“Pero tú debes ser fuerte y valiente, porque
serás tú quien guíe al pueblo de Israel para que reciba el territorio que les
prometí a sus antepasados.” Josué 1:6
3. Mantener
un carácter firme.
“Pero yo le respondí: «Los hombres como yo, no huyen ni se meten en el
templo para salvar el pellejo. Yo, al menos, no me meteré.»” Nehemías 6:11
Nehemías demostró cómo debe ser el
carácter de un líder. Sin temores (ante la oposición de los enemigos: Sambalat
y sus secuaces), sin complejos (por ser copero del Rey), sin arrogancia (al ser
designado Gobernador del pueblo), pendientes de las necesidades de su pueblo
(cuando eran vendidos como esclavos por las deudas), llevando al pueblo a Dios
(firmando un documento y realizando una oración de perdón).
Nehemías nos demuestra que era un
hombre de carácter firme. El carácter es firmeza, energía, genio y eso, nunca
debe faltar. Firmeza para tomar decisiones y dirigir hacia la meta y objetivos.
Energía para influir e inspirar a los demás a no desmayar no desmotivarse sea
cual sea la barrera, obstáculo u oposición. Genio, para saber qué hacer y a
quién dirigirse en los momentos de victoria y derrota, siendo sabio y recto para
encaminar a todos a un mejor nivel de vida.
Nunca
lo olvide, el equipo de trabajo observa al líder y actúa conforme a lo que ve.
No pierdas la energía, siempre ten claro el objetivo y nunca tendrás que llamar
a alguien para que te siga. Siempre habrá personas que creerán y lucharán hasta
el final.
4. Colocar a Dios en primer lugar de
las prioridades.
“Y Moisés respondió: Si
tu presencia no ha de ir conmigo, no nos
saques de aquí.” Éxodo 33:15
Moisés hizo una de las declaraciones más bellas en cuanto
a la dependencia de Dios. Era líder del pueblo de Israel, con una promesa clara
y específica de conquistar la Tierra Prometida. Dios se lo prometió a Abraham,
a Isaac y a Jacob, por lo cual, se iba cumplir al 100%. Sin embargo, Dios al
ver la desobediencia del pueblo toma una decisión: No acompañarlos en su
camino. Cumpliría su promesa, pero iba a mandar un representante.
Moisés conociendo a Dios, le dijo: “Señor, guíanos.
Dirígenos. Regálanos la victoria. Pero queremos estar contigo. Eres lo más
importante. Eres el único que nos puedes dar la victoria.” Eso debe tener en
cuenta los líderes. Una iglesia, un ministerio puede ser grande sin necesidad
de la presencia de Dios, pero jamás logrará el cambio en la vida de las
personas.
Un líder debe orar, estudiar la palabra de Dios y
acercarse a Dios, para que los demás, vean la diferencia, allí residen muchas
victorias. “Nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás
en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué
1:8 RVR 1960. Aun en una empresa u organización. Si un líder es diferente
en todos sus aspectos morales y espirituales desarrolla confianza en su equipo
de trabajo y aún en sus superiores. “Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía,
Jehová lo hacía prosperar en su mano.” Génesis 39:3.
Así que, es un buen momento para
realizarse un estudio certero para que Dios tome el control de tu vida y
corazón, para que en tu liderazgo, haya algo diferente y eso es: La presencia
de Dios.
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