10 Consejos para Disfrutar la Vida: Lánzate por Nuevos Retos (No. 3 de 3) ¡Nuevo!!

En los post anteriores, se pudo describir que los retos son oportunidades y debemos buscarlas. Aprendimos que la pasión  "es la que nos ayuda a avanzar por la vida. Tomar un reto, desafiar las circunstancias. Aprender y desaprender. Confiar en medio de los problemas. Enfrentarse a los gigantes que avanzan con fuerza." y "No se puede frenar a una persona apasionada. Es capaz de entregar su vida por la causa."

Luego esta la determinación que nos "permite tomar decisiones difíciles que tienen un gran riesgo." y para finalizar, en este post encontraremos la última palabra para lanzarnos a nuevos retos y esta es:

COMPROMISO
“Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.” Nehemías 2:17-18

Este es el pequeño discurso que Nehemías brindó antes de iniciar una gran obra. Después de 70 años en el cautiverio, Judá había quedado desolada y su muro destruido. El pueblo que retornaba necesitaba protección, pero no había nadie quién tomará la decisión de cambiar la situación.

Nehemías, el copero del rey, se involucra en una odisea que probablemente no le tocaba dirigir. No estaba dentro de sus competencias. No era sacerdote. No era funcionario. No era de la antigua familia real de Judá. No era el indicado para todos, excepto para Dios. Fue Él único que vio en este copero la pasión y la determinación. Cuando le cuentan lo que ocurre, llora (pasión) y cuándo tiene la oportunidad le cuenta al rey sobre su plan (determinación). Pudo llorar y decir: “voy a estar orando para que todo mejore”, “primero Dios que todo se solucione” y acabar sus días en el palacio. Sin problemas, sin oposición. Llevando una vida correcta y agradable a Dios y a los hombres.
Sin embargo, opta por lo difícil. Se involucra en el plan de Dios. Cede su puesto al rey y se encamina a su obra. Con el visto bueno del rey llega a la ciudad con un paisaje desolador. Otra oportunidad para rendirse. Dejar que otro lo haga, porque puede ser que se esté entrometiendo en lo que no se debe.

Sin embargo, está involucrado en la tarea. Llama a todos e impulsa a toda la población a que cambie su actitud y les da una visión. Todos obedecen el llamado. Esta es la mejor parte. Cuando todo va bien.

No obstante, el involucrase genera dificultades, críticas, persecución, dudas, desánimo. Críticas despiadadas, elucubraciones. Es parte del paquete. Personas que criticarán tus intenciones y motivaciones, reprocharán la obra, dudarán de la capacidad del líder, destruirán la confianza de los demás.

Es allí, donde el carácter surge, el llamado se cuestiona y la resistencia recrudece.
Es allí, donde la vida cambia y no deben cambiarse las convicciones.
Es allí, donde la fe permite navegar y seguir el rumbo.

“Entonces yo le envié contestación, diciéndole que no había nada de cierto en aquellos rumores, sino que eran producto de su imaginación. Pues ellos trataban de asustarnos, pensando que nos desanimaríamos y que no llevaríamos a cabo la obra; pero yo puse aún mayor empeño.” Nehemías 6:8-9

Con todos los impedimentos, después de 52 días de trabajo arduo, con oposición y desánimo en medio, la obra es finalizada. “La reconstrucción del muro quedó terminada el día veinticinco del mes de Elul. El trabajo duró cincuenta y dos días.  Cuando nuestros enemigos se enteraron de esto, los países vecinos tuvieron miedo y se sintieron avergonzados, porque comprendieron que esta obra se había realizado con la ayuda de nuestro Dios.” Nehemías 6:15-16

Pero Nehemías no se quedó allí, una persona comprometida no sólo cumple, siempre da lo mejor y hace una milla extra. Pidió perdón por el pecado del pueblo. Renovó la adoración. Educó al pueblo. Limpió las malas costumbres del pueblo. Volvió el corazón del pueblo a Dios.

Eso es el compromiso. Tómalo como un estilo de vida y Dios siempre te recompensará y dejarás una herencia de bendición a una familia, comunidad, iglesia o nación.


Estas tres actitudes: PASIÓN, DETERMINACIÓN Y COMPROMISO pueden cambiar tu vida y la de tu entorno. Sigue adelante.

Publicar un comentario

0 Comentarios