Un Año con Propósito: Vivir con Sinceridad. (No. 5) ¡Nuevo!

“Siempre estás cerca de los que te llaman con sinceridad.” Salmos 145:18 TLA

Lo admito. Me cuesta ser sincero. Soy pecador. Merezco el juicio. Sin embargo, en una cena familiar me di cuenta de los resultados de no ser sincero. La mentira se multiplica y se pasa de generación a generación. Mi hijo Benjamín de 2 años preguntó: ¿Hay más “siosa” (gaseosa o soda como le dicen en otros países)? Como padre no quería darle más y muy natural, iba a responder: Hijo, ya no hay. Sin embargo, si había y él en algún momento se iba a dar cuenta, así que rectifique y le dije: Hijo, hay más gaseosa (o soda) pero no le daré más porque no ha terminado su comida. Mi corazón quedó tranquilo y creo que el del pequeño también.

Sigo preocupado. Soy culpable de mi falta de sinceridad. Muchas veces oculto información que debo decir. Esclavo de la hipocresía. Rey del disfraz. Sin embargo, me doy cuenta que debo cambiar. Por Dios. Dios camina conmigo todos los días. Observa lo que veo en la Web. Descubre mis pensamientos. Repara en mis malos tratos a los demás. Escucha el verdadero motivo de mi oración. Conoce mis debilidades. Percibe mis farsas. Descubre mis malas intenciones.

No se le puede mentir a Dios.

Pablo le dijo a los Gálatas, un bello axioma sobre la sinceridad: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Gálatas 6:7 RVR1960. Fíjese en la idea principal, la mentira sólo engaña a su autor, no al receptor. En este sentido, no estoy disminuyendo el poder de su Gracia. He sido perdonado. Pero ese perdón recibido, me exige un deber diario: Es ser agradecido tratando de caminar sin fingimiento, sin doblez, sin máscaras hacia Él. David le escribió a Dios: “Yo siempre recuerdo tu amor y por eso te soy fiel.” Salmos 26:3 TLA.

 

La sinceridad es parte de esas virtudes fundamentales que permiten tener una vida de integridad y llena de bendiciones. En ese sentido, se proponen algunas ideas para tomar en cuenta para ser cada día más sinceras pueden ser las siguientes:

a)    Haga de la verdad su eterna compañera.

“El que dice la verdad permanece para siempre, pero el mentiroso, sólo un instante.” Proverbios 12:19 DHH

Antonio Machado, escritor español escribió: “Después de la verdad, nada hay tan bello como la ficción.” La verdad es lo más deseable que un ser humano puede aspirar, así que aférrate a la verdad, no la abandones y cuando pienses que el precio es demasiado alto, debes recordar que crear nuevamente confianza será prácticamente imposible. Salomón dijo: “Acumula verdad y sabiduría, disciplina y entendimiento, ¡y no los cambies por nada!” Proverbios 23:23 TLA

b)    Destruya todas las máscaras que traten de ocultar su persona.

“Lo que ustedes digan en la oscuridad, se sabrá a plena luz del día; lo que digan en secreto, lo llegará a saber todo el mundo.” Sn. Lucas 12:3 TLA

Salomón escribió: “Al bueno lo guía la justicia; al traidor lo destruye la hipocresía.” No te escondas para que la gente hable bien de ti. Lo importante es que tu imagen, tu carácter y personalidad construyan tu integridad y que todo esto forme tu verdadero yo.

c)    Tenga el valor suficiente para aceptar y reparar sus errores.

“Después de la comida, Zaqueo se levantó y le dijo a Jesús: —Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo. Y si he robado algo, devolveré cuatro veces esa cantidad.” Lucas 19:8 TLA

Zaqueo tomó la decisión correcta, confrontado por la gracia de Cristo, no le quedó otra opción de pedir perdón. El error en sí no es lo malo, sino no tomarse el tiempo de fallar  y pedir el perdón respectivo y tratar de arreglar el yerro.

d)    Mantenga su conciencia limpia.

“pero háganlo con humildad y respeto. Mantengan siempre limpia la conciencia. Entonces, si la gente habla en contra de ustedes será avergonzada al ver la vida recta que llevan porque pertenecen a Cristo.” 1ª Pedro 3:16 TLA

Entre más limpia este nuestra mente, más sincero podremos ser. Porque no hay nada que ocultar, no hay nada de qué avergonzarse.

e)    Evite fingir en su relación con Dios y con los demás.

“No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno.” Romanos 12:9 NTV

No hay peor cosa que enfrentarse con alguien que finge que nos ama y está cerca de nosotros por interés. Con Dios no lo hagamos. No tratemos de aparentar lo que no tenemos. Cuando estamos cerca de Dios se nota en nuestro trato con los demás. Juan en su epístola universal escribió: “Si decimos que amamos a Dios, y al mismo tiempo nos odiamos unos a otros, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, mucho menos podemos amar a Dios, a quien no podemos ver.” 1ª Juan 4:20 TLA

 

    f)     No se aproveche de los demás.

“No defraudes ni le robes a tu prójimo. No retengas hasta el día siguiente el salario de tus obreros contratados. No insultes al sordo ni hagas tropezar al ciego. Debes temer a tu Dios; yo soy el Señor. No tuerzas la justicia en asuntos legales al favorecer al pobre ni al ser parcial con el rico y poderoso. Siempre juzga con imparcialidad a las personas.” Levítico 19:13-15

La sinceridad permite tratar a todas las personas con gracia, nobleza, rectitud y honestidad. Todos son considerados como valiosos y evita en todo sentido que el corazón sea oportunista.

g)    La sinceridad no implica ser grosero, petulante ni arrogante.

“Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti. Esa es la esencia de todo lo que se enseña en la ley y en los profetas.” Mateo 7:12 NTV

Muchos confunden sinceridad con grosería. La sinceridad siempre dice la verdad sin buscar dañara a terceros. La grosería trata de dañar. La sinceridad no se promueve así misma haciendo alardes de los logros alcanzados. Todo lo contrario.