“Hermanos,
yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme
en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por
recorrer.” Filipenses 3:13
La vida. Para la vida no hay un
antagónico. No podemos elegir el momento que nacemos, pero si el que iniciamos
a vivir, la forma de vivir y lo que queremos dejar, luego de vivir. Dios nos ha
creado con un propósito. Así que es un buen momento para reflexionar sobre la
felicidad de vivir.
1. Bienaventurado
quien ama a Dios, porque encontró el amor verdadero.
2. Bienaventurado
el visionario porque mantendrán sus pies en la tierra para conquistar. Sus
manos en el trabajo, para construir y su vista en su destino, para jamás
rendirse.
3. Bienaventurado
el apasionado porque sus obstáculos se convierten en desafíos, sus fracasos son
aprendizajes continuos y sus victorias no son el fin, sino el principio de su
camino.
4. Bienaventurado
el que lidera porque transmite una llama sagrada de corazón a corazón.
5. Bienaventurado
el íntegro, su corazón siempre habitará tranquilo.
6. Bienaventurado
el que toma riesgos, cada herida es una experiencia que siempre hay una
oportunidad enfrente.
7. Bienaventurado
quien planifica porque la productividad será su eterna compañera.
8. Bienaventurado
el humilde pues sus pies caminan firmes en la tierra y su corazón habita
permanentemente en los cielos.
10. Bienaventurado
quién sueña, porque en su corazón siempre hay una gota de motivación para
vivir.
11. Bienaventurado
quien abre-brecha, porque derrotó su temor, se abrió pasó y dejó un nuevo
camino para una nueva generación.
12. Bienaventurado
quien se esfuerza porque prueba las mieles de dar lo mejor.
13. Bienaventurado
quién ama la prudencia, porque actúa con sabiduría, enfoca sus acciones y no se
obstina con los pensamientos de derrota.
14. Bienaventurado
quién ha probado el sabor amargo de la derrota porque no está cegado por el
amor al éxito, sino que está motivado por el afán de ser mejor.
15. Bienaventurado
el que persevera, porque su fe es inocente, provocadora e incesante.
16. Bienaventurado
el que trabaja duro porque sus gotas de sudor evitarán muchas lágrimas de
lamento.
18. Bienaventurado
quien deja a un lado la pereza, jamás se quejará de no tener nada que hacer.
19. Bienaventurado
el que atraviesa dificultades porque su corazón saldrá fortalecido para disfrutar
un nueva mañana.
20. Bienaventurado
quien ama, porque jamás se cansará de hacerlo.
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