“Que la mujer fue formada de una costilla (es decir, del costado) de Adán; no fue hecha de su cabeza, como para tener dominio sobre él; ni de sus pies, como para ser pisoteada por él; sino de su costado, para ser igual a él, de debajo de su brazo para ser protegida, y de junto al corazón para ser amada.” Matthew Henry.
“Tal como la costilla
se encuentra al lado del hombre y está unida a él, aun así la buena esposa, la
costilla de su esposo, se encuentra a su lado para ser su ayudante-contraparte,
y el alma de ella está ligada a él.” Umberto Cassuto.
1.
Posee una estima
saludable:
Culturalmente,
se ha relegado a la mujer a ser una simple compañera que apoya en las labores
hogareñas y que debe estar siempre supeditada a los deseos de su familia. Esto ha
hecho que su valor se lo dé el servicio que presta y no su enorme cantidad de
cualidades.
Es
por ello que la mujer debe tener claro que su estima debe ser saludable. Ni es
menor que nadie, ni depende de las opiniones de los demás. Dios le ha entregado
talentos, dones y habilidades que pueden cambiar la vida de otros, por lo que
no merece maltratos, ni dolor, ni discriminación. Esta estima sana se
desarrolla dejando la esclavitud de las circunstancias, cuidando su corazón y entregando
su corazón y confianza en Dios.
“Pues
Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y
autodisciplina.” 2ª Timoteo 1:7 NTV
2.
Tienen una fe
inquebrantable:
Si
hay una característica envidiable de las mujeres es su persistencia en la fe.
La mujer siro fenicia solicitó la sanidad para su hija con vehemencia, a pesar
de la negativa (no por maldad, sino para dejar un precedente) y obtuvo su
petición contestada. Así hay muchas mujeres que depositan su fe en Dios y
reciben la recompensa. Ana, cada año oraba por ser madre y no se conformó a no
tener una respuesta favorable. Dios premió esa confianza y le concedió lo que
solicitó.
“Y Ana le dijo: «Señor mío, hace tiempo yo estuve aquí, orando a Dios.
Yo le pedí este niño, y él me lo concedió.”
1ª. Samuel 1:26-27 NTV
3.
Es responsable de sus
actos y aun se responsabiliza de los errores de otros:
Mientras
los hombres huyen de sus responsabilidades contraídas, las mujeres con arrojo y
ahínco contribuyen a cuidar y proteger a su descendencia. No pierde la responsabilidad
de llevar comida, vestido y vivienda para su familia, si se necesita. Son
capaces de entregar todo, con el fin de satisfacer las necesidades familiares.
“Cuando llega el invierno, no teme por su familia, porque todos tienen ropas abrigadas.” Proverbios 31:21 NTV
4.
Son una influencia
positiva:
Hay
muchas mujeres que inspiran a muchos a cambiar su vida por su enorme ejemplo de
amor, fe, persistencia y determinación. Ninguna mujer debe perder eso. Debe
comprender que sus talentos están al servicio de los demás y que con sus
palabras y actos pueden mejorar la vida de su familia y de los que le rodean.
“Les aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se anuncie esta buena
noticia, se hablará también de lo que hizo esta mujer, y así será recordada.”
Sn. Mateo 26:13 DHH
5.
Cuentan con una
sensibilidad para comprender y apoyar a otros:
Una
mujer fuerte tiene la capacidad de dar la mano a quien la necesita, escucha con
atención y siempre tiene una palabra reconfortante y de vida para otros. En muchas
ocasiones aligera el equipaje y cargas de su familia, a través de su enorme
fortaleza y su capacidad para comprender los problemas de los demás y ayudarles
a buscar una solución.
“Pero
Rut le contestó: «No me pidas que te deje; ni me ruegues que te abandone.
Adonde tú vayas iré, y donde tú vivas viviré. »Tu pueblo será mi pueblo y tu
Dios será mi Dios.” Rut 1:16 TLA
6.
Son fuertes y con una
gran inteligencia emocional:
No
hay mujer que se deje vencer por lo que le sucede, ya que cuenta con una gran
inteligencia emocional, ya que sabe quién es ella, lo que quiere, trata de
cumplir su anhelos siendo perseverante y luchando hasta el final. Cuentan con
grandes dotes de liderazgo y son capaces de entender las necesidades
emocionales de los demás. Son enormes filtros de amor arriesgado y muy
apasionadas.
“—Muy bien —dijo ella—, iré
contigo. Pero tú no recibirás honra en esta misión, porque la victoria del Señor
sobre Sísara quedará en manos de una mujer. Así que Débora fue con Barac a
Cedes.” Jueces 4:9 NTV
7.
Espirituales:
Una
mujer entiende que el primer nivel de sus prioridades es Dios. Va contracorriente
tratando de no amoldarse a lo que el
mundo le exige para ser popular o para creerse sexy. Busca cumplir la voluntad
de Dios. Su refugio está en la palabra de Dios, donde obtiene la sabiduría
necesaria para conducirse por la vida y está conectada día a día a su fuente de
energía, la cual es la oración. Una mujer fuerte en esta área será más fuerte y
con grandes capacidades para enfrentar la vida. Charles Spurgeon exclamó: “Cercanía a Dios trae parecido a Dios. Cuanto
más veas a Dios, más de Dios será visto en ti”
“...yo también con mis
doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea
conforme a la ley; y si perezco, que perezca.” Ester 4:16 RVR1960.
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