¿Has
visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará. No estará
delante de los de baja condición. Proverbios 22:29
Un proverbio es un dicho con propósito. Una
palabra de sabiduría. Una frase que motiva nuestro pensamiento al cambio, a la
mejora. En los 915 versículos y 31 capítulos que se divide este maravilloso
libro encierran geniales sentencias para lograr mejorar nuestra visión de la
vida.
El primer proverbio de esta saga tiene que ver
con la diligencia. La diligencia
procede del latín "Diligere" que significa Amar. Amar lo que hacemos. Amar a las personas porque
hacemos algo. El amor por algo o alguien que nos impulsa a ser un bien, bien
hecho. Hacer algo con esmero,
prontitud y con el mayor de los esfuerzos. Si todo esto no es amor, ¿Qué más puede ser?
Es por ello, tal como afirma el proverbio, las
personas diligentes se cotizan caro y están en puestos prominentes y las
razones son simples, aquí se enumeran algunas:
- Se puede confiar en ellos:
El
trabajo es realizado meticulosamente, se les puede delegar tareas y las cumplen
a satisfacción. Además, no divulgan la información que se les ha confiado
porque saben que la confianza que se construye por el tiempo se puede perder
por un pequeño error o desliz.
“Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con
él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de
hermoso semblante y bella presencia.” Génesis 39:6 RVR1960
- Tiene cuidado de los pequeños detalles:
Una
persona diligente es un maestro en los detalles. La limpieza, la logística de
un evento, la entrega a tiempo de un proyecto, en fin. Siempre trata de que
todo salga bien, planificando, dirigiendo y tomando acciones para que todo
salga bien. Alguien dijo: “Haz las cosas como si todo dependiera de ti y Confía porque todo depende de Dios.”
“Moisés hizo todo tal como el Señor se lo había
ordenado.” Éxodo 40:16 DHH
La
diligencia ayuda a realizar un examen completo de nuestra vida, identificamos
nuestros valores y virtudes, errores y debilidades, así como implementa acciones
para establecer hábitos correctos que agraden a Dios.
“Haz todo lo posible por ganarte la aprobación de
Dios. Así, Dios te aprobará como un trabajador que no tiene de qué
avergonzarse, y que enseña correctamente el mensaje verdadero.” 2ª Timoteo
2:15
- Establecen metas alcanzables y ejecutan acciones para
lograrlas:
Una
persona diligente no sólo sueña. Emprende y lucha por el objetivo planteado. Un
soñador puede motivar, pero sólo un luchador puede cambiar su destino y
construir una vida plena.
“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar
una torre, no se sienta
primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?”
Lucas 14:28
- Desechan de su vida la mediocridad y el acomodamiento.
La
diligencia no permite quedarse con las manos cruzadas. Siempre se hace uso
óptimo del tiempo. Esto no significa trabajar 24 horas. Esto implica utilizar
bien el tiempo para descanso, trabajo, diversión, comunión con Dios. Sin
embargo, sin un mapa claro de manejo del tiempo, todo parece bueno.
“¡Vamos, joven perezoso, fíjate en la
hormiga! ¡Fíjate
en cómo trabaja, y aprende a ser sabio como ella!” Proverbios 6:6
- Tiene un alto grado de disposición:
Una
persona diligente siempre está dispuesta a apoyar motivos correctos. Se puede
contar con su apoyo o su consejo para determinadas actividades y contribuye a
su alcance o da seguimiento para su finalización.
“Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de
Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, plata, oro y
utensilios; y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.” 1ª Reyes
7:51
- Pregunta por las cosas que no sabe hacer y busca aprender:
Como
dicen las madres y las abuelas: “mejor es
parecer tonto una vez, que ser tonto toda la vida.” El constante
aprendizaje es un insumo importante para ser diligente. Entre más conocimientos
y habilidades, se pueden realizar mejor las funciones desempeñadas.
“Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la
exhortación y la enseñanza.” 1ª. Timoteo 4:13
- Termina lo que empieza:
Un
problema extendido es la falta de organización. Sin embargo, un hábito de las
personas diligentes es que acaba los proyectos iniciados: sea la lectura de un
libro, una carrera universitaria, en fin. Es por ello que se quita el miedo de
emprender y elimina el desánimo que comúnmente aparece a la mitad del camino
para disfrutar de las mieles del triunfo.
“Y todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con
todo empeño; porque en el sepulcro, que es donde irás a parar, no se hace nada
ni se piensa nada, ni hay conocimientos ni sabiduría.” Eclesiastés 9:10
- Tiene prioridades bien establecidas:
Una
persona diligente ordena su vida. Sabe que Dios debe estar S-I-E-M-P-R-E en
primer lugar en su vida. Luego ordena sus otras actividades según su
importancia, sin embargo, no pierde de vista, que todo lo que haga o deje de
hacer tiene una consecuencia futura que puede impactar en su familia, empleo,
estudios, entre otras. Es por ello que Dios está en el No.1.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
Para
finalizar, la diligencia es fruto de la constancia. No se deja llevar por el
desánimo y las críticas porque hay una motivación grande por ser mejor, por
cumplir y por amar lo que se hace. Este hábito se convierte en la base de los
logros.
“Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer
bien.” 2ª Tesalonicenses 3:13
Estos hábitos marcan la diferencia. Evalúa tu
vida con estas características y diseña un plan que te ayude a llegar a cumplir
con todas ellas. De tal forma que tu voz sea escuchada por los demás y puedas ser
tomado en cuenta como una persona capaz y diligente que puede dejar una huella
en su generación.
18 Comentarios
Bellísimo ese estudio de superTion
ResponderEliminarGracias Goya Guerrero, por su visita, es muy importante para este blog
EliminarGracias por este artículo. Buenísimo. Saludos desde Rivera, Uruguay, frontera con Brasil
ResponderEliminarGracias por sus palabras, estimado Otto. ¡Qué bueno poder saludarle en la distancia! Muchas bendiciones. susurrodelcielo.blogspot.com es para todos!!!
EliminarQue ótimo estudo! São preciosidades que precisam ser compartilhadas. Compartilhei com amigos registrando os créditos. Abraço desde o Brasil.
ResponderEliminarMuy edificante el estudio. Gracias por compartir.
ResponderEliminarDios bendiga mucho, muy edificante sin duda esto lo hizo una persona diligente, Dios traerá recompensa.
ResponderEliminar¡Muy buen estudio! ¡Bendiciones!
ResponderEliminarGracias, estimado. Bendiciones mil
Eliminar¡Muy buen estudio! ¡Bendiciones!
ResponderEliminarMuy buen aporte a nuestras intenciones de aprender a ser diligente.
ResponderEliminarEXCELENTE
ResponderEliminarGracias Hernán Arias. Muchas bendiciones. Gracias por visitar susurrodelcielo.blogspot.com
EliminarBuen desarrollo del tema.
ResponderEliminarGracias RichardSiguenza por su visita a susurrodelcielo.blogspot.com. Dios le bendiga.
EliminarMuy buen desrrollo del tema. Dios siempre considerara para su servicio a las personas diligentes, por que son en quienes puede confiar.
ResponderEliminarLas leyes espirituales de Dios, no sola se aplican en su obra, sino que son genereles en todos las hambitos dende se desarrolla el hombre
Demasiado bueno , explicación , desarrollo claro y presido ,felicitaciones me gustó
ResponderEliminarFelicitaciones por esta ayuda , por el desarrollo y explicacion Dios bendiga
ResponderEliminarManda tus comentarios del blog, puedes escribir tus testimonios, o historias que desees.