Los primeros 5 hábitos para los líderes que desean mejorar sus capacidades eran los siguientes:
1.
Los líderes se transforman
de una autoridad a una maestro, un coach, un mentor.
2.
Los líderes se preparan
para enfrentar el futuro.
3.
Los líderes desarrollan sus
habilidades de comunicación.
4.
Los líderes aprender a
gestionar sus emociones:
5.
Los líderes no son llaneros
solitarios, siempre desarrollan equipos de alto desempeño.
Así que en esta nueva entrada se presentan 6 hábitos que pueden ayudarnos a continuar el crecimiento personal como líderes preparados para enfrentar los desafíos que viene cuando se desea cumplir el propósito de Dios para su vida.
6. Dignifica su
palabra.
Un
líder tiene tres herramientas muy valiosas donde sustenta su influencia, la
primera es su visión, sus convicciones y sus palabras coherentes con sus
hechos. Este último, le da vida al hábito seis. Muchos líderes fallan en esa
conexión entre palabras y hechos, así que el mejor modelo de liderazgo es
tomado de Jesús, nuestro Señor. A Él lo acusaron de que se juntaban con gente
fuera de estatus de los Fariseos y los Saduceos, gente como publicanos, gente
de la calle o pescadores, iletrados, que no formaban parte de la élite. Sin embargo,
jamás lo acusaron de falta de integridad.
Las
palabras de Jesús estremecían el status quo de los fariseos. Hablaba de la
gracia y la practicaba. Hablaba contra la corrupción en la religión judía y
jamás se prestó a la política de los que tenían el poder. Hablaba de servir y
era el primero en ponerse el delantal y lavarles los pies a sus discípulos. Nunca
se limitó a tener un bonito discurso, sino a vivir su mensaje. Eso hizo cambiar
al mundo. Muchos considerados no cristianos, toman como referente de liderazgo
a Jesucristo, por eso.
Como
líderes, se debe cuidar las palabras. Unirla a los hechos y darles coherencia.
Asimismo, se debe evitar humillar, insultar o pedir privilegios, ya que lo
único que se conseguirá es destruir la confianza que tiene su equipo. Así que,
cada día de la vida el líder debe fomentar la edificación y que su palabra sea
apreciada porque está llena de bondad, integridad y de acción.
7. Fortalecen sus
convicciones de tal forma que la integridad es el fundamento de sus acciones.
Las
convicciones y la integridad son las dos palabras que le dan significado al
liderazgo. Sin ellas, hay autoritarismo, privilegios, estafas, autoridad,
dominio y hegemonía, que son antónimos, no solo de la palabra sino del estilo
de vida de un líder.
Alguien dijo
una vez que “el carácter es hacer lo correcto delante de las personas, la
integridad significa hacer lo correcto cuando nadie nos está observando.” Esto
no se logra de la noche a la mañana, sino que se logra a través de implementar
una dinámica de vida acorde a esas convicciones. Todo líder debe revisar la
fortaleza de sus convicciones, para determinar cuáles serán las estrategias a
ejecutar para vigorizar aquellos valores que pueden quebrantarse en un momento
de la vida. Tomar la decisión de ser fuerte y de saber cuáles son sus
debilidades, no para escudarse en ella, sino para cambiar y ser mejor persona.
Todo esto se
logra con disciplina. La disciplina es la capacidad de hacer siempre lo mismo,
aunque todo el mundo haga lo contrario. El líder no debe perder la perspectiva.
El líder no debe perder el compromiso de servir. Jamás debe buscar sus
privilegios por encima de otros. El líder siempre debe mantener los pies en la
tierra, ya que de esta forma avanzará a su legado sin que nadie cuestione su
influencia y sus creencias. Como le dijo Samuel al pueblo de Israel, el líder
debe ser claro y esperar la respuesta de su equipo, de esta forma:
“Ahora testifiquen
contra mí en presencia del Señor y ante
su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un burro? ¿Alguna vez he estafado a
alguno de ustedes? ¿Alguna vez los he oprimido? ¿Alguna vez he aceptado soborno
o he pervertido la justicia? Díganmelo y corregiré cualquier cosa incorrecta
que haya hecho.
—No —le contestaron
ellos—, nunca nos has engañado ni oprimido y nunca has aceptado soborno alguno.
—El Señor y su ungido son mis
testigos hoy —declaró Samuel— de que mis manos están limpias.
—Sí, él es nuestro
testigo —respondieron.” 1ª Samuel 12:3-5
Este testimonio
es lo que diferencia a un verdadero líder siervo a uno que busca satisfacer sus
necesidades con el trabajo de otros.
8. Busca siempre
la formación continua y desarrollan sus ventajas competitivas.
