
B. Mejora tus dones (2a Parte):
“Por
lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos.” 2ª Timoteo 1:6
No
descuides los talentos que Dios te ha dado. Conviértete en un especialista en
tu habilidad, que la excelencia sea la firma de cada una de tus acciones; pero
esto se logra solo a través de:
1) Entrenamiento:
Es
imposible imaginarse un atleta gordo compitiendo en los 100 metros planos. Es
imposible imaginarse un ganador de medalla que no esté dispuesto a entrenar
hasta un poco más allá de los límites, para lograr su fin. Igual es con los
dones, sino los practicas mueres, sino los ejercitas se secan.
Desarrolla
un plan de entrenamiento. Si tienes carisma y don de gente, tienes muchas
probabilidades de ser un líder. Ahora bien, debes entrenarte para ser un líder,
así que debes ser un servidor, debes trabajar en someterte a otro líder para
entender a los colaboradores, debes mejorar tus actitudes, vencer tu ego,
modelar el carácter, entre otras.
Identifica
las áreas de mejoras: Todos necesitamos mejorar algo. Así que se debe detallar
y luchar para vencer las debilidades, cada día de la vida.
Es
necesario que el entrenamiento sea permanente y constante. La capacidad no
consiste en el talento sino en la preparación.
“Entre
tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.” 1ª
Timoteo 4:13
2) Disciplina:

“Todo
aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una
corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.” 1ª Corintios 9:26
3) Consejo
La
Biblia es reconocida con muchos nombres “mapa de la vida”, “brújula”, “manual
del fabricante”, entre otras. Tómalo muy en cuenta en tu vida. Apóyate en sus
consejos y serás mejor. Además, busca un “coach” que contribuya a tu
crecimiento, que te diga lo necesario y no lo que quieras oir. Que rete tu
vida. Que analice tus puntos débiles. Que forme tu carácter. Recuerda que todo
Timoteo tuvo un Pablo y todo Pablo tuvo un Bernabé.
“Tú
debes seguir creyendo en lo que aprendiste, y que sabes que es la verdad.
Después de todo, conoces muy bien a quienes te lo han enseñado.” 2ª Timoteo
3:14
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