10 Consejos para Una Vida Mejor: Nunca Dejes de Aprender (No. 10) (3a. Parte)

La vida es una carrera de aprendizaje. En los post anteriores aprendimos que para nunca dejar de aprender es necesario:

a) Aprender a Desaprender. Dejar los malos hábitos atrás y emprender con disciplina y entrenamiento nuevas acciones que te ayuden a crecer.

Además, en el siguiente post, se describió la forma de mejorar los dones, de convertirte en un especialista y multiplicar los talentos para mejorar la vida.

Para finalizar esta saga, el último elemento para nunca dejar de aprender:

C. Inviérte en tu Educación:

“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6

La palabra educación viene del latín “educere” que significa “extraer, sacar” o “educare” que significa “formar, instruir” En ese sentido, este punto no sólo habla de la educación formal sino de todas las áreas. Es necesario invertir tiempo, dinero y esfuerzo para provocar un cambio en nuestra vida.

1) Invierte Tiempo:

El tiempo es un bien demasiado escaso y valioso como para perderlo en cualquier cosa. Es necesario que se establezcan límites para ocuparlo correctamente. En lectura, en ir a una clase, aprender un oficio, manualidades, inscribirse en cursos, entre otras.

Muchas veces dejarás los momentos de ocio para dedicarlos a una nueva actividad, sin embargo, por perder el tiempo de quejarás y te sentirás decepcionado, pero de aprender una nueva habilidad, jamás.

Establece cronogramas y cumple con ellos. Disfruta cada nuevo aprendizaje, conocimiento y ponlo en práctica. Nunca te sentirás mejor, que cuando hayas dado lo mejor de ti y hayas cambiado el tiempo ocioso en productivo.

“En esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo:” Eclesiastés 3:1

 

 2) Invierte Dinero:

El dinero es volátil. Si no se ocupa de una forma, siempre habrá alguna razón para utilizarlo. Al final se consume y se esfuma. En cambio, la educación permanece. Aprovecha las oportunidades de estudiar un nuevo idioma, una nueva carrera, un diplomado o cualquier curso. Esto vale su precio.

No te quejes de invertir dinero en educación, por el contrario quéjate si estás faltando a clases o no dan las clases como es debido. Esto es lo más importante. Hay una frase que circula en El Salvador que dice: “Entre el hombre más se prepara, Dios más lo usa.”  Y esto es una realidad absoluta e irrefutable.

“Educa al sabio, y aumentará su sabiduría; enséñale algo al justo, y aumentará su saber.” Proverbios 9:9

3) Invierte Esfuerzo:

Las dos primeras inversiones sin esta última carecen de valor. El esfuerzo es esa capacidad que estimas para aprovechar las oportunidades que se presentan, derrochando energía, aprovechando las oportunidades, produciendo nuevos resultados.

Muchas veces dedicarás noches de desvelo, pero tendrá una gran recompensa.

Muchas veces tendrás que decir no a fiestas, descansos y salidas, pero el fruto de esos sacrificios lograrás muchas oportunidades abiertas.

“Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.” 1ª Timoteo 4:13

Es una decisión personal. No dependerá de la capacidad, talento o habilidad. Todo será cuestión de actitud. Tu historia la escribirás en base a lo que sepas hacer. Allí reside la diferencia entre los triunfadores y los demás. Pagar el precio. No sólo en un aula. Eliminando ese tiempo de ocio de películas para transformarlo en tiempo de lectura. Tiempo de navegar en internet por tiempo de inscribirse a un curso presencial o en línea. Allí está todo. Todo se resume en el esfuerzo por mejorar.

“Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.” 1ª Timoteo 4:15

Es parte de la inversión. Es parte del proceso de aprendizaje. Es por ello, que el aprendizaje nunca termina. Desaprende, invierte y mejora. Tendrás muchos éxitos.