La ira desbordada
produce sed de venganza; la venganza, amargura; la amargura, odio y el odio,
desgracia. No le des oportunidad de iniciar este círculo vicioso.
“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será
culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable
ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno
de fuego.” Mateo 5:22 RVR1960
En el diccionario de
Dios encontramos amor, perdón, reconciliación y gracia en la misma página.
"Yo les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus pecados.»
Hebreos 8:12 DHH
El
liderazgo requiere carisma para impactar; requiere compromiso, para no
desmayar; pasión, para avanzar; aprendizaje para evitar acomodarse; empatía,
para enseñar; fe, que levanta y un objetivo para conquistar.
“Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las
cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera
que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente
que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés.” Josué 1:16-17 RVR1960
Los “nunca podré” del desánimo se vencen con los “seguiré hasta el
final” de la perseverancia.
“A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que
me fortalece.” Filipenses 4:13 DHH
Lo esencial es lo
eterno.
Los triunfos se olvidan.
Los trofeos se deterioran.
Los títulos se pierden.
El dinero se esfuma.
Doblega tu orgullo.
Renuncia a ti.
Vive por Él y para Él.
Pelea la batalla.
Toma tu cruz.
Responde correctamente al
Sígueme.
Es tu decisión:
Lo eterno o lo efímero.
Lo humano o lo Divino.
Tú o Dios.
“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace
la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1ª Juan 2:17 RVR1960
Perdonar una vez es un
acto ejemplar; pero dar una segunda oportunidad es un claro modelo de amor
verdadero.
“Yo cuidaré de mi pueblo como cuida un buen pastor
a sus ovejas. Mi pueblo anda perdido, pero yo lo buscaré. Se ha apartado del
camino, pero yo lo haré volver. Anda herido, pero yo vendaré sus heridas. Está
débil, pero yo le daré fuerzas. Y aun cuando esté gordo y fuerte, cuidaré de
él.” Ezequiel 34:6 TLA
La fe en la fe es
estéril. La fe en Dios es la que cambia, transforma y libera.
“Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y
conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta
completa sanidad en presencia de todos vosotros.” Hechos 3:16 RVR1960
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