Su Palabra.
Su obra.
Sus promesas.
Cuando la lees no puedes ser indiferente.
No puedes dejar de creer.
Su Palabra transformó una generación completa con una sola frase:
"...Mas el justo por la fe vivirá..."
Sin intermediarios. Sin dolor. Sin pago alguno.
La Biblia demostró el camino al Padre: Cristo.
1517. Esa frase de las Escrituras incendió al mundo conocido. Llenó de coraje para señalar lo incorrecto. Llenó de amor a miles de personas para ver la verdad. Llenó de dinamismo para cambiar una sociedad.
Lleno de pasión para soportar todo.
No fue la obra de Lutero. Fue la obra de Dios a través de su Palabra.
Es por ello que No necesitamos Luteros o movimientos reformadores. Necesitamos aquellos lectores que le den vida a su Palabra. Escudriñadores. Que la amen. Que la respeten.
Que crean las promesas, pero que vivan sus principios.
Que la disfruten y que modifiquen su conducta.
Pocas personas que han tenido un contacto real con ellas ha sido indiferente. Su Palabra es fresca, moderna e increíble.
Es por ello que el material para un avivamiento no es la última alabanza, ni el último lanzamiento de adoración de los grandes hombres de Dios.
El insumo es uno solo:
Su Palabra.
No temerle a lo que me dirá. Me confrontará con la realidad. Medirá mi conducta. Comparará mis estándares con los valores eternos. Me reprobará pero me dará una esperanza.
El mensaje de la Reforma de 1517 es este:
SOLO la Escritura Transforma.
Que la Biblia nos transforme.
Nos llene del Poder de lo Alto.
Nos haga entender el ministerio del Espíritu Santo.
Nos haga ver nuestra suciedad. Nos haga dar cuenta de mi doble moral. Mi tolerancia hacia satisfacerme y ser agradable al mundo.
No ampliar la visión del mundo y adaptarme a él. Es que el mundo se adapte a una nueva visión. Una visión del cielo.
Entender que NO tengo que hacer más que poner mi fe en Cristo que él me SALVA. No tengo que tener fe en la fe, porque es vacía. No tengo que tener fe en mi, porque no puedo cambiar nada. Es una fe en que Dios es, será y ha sido el único capaz de darme una nueva oportunidad.
Que SOLO Cristo hizo los méritos suficientes. No hay más, ni menos. No tengo que hacer nada más, sólo acercarme a Él conociendo quién soy y qué necesito una cirugía de coarzón para que TODO lo que soy sea transformado.
Su GRACIA es suficiente. Sin la Gracia somos pordioseros. Indignos. Reprobados. Con ella somos libres. Pablo tenía una historia. Persiguió, detuvo y es probable que hasta haya asesinado a algunas personas, pensando que hacía lo correcto. Luego de ello, se dio cuenta que la Gracia era lo único que lo hacía libre y escribió esto: "AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu." Romanos 8:1
Somos libres, si nos acercamos a la cruz. Si dejamos en ella lo que fuimos y lo que somos, en ella se consuma nuestra transformación. El instrumento de muerte se convierte en un símbolo de vida. Donde hubo humillación se puede encontrar honra. Donde Dios derramó su ira, también difundió su misericordia. La cruz por sí sola no es más que dos maderos entrelazados. Con el sacrificio de Cristo en ella, se convirtió en la intersección donde lo humano se encuentra con lo divino y no hay un rechazo. No hay separación. No hay destrucción. Todo lo contrario. Es donde se manifiesta los mayores deseos del hombre y el mayor regalo de Dios: El perdón y la libertad.
Es donde se aproxima la Gracia y toca al ser humano y nos dice: "Tus pecados te son perdonados. Tu pasado no es más una carga. Ya no importa quién eras, sino quién serás. Ya no eres lo que el enemigo te ha dicho, ahora eres nueva Criatura." Donde no hay juzgados. Donde el Juez se convierte en el Padre. Donde: "Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz; Y despojando los principados y las potestades, sacólos á la vergüenza en público, triunfando de ellos en sí mismo." 2° Corintios 2:15-16
Para terminar, solo a Él toda la GLORIA y esta Escritura lo resume: "No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad." Salmos 115:1.
A Celebrar que Dios nos dio Su Palabra y es la ÚNICA capaz de mostrarnos a Cristo como lo que Él es: NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR.
0 Comentarios
Manda tus comentarios del blog, puedes escribir tus testimonios, o historias que desees.