. Esto es un
reto. Porque si Dios permanece contigo verá tus buenas y malas acciones.
Caminará contigo. Escuchará tus conversaciones, Observará lo que veas en la TV
y conocerá tus pensamientos y deseos más íntimos.
Pero
no hay nada que temer. No hay nada mejor que tener su presencia a nuestro lado.
Moisés lo sabía y por eso dejo estas palabras que deben estar escritas en
nuestros corazones como un tatuaje: “Y
Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir
conmigo, no nos saques de aquí.” Éxodo 33:15
Moisés sabía que podía faltar todo, menos Dios. Sabía que si Dios
estaba con Él, nadie podría hacerle frente.
“¿Qué,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién
contra nosotros?” Romanos 8:31. Su compañía es dulce, nos llena de fe, nos
entrega las victorias, nos señala nuestros pecados, nos da su perdón. ¿Qué más
se puede pedir?
5. Jabes pidió protección: “y me
libraras de mal, para que no me dañe!”
En
la versión Dios Habla Hoy termina la oración con esta frase: “me libres de males, para que yo no
sufra." Como veíamos al principio Jabes supo lo que era el dolor. De
hecho no podía olvidarlo, porque su nombre literalmente significa eso. Jabes
sufrió en carne propia de cosas que podemos imaginarnos, porque muchos pasamos
por allí. El dolor de la necesidad, de la baja estima, del rechazo, de la
tristeza, del odio, del resentimiento. Hemos sufrido derrotas, humillaciones y
otras situaciones que no alcanzaríamos a describir.
Jabes
finalizó su oración con una petición: ¡ya no quiero sufrir!, he llorado en
soledad y no quiero hacerlo más. He vivido necesitado toda mi vida, pero ya no
quiero hacerlo. Dependo completamente de Ti, Señor, concédeme la oportunidad de
ser sano en todas mis áreas: física, mental, espiritual. Quédate conmigo por
siempre. No sé si Dios le dijo esto a Jabes, pero inspiró un par de años
después a David para que escribiera esto: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le
temen, Y los defiende.” Salmos
34:7
La
oración de Jabes contiene 4 pequeñas frases, que parecen muy insignificantes
pero tienen un gran valor para nosotros como cristianos y son estas:
a) Jabes pidió en dos de ellas que Dios estuviera con él. En las otras dos solicitó protección y crecimiento. La enseñanza es que la única forma de lograr las metas de nuestra vida es que Dios este en ellas siempre. Sin la presencia de Dios somos un barco a la deriva.
b)
Jabes sabía
que no tenía nada que perder y mucho que ganar. Se presentó delante del único
que podía atender y contestar su petición.
c)
Jabes
aprendió que el pasado no nos puede condicionar, porque existe alguien que
cambia nuestro presente para mejorar nuestro futuro.
d)
La
distancia de una oración contestada, se encuentra en la fe que se tenga para
recibir lo solicitado.
Una última enseñanza. La escritura habla poco o nada del
dolor de Jabes y de sus necesidades. Dios habla de lo que había hecho por él.
“Jabes fue más famoso que sus hermanos, y su madre le puso por nombre
Jabes, porque dijo: "En verdad lo he dado a luz con dolor." 1º.
Crónicas 4:9 DHH. Dios inicia la historia de Jabes con el premio otorgado al
final de la oración hecha por este hombre: “Y
le otorgo Dios lo que pidió”
No
dudes que Dios escucha nuestra oración. Él es quién hace los milagros. Él es
quién contesta y nos lleva a otro nivel de vida.
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