Estamos
en una época donde estamos interconectados. Existen redes sociales que nos
ayudan a transferir pensamientos, fotos, vídeos. Podemos comentar todo, dar
"me gusta", marcar como favoritos, entre otras actividades. Sin
embargo, todo esto es impersonal, frío, lejano. 140 caracteres es lo máximo
para transmitir una opinión. Cada vez la familia es más lejana. Se comparte el
mismo techo, pero cada quién vive su mundo "virtual". La mesa del comedor
es un detalle decorativo, cada quién come en su lugar. Cerca del mundo, lejos
de la familia. El trabajo no dista mucho de este panorama. Risas en los chats
pero problemas en el trato diario.
¿Qué
se debe hacer?, es probable que un líder (padre de familia, jefe, coordinador)
no elimine estas herramientas de su vida, pero debe generar el clima o ambiente
para desarrollar una excelente comunicación que rompa el vicio de utilizar más
una red social que una comunicación "face
to face".
1.
Romper protocolos de comunicación:
En
el trabajo, eliminar pequeñas instrucciones por correo y establecer una comunicación
certera con todo el equipo. Eliminar barreras profesionales, temores y agudizar
los sentidos para que los demás se sientan parte del círculo.
Así
también, en el hogar, los padres no sólo deben conversar con sus hijos para reprender
una actitud o comunicar una decisión. Esto sólo hará eliminar vínculos. Una
conversación informal, un saludo, hará más, que pedirle que apaguen su PC para
tener una conversación.
2.
Saber Escuchar:
“Mis
queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben
estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse
y hablar mucho.” Santiago 1:19 NTV
Aunque
parezca "trillada" y ser un consejo muy utilizado, tiene una gran
razón. Como líderes debemos evitar la escucha "a conveniencia" o
escuchas "parciales". Esto evita grandes contratiempos y malos
entendidos. Es bueno preguntar si la idea planteada es tal como la recibimos o
es necesaria otra explicación. Esto no es malo, todo lo contrario ayuda a que
se cierre un círculo de información correcta y que tanto el emisor y receptor,
se sientan bien con las conclusiones tomadas de su charla.
3. Destruir las interferencias:
Cuando
un colaborador o un hijo(a) se acerque a conversar, debe dársele la importancia
debida. Muchas relaciones se ven cortadas porque no se les da el lugar que se
corresponde y lleva a que los demás, duden acercarse a platicar debido a la
gran cantidad de actividades que se realizan cuando hay una conversación. No
contestar el teléfono, dejar de pensar en otras cosas, cerrar la puerta, apagar
el televisor, cerrar el PC. Son claros detalles que significa: "para mi
eres importante, por favor continúa conversando"
4. Evitar consejos o
directivas:
“Así
que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis
conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas
pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres;
pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.” Mateo 23:3-4 RVR1960
Si
alguien conversa y no nos pide consejos es porque muchas veces no lo busca. No
tratemos de mejorar el desempeño de nuestro colaborador en una reunión delante
de todos, jamás critique en grupo, no empequeñezca a nadie. Una relación fuerte
y la confianza se logran a lo largo del tiempo que se presta, no es en base a
la posición que se tiene dentro de la organización.
En
el hogar de igual forma, se debe tratar la manera de escuchar y esperar a que
se nos pida una opinión o consejo. Muchas veces esto mejora en gran medida la
relación entre ambos actores.
5. Evitar ser agentes pasivos
de la comunicación:
“La
gente quedó asombrada de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera autoridad,
algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa.”
Marcos 1:22
Muchas
veces esperamos que se acerquen para platicar, escuchamos lo que dicen,
planteamos un par de ideas y eso fue todo. La conversación se vuelve
impersonal, nos convertimos en un aparato receptor y dejamos la siguiente duda
a los demás: "¿le importará lo que le dije?, ¿es bueno escuchando, pero
algún día hablará primero?."
Por
ello, es importante generar el clima para las conversaciones, no sólo preguntar
¿qué tal te fue? sino más bien, "me pasó esto..." "este es el
plan para el desarrollo de "x" situación..." Al hacer esto,
lograremos que nos vean como capaces de demostrar lo que pensamos y lo que
sentimos.
Todos
estos consejos deben ser sazonados con inteligencia emocional y asertividad:
actuar correctamente, en el lugar correcto, en el momento correcto, con la
actitud correcta. Es la clave para que la comunicación brille y sea óptima
cumpliendo con las necesidades de todos.
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