Un líder que
no se prepara está condenado a la extinción. Salomón da un consejo brillante
sobre mantenerse siempre en constante preparación: “Siembra tu semilla por la
mañana, y por la tarde no dejes de trabajar porque no sabes si la ganancia
vendrá de una actividad o de la otra, o quizás de ambas.” Eclesiastés
11:4 NTV
El consejo es
simple. Un líder debe mantenerse en una preparación constante en todas las
áreas. La Biblia debe ser su base de aprendizaje, con una lectura diaria y
constante. Luego el líder debe realizar un análisis de sus Fortalezas,
Debilidades, Amenazas y oportunidades, pero no quedarse con ello, sino evaluar
y ponerse metas claras, alcanzables y con un tiempo específico para el logro
del cambio, para minimizar sus debilidades y potenciar sus fortalezas.
El líder debe
disfrutar cada etapa del entrenamiento. Esta puede ser críticas fuertes,
desánimo, acusaciones sin fundamento, desiertos espirituales, falta de apoyo,
falta de inspiración. Luego de cada etapa debe tomar las lecciones aprendidas,
las nuevas experiencias, nuevos hábitos y mejorar. Esas ventajas competitivas
les ayudarán adaptarse a la nueva realidad y mejorar.
Así que, el
líder debe aprender a desaprender. Muchos malos hábitos, costumbres y conductas.
Confucio dijo: “Ser ignorante no es tanta vergüenza como no tener la voluntad
de aprender.” Sin embargo esta es una decisión. Una decisión que dará buenos frutos
pero solo podrá ser bendición si el aprendizaje se ve como un proyecto de vida
que acaba con la vida misma.
9. Los líderes se
convierten en cazatalentos y en “activadores” de las capacidades de su equipo
de trabajo.
Un cazatalentos
es aquel líder que siempre observa lo mejor de otros y desarrolla proyectos
para el desarrollo de las personas para que formen parte de su equipo de
trabajo. Es por ello que para lograr este hábito es necesario que el líder
desarrolle las siguientes capacidades:
·
Debe ser observador:
Un líder no
debe perder la perspectiva de reclutar personas que posean grandes cualidades,
potencialidades y otras características que hagan mejor al equipo. No tiene
miedo a que alguien sea mejor en cualidades intelectuales, carisma u otras,
porque no depende de un puesto para ser
un líder, sino que siempre se rodea de grandes personas para que el legado y
destino sean alcanzados.
·
Debe ser un mentor:
Luego de
reclutarlos, les brinda mentorías, los capacita, los empodera y los faculta
para que tomen decisiones, de tal forma que los guía para que ellos puedan
verse involucrados de manera plena. Si se equivocan, debe crear un clima de
confianza para evitar deserciones y culpabilidad, dándoles la oportunidad de
rectificar, sacar lecciones aprendidas y mandarlos nuevamente al ruedo para que
sigan forjándose.
·
Debe tener paciencia:
El
cazatalentos debe darse cuenta que la mejora no es por osmosis ni por
accidente. Tiene paciencia para conducir a sus colaboradores a una mejora, sin
perder la perspectiva de que cada uno tiene su estilo de aprendizaje, sus
miedos, su carácter y sus modelos mentales. Sin embargo, él líder da lo mejor
de sí para ayudarles en ese camino con fe y paciencia.
·
Ser capaz de evaluar:
Un líder no
debe tener miedo a evaluar a otros. Siempre está midiendo los avances y le
felicita por los logros y desafía a los que se han quedado rezagados para que
continúen su proceso de crecimiento.
10.Los líderes
motivan y felicitan a su equipo por lo logros obtenidos.
Un líder debe
ser capaz de felicitar a su equipo por los logros alcanzados de una manera
efectiva. Esa efectividad se alcanza siendo genuinos. Una felicitación genuina
es aquella que se brinda de manera sencilla y clara, no como un esfuerzo o una
imposición, sino como algo natural y parte del proceso de construcción de equipos
eficaces.
Además, la
felicitación debe ser sincera. No debe esconder intenciones ni peticiones
ocultas. Esa felicitación se debe dar por algo alcanzado por el equipo y que
debe ser reconocido para darle un grado mayor de satisfacción y entusiasmo a
todos.
De tal forma que los elogios se conviertan en
una dinámica constante que cree un estilo de trabajo donde la motivación
siempre se encuentre en sus niveles óptimos, donde se genere un clima de
confianza, con desafíos que siempre lleven al pensamiento de mejora continua,
generando una estima saludable en todos sus miembros para que al final se
destaque al equipo por encima de todos. De tal forma que el líder disfrute de
la sonrisa de satisfacción de todos los miembros, luego de una extenuante labor
que los lleve a estar más cerca de cumplir con el propósito de vida.
Estos 10
hábitos son acciones simples que cada líder debe considerar adoptar. Muchas
serán fáciles. Otras serán complicadas, pero jamás se debe olvidar que somos
llamados a servir y a ser cada día líderes como Jesucristo. Recuerde: “Y
estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará
hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.”
Filipenses 1:6 NTV
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