7 Frases a tener en Cuenta para Educar a Nuestros Hijos.

"Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." Proverbios 22:6


Según una encuesta el 95% de los niños necesitan cinco cosas para crecer emocional y espiritualmente saludable:
a) Ejemplo.
b) Protección.
c) Amor.
d) Apoyo.
e) Guía.
En ese sentido, ellos necesitan escuchar algunas frases que fortalecerán su estima y los ayudarán a entender la importancia de la alegría, esfuerzo y la búsqueda de Dios. Esto no es una tarea fácil, ya que además de ser palabras deben ser acompañadas por hechos que abonen a que nuestros pequeños encuentren congruencia entre lo que les decimos y lo que hacemos por ellos. Es por ello que se propone siete frases que ayuden a nuestros hijos a crecer como nuestro Señor Jesucristo: "Allí el niño crecía sano y fuerte. Estaba lleno de sabiduría, y el favor de Dios estaba sobre él." Sn. Lucas 2:40 NTV 

1. ¡Te amo! ¡Eres muy importante para mi! 
"Mientras Pedro hablaba, una nube brillante vino y se detuvo sobre ellos. Desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo, yo lo amo mucho y estoy muy contento con él. Ustedes deben obedecerlo.»" Mateo 17:5
No hay padres que no amen a sus hijos, por lo que no temas decírselo. Ni demostrárselo. Bésalo. Abrázalo. Acompaña cada día con palabras que afiancen su confianza y comprendan la belleza y pureza del amor. Hay muchos niños que nacen en relaciones fracturadas, pero esto no debe ser impediemento para acompañarlos en esta vida dándoles muestras de cariño. No dudes en finalizar el día acercándote a tus hijos (de cualquier edad) y mostrarles que tu corazón esta lleno de amor por ellos. Demuéstrales que para ti son muy preciados y lograrás sembrar en sus corazones una estima saludable, una conciencia clara del valor que ellos poseen, confianza en su familia y a comprender que el amor es algo que se disfruta mejor cuando lo entregamos a los demás. Hagamos sentir a nuestros hijos valiosos, que su vida tiene sentido y que estamos en este mundo con un propósito especial que Dios ha puesto en nuestros corazones. No temas en conducirlos a tomar decisiones. Esto los hará madurar y ser mejores personas.

2. ¡Lo haz hecho bien!, ¡Te felicito! 

No hay hijo que olvide un pulgar en alto de un padre. De hecho muchas personas siguen buscando la aprobación de sus padres haciéndose de triunfos y éxitos en lo personal y laboral. Así que inicia desde ahora a sembrar palabras de afirmación a tu hijo. felicita sus esfuerzos. Fomenta que de lo mejor en todo momento y en cada una de sus relaciones, sus estudios y trabajo.

Hazle ver que lo que hace está bien hecho e incluso lo puede hacer mejor. Esto no lo hará orgulloso. Esto lo ayudará a descubrir los dones y talentos que Dios ha incluido en su corazón. Siéntete orgulloso de sus logros por pequeños que parezcan. Disfruta sus alegrías. Apóyalo en sus tristezas. Hazle sentir como un campeón que debe aprender a disfrutar con humildad las victorias y a ser respetuoso en la derrota. A entender que el fracaso no es el final, sino que es parte de las siembras que debe de realizar para alcanzar mejores resultados en el futuro.

 3. ¡Cuenta conmigo! 
En la versión Reina Valera 1960, aparece una frase de parte de Dios, por lo menos unas doce veces: "Estoy contigo." Esa afirmación de parte de Dios como Padre hacia nosotros, nos hace entender que debemos acompañar a nuestros hijos en su vida. Alguien dijo una vez: "Nunca se deja de ser padre." Nuestros hijos necesitarán un padre cuando son bebés, niños, adolescentes, jóvenes y adultos. No temas hablar con ellos.

No evadas la responsabilidad de escucharlos en temas tabúes. No pierdas la oportunidad de que confíen en ti. No tires a la borde el compromiso de ayudarles en cualquier situación. nuestros hijos nos necesitan. Necesitan aliento, consuelo, protección. Para ellos sus problemas son gigantes aunque sean pequeños para nosotros. Trata de estar allí. No importa si son una familia no estructurada. Nuestros hijos necesitan padres capaces de dar la mano cuando lo necesiten, prestar atención y empujar a mejorar. Recuerda que el respaldo es fundamenta para desarrollar la estima de nuestros hijos.

