Grandes Compromisos de Hombres: Vivir En Integridad (Parte Final) ¡Para Compartir!



La integridad, es el lugar donde se conecta la lealtad, honestidad, la fidelidad y la verdad. Lograr vivir bajo este estilo de vida es un proceso diario de esfuerzos por evitar fallar, cometer errores, pedir perdón y retomar la senda para alcanzar esta forma de vida.

En esta segunda parte del post, (para ver la primera de clic aquí) veremos 4 consejos más para lograr una vida de integridad, para lograr lo dicho por Ken Follet: “La integridad personal es como una espada: no debería blandirse hasta el momento de ponerla a prueba.”

-) Practicar todos los días:
Algunos estudiosos de la conducta humana establecen que un nuevo hábito se puede establecer entre los 16 o 21 días luego de haberlo implementado. Es muy probable que así sea, pues el cerebro está capacitado para aprender y desaprender muchas cosas. En ese sentido, debemos tomarnos el tiempo diario para mejorar nuestra conducta, revisar nuestros valores y creencias, estableciendo las mejoras respectivas.

Si hemos dejado de orar, regresar a esas bellas conversaciones con Dios, si hemos dejado de ser amables, aprovecha cada oportunidad para regalar un buen acto a las personas, en fin, es importante estar pendientes de poner el práctica la nueva actitud o comportamiento aprendido, de tal forma que se vean los avances de forma concreta y luego sea parte de nuestra dinámica de vida.
Mientras llego a visitarte, sigue leyéndoles la Biblia a los miembros de la iglesia, y no dejes de animarlos ni de enseñarles… Haz todo eso y dedica tiempo para ello, para que todos vean que cada día eres mejor.” 1ª Timoteo 4:13; 15.

-) Comprende y escucha los consejos:
Este camino hacia la integridad no puede hacerse solo. Tendrás la compañía de Dios, familia y otras personas que se convertirán en coaches que te aconsejarán y velarán porque nos haya desviaciones en el camino hacia tu recuperación.

Escúchalos, presta mucha atención a cada consejo de tal forma, que retomes el camino y continúes luchando a diario por vivir honradamente, desafiando los valores  post-modernos y siendo un ejemplo de integridad para los demás.

Querido jovencito, cumple al pie de la letra con los mandamientos de tu padre y con las enseñanzas de tu madre. Grábatelos en la memoria, y tenlos siempre presentes; te mostrarán el camino a seguir, velarán tu sueño mientras duermes, y hablarán contigo cuando despiertes.” Proverbios 6:20-22 TLA

-) Tendremos que dar la milla extra.
Una vida de integridad nos pide un esfuerzo extra y una enorme dosis de fuerza de voluntad para no darnos por vencido. Muchas veces ante un pequeño fallo seremos criticados fuertemente, habrá vacilaciones y desánimo, pero, recuerda que una vida de integridad no tiene meta, es un proceso largo que nos pedirá mucho, pero a la vez nos llenará de enormes satisfacciones y beneficios que nos harán sentirnos bien y llenarán nuestra vida de esperanza y fortaleza. Recuerda que tienes al Espíritu Santo para aconsejarte y ser tu Consolador.
El soldado contestó: —¡Ni por mil monedas de plata me atrevería a hacerle daño al hijo del rey! Nosotros oímos cuando el rey mismo le ordenó a usted que cuidara al joven Absalón. También se lo dijo a Abisai y a Itai.” 2ª Samuel 18:12  TLA

-) Debemos ser responsables y decir con firmeza “no”
Un área de la integridad es que nos hagamos responsables de nuestros actos, por lo que una vida integra nos pedirá que solicitemos perdón por malas decisiones, incluso hasta resarcir el daño efectuado. Nos pedirá que demos la cara cuando hemos fallado. Nos pedirá que digamos que hemos cometido un error. Que tomemos acciones sobre nuestros actos. Esto nos ayudará a ser personas fieles, honestas y comprometidas a hacer siempre el bien a todos y no afectar la vida de los demás.

Este compromiso nos hará decir que no en muchas ocasiones. Podrán ser buenas ofertas que nos permitirán cumplir deseos de toda índole pero sabemos que detrás del deleite momentáneo siempre hay una factura que se paga a largo plazo, pero en esos momentos seremos los únicos que podremos tomar una decisión de decir no y evitar problemas o pasar, muchas veces, el resto de nuestra vida tratando de enmendar algo o pagando las consecuencias de nuestras malas decisiones.

“Así que después de algún tiempo la esposa de su amo se fijó en él, y un día le dijo:
—Acuéstate conmigo.
Pero José no quiso, y le contestó:
—Mire usted, mi amo ha dejado a mi cargo todo lo que tiene, y estando yo aquí, no tiene de qué preocuparse. En esta casa nadie es más que yo; mi amo no me ha negado nada, sino sólo a usted, pues es su esposa; así que, ¿cómo podría yo hacer algo tan malo, y pecar contra Dios?” Génesis 39:7-9 DHH

-) Cuidar lo que entra a nuestra mente y corazón:
Un hombre debe seleccionar lo que entra y sale del corazón, pues esto puede contaminar sus pensamientos y acciones. Debe tener cuidado con lo que ve, evitando que material que incremente la lujuria entre a su mente, pues esto se queda grabado y es muy difícil poder borrarlo de la mente. Según estudios una imagen obscena puede grabarse en 30 segundos, pero tarda más de 20 años en borrarla. Esto permitirá que el cerebro exija ver más cada vez hasta llegar a una momento que las perversiones más graves no puedan satisfacer los deseos que se implantaron en la mente.

Debe tener cuidado con lo que escucha, con lo que piensa, lo que toca, sus conversaciones, sus palabras. Es muy importante evitar la soledad pues es allí donde muchas ocasiones es el taller sonde se fabrican las más grandes tentaciones. Se debe elegir correctamente lo que entra para evitar tener problemas futuros con ello.
Y sobre todas las cosas, cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida.” Proverbios 4:23 TLA

Todo esto nos puede llevar a tener una vida con integridad, que nos permita dejar un legado a nuestra familia y ninguna huella que permita sentir vergüenza. Lo que deja al final una vida de integridad es amistad, pues alguien integro siempre es bueno tenerlo cerca pues nos puede ayudar a salir adelante. Además, genera un carácter fuerte, que nos permita decir no y hacerle frente a las tentaciones y deseos que se interpongan en el camino. Genera credibilidad, pues nadie puede poner en tela de juicio las palabras, y sobre todo los hechos de una persona honesta y llena de confianza.

Así que cada hombre debe retomar este compromiso para que al final de sus días, logre poder presentarse ante Dios y su familia con la cara en alto y satisfecho por el riquísimo legado que ha dejado a las nuevas generaciones.

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