20 Reflexiones para tener un Año Nuevo Victorioso

 Un nuevo año. Una gran oportunidad para darle seguimiento al proceso de vida. Que Dios este siempre con nosotros. Estos son algunas ideas para tener un 2018 en victoria. 

1. Cuida tu salud emocional. No dejes que la ira se convierta en rencor, luego en odio y por último que la amargura infecte tu corazón. Resuelve los conflictos a tiempo. Ríete sin complejos. Ama con ternura. Perdona de corazón. Todo esto ayudará a fortalecer tu alma y a vivir sin cargas emocionales. 

2. Entrega lo mejor en cada cosa que hagas. Brilla donde vayas. Deja tu huella. Impregna los lugares que visites con la frescura de la creatividad, honestidad y humildad. Que cada día finalice con una sonrisa en tus labios por haber dado el 100% en todo momento. 

3. Transparenta tus acciones. Trata de evitar la mentira. No escondas malos hábitos en tu corazón. Que la integridad sea tu escudo y que todos puedan ver que no haces ni dices nada que oculte cosas deshonestas, incorrectas y que dañen a otros. 

4. Que la humildad sea tu compañera. No alardees por tus triunfos, disfrútalos al máximo pero que sea un bonito recuerdo nada más y extiéndete hacia algo mejor. Disfruta servir. Complácete en ayudar a otros. 

5. Ora. La oración no es una simple repetición de palabras o una obligación para bendecir los alimentos. La oración es vida y oxígeno para el espíritu. Nos da un acceso breve al ambiente divino y nos deja nuestra alma con un aroma a cielo que tanto necesitamos. 

6. Responsabilízate. Si has cometido un error da la cara y enmienda. Retoma aquellas cosas importantes. Establece nuevos retos. No dejes para mañana lo que puedas hacer ahora. 

7. No pierdas el entusiasmo. El entusiasmo es gozo multiplicado por la fe. La vida puede ser duro y golpearnos con muchas dificultades, desánimo y pruebas pero la actitud correcta de enfrentarla será importante para cambiar nuestro destino. 

8. No te guíes por lo que otros esperan de ti. Enfócate en tu don natural, en lo que has aprendido y en el trabajo duro realizado para alcanzar una meta. Esto marcará la diferencia entre lograr tu propósito y lo que la gente cree que te mereces. 

9. ¿Quieres ser bueno en un deporte, arte o disciplina? Estos tres consejos te harán uno de los mejores: practica, practica y no dejes de practicar. 
 
10. Concentra tu esfuerzo en lo esencial. Cada inicio de año nos llena con ideas de crear muchos propósitos. Sin embargo, céntrate en lo que te desafíe, motive y te ayude a alcanzar el llamado de Dios para tu vida. Aprende a discernir entre lo que en verdad importa y aquello que no. 

11. Este consejo lo aprendí de Paul Washer, de un consejo que le dio Leonard Ravenhill: “Otros pueden, tú no.” Otros pueden hacer con su vida lo que quieran. Pueden tratar de engañar a Dios. Pueden satisfacer sus deseos. Ellos pueden vivir a su manera. Tú, no. Tienes mucho que perder. 

12. Presta atención a otros. Repregunta. Consulta. No te dejes llevar por lo que crees que quisieron decir. Esto resolverá muchos conflictos. 

13. Disfruta cada día. Dios nos regala 24 horas y puedes hacer con ellas lo que quieras, pero recuerda que cada acto tendrá su recompensa o consecuencia. Cada semilla sembrada saldrá un fruto. 

14. Trabaja en equipo. Recuerda que siempre necesitarás de alguien para hacer algo. Nunca empequeñezcas, maltrates o ridiculices a una persona por nada. Entrega el honor que merecen y disfruta estar con otros. 

15. Prepárate al máximo para aprovechar las oportunidades que Dios te ponga enfrente. No sabes cuándo necesitarás saber algo que ahora parece una pérdida de tiempo. 

16. Aprende a fracasar. Esto no significa disfrutar de la derrota, sino que se saquen aprendizajes valiosos de ella. Que el fracaso significa una desviación y no un destino y que los triunfos son la suma de pequeños fracasos superados. 

17. Evita caer en los 7 pecados capitales de las relaciones interpersonales: la impuntualidad (trata de llegar siempre a tiempo), el egocentrismo (Trata a los demás como deseas ser tratado), la discriminación (trata con igualdad a todos), No escuchar (practica la escucha activa), Falta de empatía (Ponte en los zapatos de los demás), la crítica destructiva (no juzgues basado en prejuicios) y evita ser desagradecido. 

18. Establece prioridades de manera correcta, clara y específica. Mantén a Dios en el primer lugar de cada cosa que hagas, hables o desees. 

19. Comprométete. No tengas miedo de pagar el precio por mejorar. No te opongas a ser moldeado por Dios. No luches para evitar ser transformado. 

20. Ten un sentido alto del deber. No hagas solo lo que te gusta. Haz todo lo que tienes que hacer de manera correcta, con disposición y eficiencia.

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