4. ¡Perdóname! 
No dudes en mostrarte a tu hijo con la capacidad de decir: "¡Me equivoqué, perdón! No trates de justificarte. Solo muestrate arrepentido y sigue adelante. es importante pedir perdón para sanar el corazón de nuestros hijos y poder evitarles transitar por la calle del rencor y resentimiento que los lleva directo a la amargura y al odio. ¿No te portaste como un verdadero padre? no dudes en pedirle perdón ¿te fuiste sin decir nada?

Tus hijos no te acusarán si llegas con plena convicción de decirle hijo quiero enmendar. Esto no significa que tu familia se reunirá nuevamente (aunque muchas veces ocurre) pero ayudará a nuestros hijos a ver lo importante que son para nosotros y que siempre contarán con nuestro compromiso por sacarlos adelante en el área afectiva, financiera y familiar.

 5. ¡Te escucho! 
Hay un pensamiento que me encanta compartir y es este, en cuanto a la familia: "No esperes que tu hijo(a) de 15 a 18 años hable contigo sobre su vida o que quite sus ojos del teléfono celular, cuando a los 6 años no fuiste capaz de escuchar sus conversaciones o fuiste tú el que le presto el teléfono para que no te incomodara o molestara."  

Pon atención a tu hijo. Ellos necesitan que alguien los escuche. Que los valoren por lo que son. necesitan entender que su estima no se encuentra en los zapatos que tengan o la tecnología que usen, sino en su capacidad de amar, razonar y su capacidad de ser empático con los demás. Tomate el tiempo para estar con ellos y platicar. No solo des consejos. Escuchar también significa hablar sobre ti.

Que nuestros hijos sepan quién es su padre o madre. No dudes en contarle sobre tus tentaciones. Sobre tus caídas. Sobre tus tropiezos y triunfos. a que vean un padre capaz de entenderlos ante una situación difícil. Que pueda decir: "Hijo estás tentando, vamos cuéntame, a mi también me paso." y que luego no lo use como excusa para castigos o sacarlo en conversaciones posteriores. Escucha. Perdona y muchas veces olvida. Si Dios lo puede hacer, ¿Por qué no nos parecemos más a Él en está faceta?

6.¡Necesitamos hablar porque haz cometido un error!
Los hijos, aunque no lo parezcan, necesitan la misma cantidad de esta palabra que de amor y esta es: DISCIPLINA. necesitan que se les señale su mal comportamiento pero no para humillarlos o maltratarlos, sino para que ellos puedan entender que hacer lo malo tendrá una consecuencia nefasta para su vida. La disciplina debe llevarlos a ellos a comprender que han cometido un error y que deben ser capaces de restituir, pedir perdón o tomar un nuevo rumbo. Eso es la disciplina. No dudes en castigarlo ante una ofensa. La disciplina les dará el temple suficiente para no ser hombres malcriados o que crean que la vida les debe algo. La Biblia es clara ante fomentar la educación y la disciplina a los hijos: "El que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con diligencia.” Proverbios 13:24 

7. ¡Inténtalo hasta que lo logres!, ¡puedes dar más! 
"Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová." 1a Crónicas 28:20 RVR1960
 Los hijos necesitan que los padres les ayudemos a entender el valor del trabajo duro, a sentirse satisfechos de irse a dormir cansados pero motivados a dar lo mejor cada día. A entender que el compromiso es el único capaz de hacerlos alcanzar sus metas. Además, ayudarles a entender que la satisfacción o gratificación instantánea jamás podrá reemplazar a lo que se gana con mucho sacrificio.

Los hijos necesitan entender que los triunfadores se hacen en los campos de entrenamiento. Que lo viral es efímero. Que la fama lograda de un día para otro es como neblina que se pone y en minutos se desvanece. Que la vida recuerda a aquellos que dieron la milla extra y sobre todo que Dios usa a aquellos que siempre están haciendo algo. Como dijo Salomón: "Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno." Eclesiastés 11:6.  

Bonus Track: "Ama a Dios con intensidad":
"Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre." 1a Crónicas 28:9
 
De esto puedo decir poco. Solo que vaya acompañado del ejemplo. Nuestros hijos necesitan a Dios. Necesitan ver a Dios no solo como un ser Supremo que es capaz de responder nuestras necesidades. Él es ma´s que eso. Es nuestro Señor. Es Soberano y debemos ser capaces de buscarlo con todo nuestro corazón, alma y cuerpo. No importa si nos da o no. Lo importante es estar junto a Él siempre porque Dios es todo para nuestras vidas.

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