Sobre Liderazgo: ¿Dónde se forman los Líderes?




Hay una pregunta que siempre circula cuando se habla del liderazgo y esta es: Un líder ¿nace o se hace?, pero este pequeño artículo plantea las fases, lugares o experiencias que debe tener una persona para lograr llegar a un puesto de liderazgo o tomar la conducción de un equipo de trabajo, para no fallar en ese propósito.
El liderazgo es la capacidad de conducir, motivar e influenciar a las personas. Sin embargo, muchos pueden brindar órdenes, planificar y dar seguimiento obteniendo buenos resultados pero no tienen un liderazgo definido. Otro pueden ser motivadores natos pero probablemente no lograra buenos resultados y otros pueden pensar que son buenos líderes pero en realidad no lograr alcanzar lo que planifican.

En ese sentido, propondré algunas experiencias que debemos vivir y aprender para formarnos con un corazón y alma de líder:

a)      El taller de la obediencia:
Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.”  Éxodo 33:11 RVR1960

Un líder que no es capaz de estar bajo sujeción, podrá tener el carisma nato de un líder, podrá obtener buenos resultados; pero siempre tendrá muchas bajas en sus seguidores y, probablemente no podrá multiplicar su legado en nuevos líderes. Probablemente su carácter autocrático sea su mayor atributo y algunos lo tildarán de "caballo sin rienda". Es importante que en el liderazgo se aprenda a escuchar a los superiores, a proponer nuevas ideas, a ser aconsejado y aprender, a trabajar en las áreas operativas para saber qué es lo que necesita en la estrategia global. Mientras más experiencias tengan en este taller, más impacto producirá en la motivación de sus colaboradores.

b)      El campo de batalla:
Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.” 1° Samuel 17:32
En el área militar, los superiores más admirados son aquellos que se forjan en el campo de batalla y no en los despachos haciendo política. Un líder forja su carácter atendiendo personas, siendo criticado, conociendo la operatividad, observando y trabajando en el taller, lo que lo japoneses llaman Gemba, que significa el "lugar donde suceden las cosas."

c)       La lucha interna con el orgullo:
Nosotros, por nuestra parte, no vamos a jactarnos más de lo debido. Nos limitaremos al campo que Dios nos ha asignado según su medida, en la cual también ustedes están incluidos.” 2ª Corintios10:13  NVI
El orgullo destruye al líder. Alguien dijo una vez: "la soberbia es hinchazón, aunque parezca grande, está enfermo." El líder debe aprender a disfrutar de los elogios, pero dejarlos pasar y continuar con su vista al frente para que no exista una motivación hacia los aplausos y reconocimientos, sino hacia el legado y el destino. Perder el miedo a que otro ocupe su lugar y estar atento para preparar a la nueva generación de líderes que logren impactar en el cumplimiento de la misión y el propósito planteado en el ámbito empresarial, familiar, grupal, entre otros.

d)      Convivir con Todos: 
Cuando Jesús vio a tanta gente, subió a una montaña y se sentó. Los discípulos se le acercaron, y él comenzó a enseñarles.” Mateo 5:1-2
Una persona que aspire al liderazgo no puede aislarse de los demás y vivir enclaustrado en sus sueños y expectativas. Debe aprender de otros. Lo malo y lo bueno. Debe aprender a vivir con líderes críticos, autoritarios, laissez faire, propositivos, soñadores para retomar lo mejor de cada uno de ellos y evitar sus desatinos. Debe aprender a convivir con los colaboradores perezosos, formales, productivos, mentirosos, para saber cómo sacar lo mejor de ellos e impulsar nuevos atributos y descubran que pueden ser mejores personas.
Como último punto,

e)      Aprender todo, de todo y de todos:
Sigan ustedes mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo.” 1ª. Corintios 11:1 
 Los líderes y futuros líderes nunca dejan de formarse y aprender. Toman el control de su vida y vive cada experiencia con un propósito.
Para concluir, un líder no se forma en un aula. Una persona que aspira al liderazgo, se desarrolla a través de caminar con otros líderes y nunca dejar de aprender de tal forma que cree una áurea de súper líder sino de una persona que se sabe cómo ponerse el overall, que es probable que tenga un mayor impacto en los demás, tal como dice el refrán: "Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra."


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